Estudio local
Buscan prevenir los síntomas de la enfermedad crónica de Chagas mediante una vacuna nasal
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Se publicó en una revista internacional de inmunología una investigación realizada en un laboratorio de UNL-Conicet que ensaya una vacuna contra esta patología. El trabajo fue liderado por Iván Marcipar y la becaria Paula Cacik y aún está en la instancia experimental.
Por Mariela Goy (El Litoral)
Una investigación realizada en el Laboratorio de Tecnología Inmunológica (LTI) de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (de la UNL) y del Conicet, en conjunto con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la del Nordeste (Unne), desarrolló una vacuna nasal experimental contra el Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad de Chagas, con resultados alentadores en modelos animales para prevenir el desarrollo de cardiopatías, incluso se aplica en la fase crónica de la infección.
El estudio fue publicado en la edición de octubre de Frontiers in Immunology, una de las revistas internacionales de mayor impacto en el campo de la inmunología básica y traslacional. El trabajo reafirma el rol de la Universidad Nacional del Litoral y del Conicet como referentes en biotecnología y salud pública, y destaca el valor de la colaboración interinstitucional entre universidades públicas del país para abordar problemáticas sanitarias que siguen afectando a millones de personas en el mundo, especialmente, en América Latina.
"Lo que logramos demostrar es que esta vacuna nasal puede reducir la inflamación, la fibrosis y la cantidad de parásitos en el corazón en la etapa crónica de la infección", explicó Iván Marcipar, director del LTI y responsable del equipo que lideró el trabajo que lleva adelante la becaria Paula Cacik, en el marco de su tesis doctoral.
"Hasta ahora se probó en ratones y vimos que, al aplicarla cuando ya están infectados, logra atenuar o incluso prevenir el desarrollo de lesiones cardíacas", agregó Marcipar en diálogo con El Litoral.
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Respuesta inmunológica protectora
El investigador detalló que el enfoque apunta tanto a la prevención como al tratamiento de las formas crónicas. "En el Chagas, la mayoría de los pacientes -un 70%- no desarrolla síntomas porque su sistema inmune logra controlarlo. Lo que intentamos con esta vacuna es justamente imitar el tipo de respuesta inmunológica de quienes no desarrollan la enfermedad en todas las personas con infección crónica", explicó.
Ante la consulta, Marcipar precisó que existen dos tipos de estrategias posibles en cuanto a vacunas se refiere. "Puede desarrollarse una que prevenga la infección, como las del calendario, u otra terapéutica, que se aplica cuando la enfermedad ya está instalada. Nuestro trabajo va en esta segunda línea: buscamos tratamientos alternativos que logren reducir los síntomas o frenar el avance de la cardiopatía chagásica", explicó.
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En los ensayos profilácticos, el equipo observó que la vacuna previno las alteraciones electrocardiográficas, mientras que en los tratamientos aplicados luego de la infección "disminuyó a la mitad la incidencia de arritmias, lo que es un resultado muy alentador", sostuvo el investigador.
Por su parte, la biotecnóloga Cacik explicó que el trabajo abre una perspectiva esperanzadora para las personas que ya cursan la enfermedad. "Uno de los principales desafíos del Chagas es que muchas personas reciben el diagnóstico cuando la infección ya está avanzada y los tratamientos disponibles dejan de ser efectivos. Por eso, nuestro enfoque busca que la vacuna no solo actúe de forma preventiva, sino también terapéutica frente al daño ya instalado", señaló.
La investigadora remarcó que "esto representa una alternativa para quienes hoy no cuentan con opciones de cura y enfrentan un alto riesgo de desarrollar una cardiopatía chagásica crónica, que afecta entre el 30 y el 40% de los casos". Y concluyó: "Nuestro trabajo apunta justamente a reducir ese impacto cardíaco silencioso y a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas".
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Fase experimental y próximos pasos
"Esto es una prueba de concepto -aclaró Marcipar- Todavía estamos en fase experimental, pero muestra que una vacuna nasal puede mejorar la evolución de la enfermedad crónica. Ahora queremos incorporar nuevos antígenos y desarrollar adyuvantes que potencien la respuesta inmunológica".
El equipo trabaja también en una línea combinada entre el fármaco parasiticida y la vacuna. "Las drogas actuales funcionan bien en la etapa aguda, pero no en la crónica. Estamos probando si, al combinarlas con la vacuna, se puede lograr un efecto sinérgico. Esa es una de las metas que seguimos explorando dentro de la tesis doctoral de Paula Cacik", señaló.
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Con respecto a la situación epidemiológica, Marcipar recordó que "a nivel mundial se estima que hay entre 6 y 7 millones de personas con Chagas, la mayoría en Latinoamérica porque es la región en donde predominan los insectos que diseminan la infección, aunque también hay muchos casos en Estados Unidos y Europa debido a las migraciones".
"En las últimas décadas bajó mucho la cantidad de infectados, gracias a los programas de control de la vinchuca y al tamizaje obligatorio en bancos de sangre. Pero todavía hay millones de personas en etapa crónica para las que no existe un tratamiento efectivo. Nuestra vacuna apunta justamente a darles una alternativa que reduzca el daño cardíaco y mejore la calidad de vida", indicó.
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Dificultades de la ciencia en la Argentina
El investigador también se refirió a las dificultades de sostener la investigación en el contexto actual. "Publicar en revistas internacionales cuesta miles de dólares. En este caso, pude hacerlo gracias a un crédito que me dieron por haber trabajado como editor y revisor de artículos para la misma revista. Si no, hubiera sido imposible. En cualquier otro país, los subsidios cubren esos costos; nosotros no tenemos esa posibilidad", comentó.
"Mi subsidio nacional es de 2021, tenía una duración de cuatro años, pero solo me pagaron la mitad. Hace más de un año que no recibimos fondos y eso nos va paralizando. Tratamos de mantenernos con subsidios provinciales y haciendo servicios a terceros para sostener el laboratorio. A veces sale un proyecto, a veces no. Es muy difícil", lamentó.

