Resultados positivos
Alcohol cero: más conciencia y menos infractores en Rosario

Desde la puesta en marcha de la ordenanza en 2021, los positivos en alcoholemia descendieron del 6,5% al 3,8%. El municipio atribuye los resultados al aumento de controles y campañas de concientización.
La ciudad de Rosario cumple cuatro años desde la puesta en marcha de la ordenanza que establece alcohol cero al volante, una medida que generó debates al momento de su aprobación pero que hoy suma respaldo desde distintos sectores, según aseguraron desde la Municipalidad. El municipio realizó un balance de gestión y aseguró que, desde su implementación, crecieron de forma sostenida los controles de tránsito y disminuyó la cantidad de conductores que circulan con alcohol en sangre.
En base a los datos oficiales a los que accedió Mirador Provincial, durante este período se registró una caída en el porcentaje de test positivos de alcoholemia, lo que fue atribuido a una mayor presencia en las calles del cuerpo de agentes de tránsito y a un cambio en los hábitos de conducción por parte de la ciudadanía.
Según el relevamiento, en los últimos cuatro años se concretaron más de 60 mil controles en diferentes puntos estratégicos de la ciudad. En 2021, apenas un 6,5 % de los conductores testeados presentaban niveles detectables de alcohol en sangre. En la actualidad, ese número descendió al 3,8 %, lo que representa una baja sustancial.
“Rosario fue pionera en esta política pública y hoy se ven los resultados: hay más conciencia, más operativos y menos siniestros vinculados al consumo de alcohol”, expresó una fuente del área de control municipal. Además, remarcaron que la ordenanza no solo tuvo un efecto disuasorio sino que también modificó la percepción social sobre el consumo de alcohol y conducción.
Uno de los factores clave fue la intensificación de los operativos nocturnos durante los fines de semana, especialmente en zonas de esparcimiento, donde se concentra la mayor circulación de personas. En esos escenarios, el municipio sostuvo una estrategia sostenida de fiscalización y prevención, que incluyó también campañas de concientización.
Desde el municipio también destacaron la capacitación constante del personal de control y la incorporación de equipamiento que permite realizar controles más ágiles y seguros, lo que contribuyó a fortalecer la capacidad operativa del cuerpo de inspectores.
La normativa establece que cualquier conductor que registre una mínima presencia de alcohol en sangre debe ser sancionado, lo cual ha contribuido a instalar la idea de “cero es cero” como una regla clara y sin interpretaciones.
Además del impacto en la seguridad vial, las autoridades locales vinculan esta política con una reducción en los niveles de conflictividad en los controles, ya que las reglas resultan más simples de aplicar. Esto también ha generado un mayor acompañamiento ciudadano.
En paralelo, distintos sectores del ámbito sanitario y educativo vienen articulando acciones para reforzar la prevención en adolescentes y jóvenes. La política de alcohol cero se integra así a una mirada más amplia sobre la salud pública y los cuidados colectivos.
A cuatro años de su implementación, la ordenanza de alcohol cero al volante en Rosario se consolida como una medida que modificó comportamientos y que, según indican desde el Ejecutivo local, llegó para quedarse.