Caso Scamurra Riol: la palabra oficial de Fiscalía desmiente la versión del robo violento

El caso de la desaparición del adolescente Alejandro Rubén Scamurra Riol, ocurrido el martes 12 de agosto, generó justificada alarma en Venado Tuerto. El joven, de 14 años, había salido de su casa por la mañana para asistir a una clase de natación, pero no regresó. La versión inicial que circuló entre los vecinos y medios locales indicaba que Alejandro habría sido víctima de un violento asalto, incluso se mencionaba que habría recibido golpes y que le robaron la bicicleta. Sin embargo, esta hipótesis fue rápidamente descartada por la fiscalía, que brindó detalles oficiales sobre el desarrollo del caso.

Según relató la fiscal Florencia Schiappa Pietra, la investigación comenzó cuando la familia de Alejandro presentó la denuncia alrededor de las 19 horas del martes. El joven había discutido con uno de sus progenitores por cuestiones relacionadas con el uso del celular y, aparentemente, decidió irse sin su teléfono móvil. "El adolescente no regresó a su casa después de salir para ir a natación, lo que generó la preocupación y la denuncia", explicó la fiscal en una entrevista realizada en LT29 el mediodía de este jueves.

A partir de ahí, se activaron los protocolos correspondientes. La Policía local, Gendarmería y Bomberos se pusieron a disposición para realizar patrullajes por toda la ciudad, y la Unidad Regional VIII solicitó colaboración en puntos estratégicos como el Hospital Gutiérrez, la Terminal de Ómnibus “Arturo H. Illia” y los accesos a la ciudad. Al mismo tiempo, se emitió un pedido de paradero a través de los medios.

Con el paso de las horas, la búsqueda intensificó su alcance, y la población se sumó al esfuerzo, ayudando a difundir la foto del joven. No fue hasta la mañana del miércoles, alrededor de las 9, cuando Alejandro regresó a su casa por sus propios medios. El adolescente explicó que ya se encontraba en su barrio y que conocía bien la zona. "Si no hubiese sido por la mamá de un amigo que lo encontró, habría llegado solo a casa", aseguró.

En cuanto a las versiones iniciales sobre un supuesto robo, la fiscal Schiappa Pietra descartó categóricamente esta posibilidad. "Con las pruebas reunidas y las declaraciones del propio menor, podemos afirmar que no hubo un robo ni un asalto violento como se había dicho. La mochila de Alejandro estaba intacta, incluso contenía 50 mil pesos en efectivo, lo que hace inviable la versión del robo", afirmó la fiscal. Además, se constató que la bicicleta no presentaba daños y estaba asegurada con su candado en el lugar donde fue encontrada, a pocos metros de su casa.

Otro dato clave que desmintió las versiones iniciales fue el análisis de las cámaras de seguridad. La fiscal indicó que las grabaciones mostraron a Alejandro tranquilo, circulando en bicicleta cerca del Club Ciudad, sin signos de ser perseguido o atacado. "Las cámaras no muestran ninguna situación sospechosa ni alteración en su comportamiento", explicó.

En cuanto a la salud del joven, un informe médico reveló que sufrió una fractura en la clavícula, pero no se pudo determinar si fue consecuencia de una caída o de un golpe recibido durante el suceso. Alejandro, al ser entrevistado, afirmó no recordar bien lo sucedido durante las horas previas a su regreso.

La investigación continuará para esclarecer todos los detalles, pero por el momento, las líneas de investigación relacionadas con el robo y el asalto han sido desestimadas. La Fiscalía se encuentra ahora enfocada en determinar las circunstancias exactas de la desaparición, aunque aún no hay evidencias que apunten a un delito.

Este episodio, que generó gran preocupación en la comunidad, dejó una serie de preguntas sin respuesta, pero la versión oficial permite cerrar el caso con un desenlace positivo: Alejandro Scamurra Riol está de regreso en su hogar, sano y salvo.