Butacas vacías: el cine local tiene expectativas de “poder abrir en agosto”
Otro de los sectores que fue golpeado por esta pandemia fue el de las salas de cine, que al tener su actividad en espacios cerrados fue uno de los últimos en reabrir sus puertas. Esto atado también a que la crisis del coronavirus afectó a las realizaciones del séptimo arte, y recién ahora se están retomando algunas producciones para la pantalla grande.
Desde Cinema Casey, su encargado Guillermo Padilla, comentó a Sur 24 que haciendo un análisis de lo que se está viviendo respecto al Covid-19 y mirando el contenido que se está produciendo en la industria, tienen expectativas de reapertura “para el mes de agosto”.
La sala de cine venadense estuvo cerrada casi un año y reabrió el pasado 12 de marzo pero debieron volver a cerrar el 20 de abril, cuando las restricciones por la pandemia obligaron a apagar nuevamente las pantallas. “Lo bueno es que en ese momento la gente respondió muy bien, más allá de que había un aforo del 30 por ciento”, contaba el titular local del complejo que depende de Pergamino, e indicó que en su mayoría el público que se acercaba era de localidades de la región.
Cinema Casey, ubicado en el 2º piso del shopping venadense, cuenta con dos salas con 140 butacas cada una, y al momento de la reapertura por protocolo Covid se ocupaban solo 40 de ellas. “Con ‘Godzilla versus Kong’ llegamos a completar esas 40 entradas, sino a veces es menos de esa capacidad”, manifestaba Padilla quien dijo que hubo intentos de reabrir las salas en conversaciones con el Municipio pero no obtuvieron respuesta favorable ya que la decisión provenía del gobierno provincial y nacional.
“A nivel personal es un golpe fuerte por el hecho de que cobramos el 60 por ciento del sueldo y la mayoría salimos a buscar otro trabajo”, detallaba e indicaba que son tres los empleados fijos y en temporada alta se suman cuatro más.
Consultado por la inquietud de la gente que frecuenta las salas, mencionó: “A nivel mundial, los contagios en el cine son casi nulos y la pregunta de quienes vienen es que afuera la vida es normal pero el cine sigue cerrado”.
Respecto a la posible reapertura señaló como fecha estimativa agosto si la pandemia lo permite, “ya que el mundo cinematográfico sale de Estados Unidos y ahora está volviendo casi a la normalidad y la temporada fuerte de ellos es el verano (junio-julio), es decir en el invierno nuestro que es cuando se estrenan los ‘tanques’ (películas taquilleras) del cine como Rápidos y Furiosos 9, Black Widow y algunas de Disney”.
Por otra parte, explicaba que también dependen de las grandes cadenas de cine del país, que en su momento decidieron no volver a abrir. “A ellos no les convenía porque tienen a lo mejor 15 salas y con un aforo del 30 por ciento necesitaban muchos empleados para atender a poca gente y al no haber estrenos fuertes decidieron no abrir y eso nos perjudicaba a las cadenas chicas porque son ellos los que hacen fuerza”.
Protocolo en las salas
Al momento de reabrir, los cuidados que debieron aplicar fueron: el uso de barbijo, alcohol en gel, control de la temperatura al ingresar, distancia de dos butacas entre personas, burbujas de máximo de seis integrantes, y no se proyectaba en 3D (debido al uso de los lentes especiales para esta modalidad).
“En estas salas no tenemos ventilación cruzada, pero los aires hacen un recambio en el ambiente y se limpiaban las butacas, los apoya brazos y había un lapso de 40 minutos entre función y función para que no se junte la gente antes de entrar a la sala”, graficaba.
Luces apagadas
Según un relevamiento de un medio porteño, en la actualidad permanecen abiertos en todo el país 113 complejos, con un total de 267 pantallas en funcionamiento. Se trata de un número siempre provisional, porque casi todos los días hay datos de nuevos cierres, sobre todo debido a la falta de estrenos.
Las restricciones dispuestas por el Gobierno a raíz de la pandemia determinaron a partir del 15 de abril pasado un nuevo cierre de los cines del área metropolitana, que aportan más del 60 por ciento del total de las entradas de cine vendidas en la Argentina. Los datos de la industria indican que en la primera semana de abril el 84 por ciento de los cines del país estuvo abierto y ese porcentaje bajó al 38 por ciento en la tercera semana, después de la decisión oficial de volver a bajar la persiana de los cines porteños y del conurbano.
A partir de ese momento varias provincias empezaron de a poco a sumarse a la veda. Primero fue Catamarca, luego San Luis, más tarde Santa Fe.
Hay provincias que tienen algunas ciudades con cines todavía abiertos y otras que tuvieron que cerrar sus puertas a partir de una combinación de factores: la pandemia de un lado y la falta de atractivo de los exhibidores para mantener abiertas las salas cuando no hay títulos de peso para renovar la cartelera. En mayo volvieron a cerrar salas de Chilecito (La Rioja), Gualeguaychú y Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Rawson (Chubut), Santa Rosa (La Pampa) y Pergamino (Buenos Aires).