Estados Unidos
A poco de cumplirse 24 años del atentado 11-S, identifican a tres víctimas
/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/08/11s.jpg)
La Oficina del Médico Forense de Nueva York confirmó la identidad de tres nuevas víctimas del atentado del 11 de septiembre de 2001, utilizando tecnología de secuenciación genética avanzada. Con estas identificaciones ya son 1.653 los nombres confirmados, mientras aún faltan por identificar cerca de 1.100 personas.
Casi 24 años después del trágico atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, la ciudad de Nueva York ha dado un nuevo paso en su prolongado y emotivo trabajo de identificación.
La Oficina del Médico Forense (OCME, por sus siglas en inglés) anunció recientemente la confirmación de la identidad de tres nuevas víctimas del ataque al World Trade Center, gracias a los avances tecnológicos en secuenciación genética y técnicas forenses.
Este anuncio representa un gesto de reparación emocional para las familias que, después de más de dos décadas, aún aguardan respuestas y certezas sobre el destino de sus seres queridos.

Confirmaron la identidad de tres nuevas víctimas del ataque al World Trade Center.
Quiénes fueron identificados
Las tres personas identificadas recientemente son:
- Ryan D. Fitzgerald, de 26 años, un operador financiero que trabajaba en el distrito financiero de Manhattan. Sus restos fueron hallados entre los escombros, pero recién ahora fue posible lograr una identificación precisa.
- Barbara A. Keating, de 72 años, una abuela residente en Palm Springs, California. Viajaba a bordo del vuelo 11 de American Airlines que fue secuestrado y posteriormente impactó contra la Torre Norte del World Trade Center.
- Una tercera mujer, cuya identidad no ha sido divulgada públicamente por solicitud expresa de su familia. En respeto a su privacidad, las autoridades forenses se limitaron a confirmar su identificación sin revelar mayores datos personales.
Estas nuevas identificaciones se suman a los más de 1.600 casos resueltos desde 2001, aunque aún resta identificar a cerca de 1.100 víctimas, lo que representa uno de los mayores desafíos forenses en la historia de Estados Unidos.
El aporte de la ciencia forense
La clave de estas nuevas identificaciones radica en el avance de las técnicas de análisis genético. A lo largo de los años, los especialistas han desarrollado métodos de secuenciación de ADN cada vez más precisos y sensibles, capaces de obtener perfiles genéticos a partir de fragmentos minúsculos y degradados.
Muchos de estos restos habían sido analizados en múltiples ocasiones sin éxito, pero la incorporación de nueva tecnología permitió extraer datos que antes no eran accesibles. Según explicaron fuentes forenses, cada muestra es reexaminada constantemente conforme surgen mejoras en los procedimientos científicos.
El médico forense jefe de la ciudad de Nueva York, Jason Graham, destacó que “cada nueva identificación es un recordatorio del compromiso de la ciudad con las familias, y del poder de la ciencia para brindar respuestas, sin importar cuánto tiempo haya pasado”.
Por su parte, el alcalde Eric Adams expresó que “aunque han pasado casi 24 años, el dolor de perder a un ser querido sigue presente. Esta tarea no solo honra la memoria de las víctimas, sino que ofrece un consuelo muy necesario a quienes aún viven con la incertidumbre”.

El consuelo en medio de la incertidumbre. Crédito: Reuters.
El legado acumulado y lo que falta por hacer
Desde los ataques del 11 de septiembre, la ciudad de Nueva York ha emprendido el mayor esfuerzo de identificación forense jamás realizado en territorio estadounidense. Se estima que alrededor de 2.753 personas murieron como consecuencia directa del ataque al World Trade Center.
El proceso no se ha detenido nunca. Los laboratorios de la OCME continúan analizando más de 22.000 restos humanos en búsqueda de coincidencias, revisando y reanalizando muestras anteriores con nuevas herramientas. El trabajo implica una colaboración estrecha entre genetistas, antropólogos forenses, técnicos de laboratorio y funcionarios que mantienen contacto con los familiares de las víctimas.
Puede interesarte
El consuelo en medio de la incertidumbre
Para muchas familias, la posibilidad de recibir una identificación positiva, incluso décadas después, representa un cierre emocional crucial. Tal es el caso de Paul Keating, hijo de Barbara Keating, quien calificó el hallazgo como “un acto de humanidad y una proeza científica”.
Aunque el dolor nunca desaparece por completo, las identificaciones permiten a las familias avanzar en sus procesos de duelo, realizar ceremonias de despedida y conservar una memoria tangible de sus seres queridos.
Cada nombre recuperado es una vida honrada, y cada identificación, un paso más hacia el cierre de una herida que marcó a toda una generación.