Datos de INDEC
Buenas expectativas para supermercados que contrastan con la crisis en crédito y consumo

Un nuevo informe oficial muestra que los supermercados y autoservicios mayoristas agentinos esperan una leve mejora para el trimestre mayo-julio. Sin embargo, persisten los problemas de demanda, financiamiento y empleo.
El comercio argentino empieza a mostrar un cambio de ánimo. Según la última Encuesta de Tendencia de Negocios (ETN) que elabora el INDEC, el 21,9% de los empresarios del sector supermercadista espera que la situación comercial mejore en los próximos tres meses.
Este leve optimismo se traduce en un balance positivo del Indicador de Confianza Empresarial (ICE), que trepó a 2,3% tras varios meses en terreno negativo. Sin embargo, el 71% cree que todo seguirá igual y el 6,8% teme un empeoramiento, lo que revela que la confianza todavía se mueve con cautela.
La demanda, el principal freno del comercio
Aunque el informe del INDEC registra una mejora en la expectativa comercial, la foto actual del sector es menos alentadora. El 28,8% de las empresas considera que su situación actual es “mala” y solo un 11% la define como “buena”. El resto, mayoritario, responde que es “normal”.
El 57,5% de los empresarios identifica a la caída de la demanda como el principal obstáculo para aumentar la actividad comercial. Le siguen el costo laboral (23,3%) y el costo del financiamiento (9,6%). La competencia y los problemas de abastecimiento quedaron relegados en esta medición.
Crédito caro, stocks ajustados y precios en alza
El acceso al crédito sigue siendo un problema estructural. Uno de cada tres empresarios (32,9%) dice que el financiamiento es difícil, y solo un 4,1% lo considera accesible. En plena transición entre inflación alta y tasas aún elevadas, la posibilidad de expandir stock o invertir está fuertemente condicionada.
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En abril, el 60,3% de los supermercados declaró aumentos de precios. Aunque este dato no forma parte del cálculo de confianza, deja en claro que el traslado a precios continúa. Mientras tanto, un 20,5% asegura tener niveles de stock por debajo de lo normal, lo que podría reflejar prudencia ante la incertidumbre.
El empleo no se mueve: más cautela que expansión
Otro de los datos preocupantes es el del empleo. Casi 8 de cada 10 empresas (79,5%) no prevé cambios en su plantilla, un 17,8% espera reducirla y apenas un 2,7% piensa contratar.
Del lado de los pedidos a proveedores, el panorama es similar: el 75,3% no planea aumentarlos y un 15% incluso proyecta una reducción. Es decir, el rebote de confianza todavía no se traduce en decisiones concretas.
¿Optimismo contenido o ilusión estadística?
La lectura que deja esta edición de la ETN es clara: el comercio empieza a mostrar señales de mejora, pero todavía navega en aguas poco profundas. La confianza mejora, sí, pero sobre una base frágil.
La reactivación depende de que la demanda interna repunte, que el crédito se abarate y que el consumo, finalmente, se anime a volver. Si eso no ocurre, este repunte no será más que una pausa estadística en medio de un estancamiento persistente.