Mediación internacional
Alto el fuego entre Siria e Israel, tras una semana de enfrentamientos

El acuerdo, mediado por Estados Unidos y Turquía, llegó tras una escalada de enfrentamientos que dejó más de 500 muertos y miles de desplazados en el sur sirio. Israel autorizó temporalmente el ingreso de tropas sirias a la zona.
Tras una semana de intensos enfrentamientos en la provincia siria de Sweida, Siria e Israel acordaron este viernes un alto el fuego para detener la violencia que dejó al menos 500 muertos, cientos de heridos y una crisis humanitaria de gran magnitud.
El cese de hostilidades fue confirmado por el embajador de Estados Unidos en Turquía, Tom Barrack, y contó con el respaldo de Washington, Ankara y otras potencias regionales.

Una semana de violencia descontrolada
El conflicto estalló a inicios de julio en la provincia sureña de Sweida, una región de mayoría drusa en la frontera con Jordania. La tensión creció rápidamente tras violentos enfrentamientos entre comunidades drusas y grupos beduinos, lo que derivó en la intervención del Ejército sirio y, posteriormente, en una serie de ataques aéreos de Israel sobre posiciones militares cerca de Damasco.
Israel justificó su accionar señalando que buscaba proteger a la comunidad drusa, con la que mantiene lazos históricos y culturales. Según cifras no oficiales, al menos 500 personas murieron durante los combates, incluyendo civiles, milicianos y soldados sirios. Además, se reportaron más de 500 heridos y cerca de 80.000 desplazados internos y hacia zonas fronterizas.
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El rol de la diplomacia
El alto el fuego fue posible gracias a la mediación conjunta de Estados Unidos y Turquía. En el marco del acuerdo, Israel permitió por 48 horas el ingreso limitado de fuerzas sirias a Sweida para estabilizar la situación. No obstante, Tel Aviv mantuvo su exigencia de desmilitarizar completamente el sur de Damasco y advirtió que responderá ante cualquier violación del pacto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró el acuerdo como “una muestra de fuerza y determinación para proteger a nuestros aliados drusos”. En tanto, el presidente sirio Ahmed al-Sharaa calificó el cese del fuego como “un paso necesario para recuperar la soberanía y frenar la intervención extranjera”.

Impacto humanitario crítico
La violencia dejó a gran parte de la provincia sin servicios esenciales. Numerosas localidades registran cortes de electricidad, escasez de agua y sistemas de comunicación colapsados. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó que miles de familias abandonaron sus hogares en medio de los combates.
La situación ha desatado llamados urgentes de ayuda humanitaria por parte de organizaciones internacionales. Los corredores de asistencia siguen bloqueados y la infraestructura médica de la región quedó severamente dañada.
Perspectivas y tensiones latentes
Aunque el acuerdo ha sido bien recibido por la comunidad internacional, analistas advierten que la tregua es frágil y su cumplimiento dependerá del accionar de los actores armados locales. Las divisiones sectarias entre drusos, beduinos y suníes siguen alimentando un clima de desconfianza, en una región históricamente golpeada por la guerra civil.
Por ahora, la prioridad es garantizar la llegada de ayuda humanitaria, restablecer los servicios básicos y monitorear de cerca el cumplimiento del acuerdo para evitar una nueva escalada que podría reavivar el conflicto regional.