Emergencia climática
Bolivia: 92 municipios declarados en desastre por el frío extremo

Las heladas afectan a más de 400.000 familias con temperaturas de hasta -24°. Dos menores fallecidos por hipotermia, según autoridades.
Las temperaturas extremas que se registran desde hace semanas en gran parte del altiplano y los valles bolivianos desataron una emergencia climática sin precedentes. El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que 92 municipios fueron declarados oficialmente en desastre, mientras que otros 12 están en situación de emergencia.
"Tenemos 3.499 comunidades afectadas y alrededor de 400.000 familias, entre damnificadas y afectadas", precisó la autoridad en declaraciones a medios locales.
Los departamentos más golpeados por las heladas son Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí y Tarija. Este último fue declarado en desastre a nivel departamental, mientras que Potosí se encuentra bajo emergencia por temperaturas que llegan hasta los -24°C en las zonas más altas y fronterizas.

Crisis humanitaria y pérdidas agrícolas
El frío extremo no solo afecta a la población, sino también al sistema productivo. Según un informe, las heladas han causado la pérdida de cultivos clave como papa, haba y maíz, afectando principalmente a comunidades rurales del altiplano y los valles de Cochabamba y Potosí.
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El saldo humano también es preocupante: al menos dos menores murieron por hipotermia en comunidades aisladas. La situación se agrava por la escasez de recursos para atender a los damnificados, muchos de los cuales viven en condiciones precarias sin acceso adecuado a calefacción o abrigo.

Las temperaturas seguirán bajando
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Bolivia anticipó que las bajas temperaturas persistirán durante todo el mes de julio. Se esperan nuevos descensos térmicos en el occidente del país, lo que podría agravar aún más la crisis.
El gobierno boliviano analiza medidas adicionales para contener los efectos de la emergencia, mientras las autoridades locales reclaman asistencia urgente para comunidades rurales y pueblos originarios que permanecen aislados.
La ola polar en Sudamérica no solo golpea a Argentina, sino que también expone la vulnerabilidad climática de países vecinos como Bolivia, donde el frío extremo ya ha dejado un saldo trágico y miles de familias en situación crítica.