Cosmos 482
Cápsula espacial soviética podría impactar en la Tierra en los próximos días

Más de 50 años después de su fallido intento por llegar a Venus, una nave soviética podría impactar contra el planeta. Qué riesgos representa y por qué se sigue hablando de ella.
Una cápsula espacial de la era soviética, que formó parte de un intento frustrado de llegar a Venus en 1972, podría reingresar a la atmósfera terrestre esta semana. Se trata de Cosmos 482, un fragmento espacial que ha permanecido en órbita por más de medio siglo y que, según expertos en astrofísica, podría sobrevivir al violento descenso y caer sobre la superficie de la Tierra.
La caída de la cápsula reaviva el debate por la basura espacial.
Aunque se estima que el reingreso ocurrirá alrededor del 10 de mayo, los especialistas advierten que todavía hay un alto grado de incertidumbre. La forma y densidad del objeto, sumadas a la imprevisibilidad del clima espacial, dificultan una predicción precisa sobre su trayectoria final y posible punto de impacto.
¿Qué es Cosmos 482?
Cosmos 482 es una cápsula soviética que originalmente formaba parte del programa Venera, desarrollado durante la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Su objetivo era llegar a Venus y estudiar su superficie y atmósfera. Sin embargo, la misión fracasó poco después del lanzamiento y la nave quedó atrapada en una órbita terrestre.
Se cree que el fragmento que hoy preocupa es la cápsula de entrada, un componente diseñado para resistir condiciones extremas en la atmósfera de Venus, donde la presión es 90 veces mayor que en la Tierra. Esa misma robustez hace que tenga altas probabilidades de sobrevivir al reingreso atmosférico y llegar intacta al suelo.
Riesgos para la población
De acuerdo con especialistas del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y la Corporación Aeroespacial, el riesgo de que Cosmos 482 cause daños graves es muy bajo, con una probabilidad estimada de 1 en 25.000. Aun así, no se descarta por completo la posibilidad de que impacte en una zona habitada.
La zona de caída potencial se extiende entre los 52 grados de latitud norte y sur, lo que abarca gran parte del planeta, incluyendo América del Sur, África, Asia y Oceanía. Sin embargo, como el 70 % de la superficie terrestre está cubierta por agua, los expertos coinciden en que lo más probable es que termine cayendo en el océano.
¿Qué hacer si aparece un fragmento?
En caso de que el objeto impacte en tierra firme, se recomienda no tocar ni manipular los restos, ya que podrían contener materiales peligrosos. La recomendación es contactar de inmediato a las autoridades locales, ya que la cápsula podría liberar combustibles o sustancias tóxicas.
Además, según lo estipulado por el Tratado del Espacio Exterior de 1967, la Federación Rusa conservaría la propiedad legal de los restos, por lo que incluso podría intentar recuperarlos tras el impacto.
Una lección sobre la basura espacial
El caso de Cosmos 482 pone nuevamente sobre la mesa el problema del manejo de desechos espaciales. Aunque hoy existen normativas más estrictas para evitar que satélites y naves sin control reingresen a la Tierra de forma peligrosa, este tipo de incidentes muestra cómo decisiones tecnológicas tomadas hace décadas pueden tener consecuencias en el presente.
“Lo que sube, baja. Y este caso demuestra por qué es crucial seguir mejorando las estrategias para mitigar el impacto de la basura espacial en nuestro planeta”, advirtió un portavoz de la Corporación Aeroespacial.
Venus: el destino nunca alcanzado
Venus, el planeta al que apuntaba la misión original, sigue siendo uno de los más enigmáticos del sistema solar. Envuelto en nubes de ácido sulfúrico y con temperaturas que superan los 450 grados, es un entorno hostil para cualquier sonda.
En los años 70, la Unión Soviética logró que algunas de sus sondas Venera transmitieran datos desde la superficie del planeta por breves minutos antes de ser destruidas por las condiciones extremas. Cosmos 482, en cambio, jamás salió del vecindario terrestre y ahora está por regresar.