Benedetto vuelve a la presidencia en Rivadavia: "Queremos reestructurar el club y que los socios decidan"

Sportivo Bernardino Rivadavia atraviesa un nuevo capítulo institucional con la asunción de Rubén Benedetto como presidente, quien retorna al cargo tras la salida de Juan Pablo Ibarra y su comisión. Junto a un grupo de colaboradores, en su mayoría ya conocidos en el club, Benedetto fue electo en asamblea y rápidamente tomó decisiones clave para esta etapa de transición, incluyendo el cambio de director técnico del primer equipo.

“Siempre es una alegría poder ayudar al club”

En diálogo con Sur24, Benedetto expresó su satisfacción por volver al mando del club (será su tercer ciclo): “Las sensaciones de volver como dirigente son de alegría. Como hincha nunca dejé de estar y tampoco como colaborador. Uno tiene la vocación de ayudar siempre y volver a la presidencia es simplemente retomar el día a día que ya conozco, porque lo he hecho durante muchos años”, señaló.

Respecto a la conformación de la nueva comisión directiva, el flamante presidente destacó la predisposición del grupo aclarando que “es prácticamente la misma que trabajó conmigo en 2022 y 2023, con algunos integrantes nuevos” y que el trabajo de formarla “fue fácil porque había muchas ganas de colaborar”. "Ayer en la asamblea había más de 60 o 70 personas, y eso es lo importante”, añadió.

Objetivos institucionales, deportivos y económicos

La actual gestión tiene un horizonte claro que combina urgencias y planificación: “A nivel institucional, queremos ordenar todo hasta fin de año. En diciembre haremos una asamblea ordinaria con balance y elecciones, para que los socios elijan a sus representantes de cara al 2026. Vamos a acompañar esta etapa con una campaña de socios bien hecha”, adelantó Benedetto.

Mientras que, en lo económico, apuntan a sanear las cuentas con el plantel y cuerpo técnico: Tenemos una deuda que ya empezamos a achicar. El objetivo inmediato es terminar el año ordenados y con varios eventos que se irán anunciando”.

Desde lo deportivo, el plan también es concreto: "No pelear en el fondo de la tabla. Estamos a mitad de camino y con este nuevo cuerpo técnico vamos a intentar meternos entre los ocho. Sabemos que no es fácil, pero lo vamos a intentar”, declaró.

Gottardi reemplaza a Agli en el banco

Una de las primeras determinaciones de la nueva conducción fue el recambio en la dirección técnica. Luis Agli, quien venía desempeñándose al frente del equipo, fue reemplazado por Leandro “Keko” Gottardi, quien ya tuvo un paso por el club como ayudante de campo en el ascenso de 2021 y que recientemente logró subir de categoría con Centenario.

La decisión, según explicó Benedetto, fue netamente futbolística: "No hubo otro motivo más que una cuestión de gusto. Lo decidimos en la comisión y yo lo hablé personalmente con Agli. Lo entendió perfectamente, fue con respeto”.

El club oficializó la llegada de Gottardi a través de sus redes sociales:

A su vez, despidieron a Agli con un mensaje de agradecimiento por su “compromiso y responsabilidad” durante su paso por la V Azulada.

La vuelta de Rubén Benedetto al mando del club no es una más. Esta vez no volvió por ambición ni por nostalgia, sino porque —una vez más— alguien tenía que dar el paso. Lo hace con la tranquilidad de quien ya estuvo, de quien conoce los rincones del club tanto como el murmullo del tablón. Vuelve uno de los de siempre, de los que en tiempos de vacas gordas supo también estar y disfrutar, aunque ahora le toque caminar por caminos más sinuosos en una institución tan gloriosa como herida, con más preguntas que respuestas.

Porque lo fácil es estar cuando la pelota entra y el club sonríe. Lo difícil es ponerse el buzo en medio de la tormenta. Y Benedetto lo hizo. Con una comisión que conoce, con el respaldo del socio que se acercó a la asamblea como pocas veces, y con el corazón puesto en una idea sencilla pero profunda: que Sportivo Rivadavia vuelva a ser de los socios.

Tendrá que ordenar, gestionar, conciliar, tomar decisiones incómodas. Ya lo hizo con el cuerpo técnico. Pero lo que está en juego no es un torneo, o mejor dicho no es sólo un torneo. Es el alma misma de la V Azulada. Y en eso, quizás, sea bueno volver a confiar en los que ya supieron cuidar ese fuego sagrado. Porque a veces, para recuperar la gloria, hace falta volver a empezar… y si es “con los de siempre”, mucho mejor.