Salió tal cual como lo soñó el ex Puma
Al último baile de Imhoff con Duendes lo escribió Campanella
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Con un marco multitudinario en Las Delicias, el tryman histórico de Los Pumas apareció como el mejor fantasma de todos los tiempos y voló a la gloria final. “Me retiro en el mejor club del mundo”, dijo emocionado.
Por Darío Pignata
ROSARIO (Especial).- No le faltó nada, le salió todo perfecto. En el lugar que quería, con los colores que quería, haciendo lo que ama y con la gente que quiere. El capítulo final (“no creo que sea el último partido”, dijo su padre, el legendario José Luis Imhoff, uno de los tres “Pumas 1965” que esconde la rica historia de este club) fue apasionante, con dramatismo y suspenso previo, pero con un final increíblemente perfecto. “Hoy digo adiós en el mejor club del mundo, somos Duendes, sigamos soñando. No somos un club, somos una familia. Nunca seremos uno solo, siempre seremos todos juntos. Hicimos todo bien, soñemos con más gloria”, dijo con lágrimas en los ojos.
El partido, como todo clásico, no supo de despedidas, ni de partido final, ni de la gloria de un ex Puma como Imhoff. GER no se la hizo fácil ni mucho menos. Ese desenlace pasó del suspenso al dramatismo y al éxtasis final con esa volada que hizo recordar otras voladas.
La ovalada se elevó tanto que pareció ir a saludar a las nubes, pero cuando bajó del cielo apareció de golpe y quedó en buenas manos: las de Emiliano Boffelli, quien fue el conector para recuperarla y asistir a Juan Imhoff, que aceleró hasta el in-goal y voló en palomita hacia el try.
Esa postal, tantas veces montada con la camiseta de Los Pumas, decidía repetirse en Las Delicias, ahora los dos con los colores de Duendes en los últimos minutos de Juan Imhoff con el rugby…por lo menos adentro de una cancha. El delirio fue total, el griterío con aplausos se hizo interminable. Así, como si al guión lo hubiera escrito Juan José Campanella, quedó sellado el 38-29 de Duendes ante GER, por el Torneo Regional del Litoral que pone en juego la Copa Banco Macro, que además acompañó de manera especial a Juan Imhoff en su último baile ovalado.
La tarde arrancó con algo que nos erizó la piel a todos: el minuto de silencio de los dos planteles abrazados en memoria de Jero Fernández Bobbio, el chico del CRAI. El final contó con el colorido de todos los más chicos del club invadiendo la cancha en Las Delicias.
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Todo lo que pasó antes y después fue increíble. En el medio de la cancha, Daniel Di Lena, en nombre del Gobierno de la Provincia de Santa Fe y Lotería de Santa Fe le entregó una plaqueta recordatoria para sus trayectoria internacional. Arriba, en el hermoso vidriado alto de Duendes, el mismo intendente de Rosario, Pablo Javkin, fanático del rugby, lo disfrutaba como un admirador más. A su lado, el “Negro” Carlos Araujo, ex presidente de la UAR e histórico referente de Duendes, seguí comentando tal o cual jugada.
El 38-29 de la fecha 11, de yapa, lo puso a Duendes entre los de arriba, alcanzando con 28 unidades la línea, casualmente, de GER. Jockey 44, Estudiantes 36, Santa Fe Rugby 32.
El tercer tiempo fue el más largo de los últimos tiempos y el mejor para Juan Imhoff. No se cansó de sacarse fotos, firmar camisetas, hacer videos y dar entrevistas. Todos querían “llevarse algo de Juan” en este último (y perfecto) baile.

Una pantalla gigante, con un video sorpresa preparado por la esposa de Juan Imhoff, trajo saludos desde distintos lados del mundo y de parte de los mejores jugadores del mundo. GER, ocasional rival, le regaló una plaqueta, además del abrazo interminable de otra gloria rosarina y ex Puma de un crack con todas las letras: Leo Senatore.
Matías Benzi, presidente de Duendes, le regaló la camiseta con los colores que ama y estalló en llanto. En el medio de tanta emoción, bromeó: “Juan te aviso que está cerrado Ezeiza por un tiempo y no salen los vuelos; te vas a tener que quedar a jugar con Duendes un par de partidos más”.
Mientras Imhoff recibía todos esos homenajes, a un costado los jugadores de Duendes no paraban de cantar: “Solo le pido a Dios, que Juancito juegue para siempre…”. Antes, en la cancha, una de las fotos más buscadas fue junto a sus hermanos: Pedro y Juan se retiraron; a su lado, Guille.

Entre tantas presencias, viejas y nuevas glorias del rugby rosarino, el que no pasó desapercibido fue el “Huevo” Daniel Hourcade, ex entrenador de Los Pumas, desde 2013 hasta 2018.
Así, con amigos y familiares, Juan Imhoff disfrutó del último baile como lo había soñado. Le puso punto final “en el mejor club del mundo”, con los colores de Duendes.
El jugador que más tries anotó para Argentina en las Copas del Mundo con la camiseta de Los Pumas decidió regalarse un try final. Con la camiseta de Duendes, Juan Imhoff apoyó la ovalada más linda de su vida. El último baile fue perfecto, con letra de Campanella.

Una fiesta inolvidable para Juan
Desde que Juan Imhoff decidió “volver a casa, porque todos queremos volver a Rosario” como dijo el ex Puma, le comentó su idea a Leo Senatore y a sus amigos del rugby, entre ellos a Carlos Fertonani, fanático de la ovalada (sus dos hijos juegan) y responsable de los dos Mundiales Juveniles que recibió la provincia y de cada presentación de Los Pumas en la provincia invencible en los últimos tiempos.
Con la experticia y la estructura de Santa Fe Producciones, todo un equipo de marketing, logística y comunicación se puso detrás de los dos últimos partidos de Juan Imhoff para que nada fallara.
Un VIP con 80 invitados, un tercer tiempo increíble y un final de fiesta feliz a puro rugby en Las Delicias le cumplieron el sueño a Juan Imhoff, amigos, familia y al rugby rosarino todo.