En Santa Fe, Rosario y Sunchales
Causa Fentanilo: más de 30 pacientes fallecidos y siguen los allanamientos en droguerías de la provincia

La Justicia investiga a los que distribuyeron las ampollas con bacterias letales. En la provincia de Santa Fe, se allanaron este lunes tres sedes de la Droguería Alfarma (en Rosario, en Sunchales y en el barrio porteño de Caballito) y la Droguería Federal Pharma, en la ciudad capital.
La muerte de 33 personas por el uso de fentanilo contaminado en hospitales y sanatorios de Argentina ha desatado una investigación federal que avanza sobre laboratorios, droguerías y organismos de control. El potente opioide, clave en cuidados intensivos, fue distribuido con bacterias letales que provocaron neumonías, septicemias y otras infecciones en pacientes críticos.
La droga se administró entre abril y mayo de 2025 al menos a 69 personas. El foco inicial fue el Hospital Italiano de La Plata, donde se reportaron los primeros casos fatales. Luego se confirmaron víctimas en el HECA y el Sanatorio Parque de Rosario, el Cullen de Santa Fe y el sanatorio Dupuytren en CABA.
Este martes se sumaron más allanamientos para sumar pruebas a la causa, ordenados por el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak y realizados por la Policía Federal Argentina.
Los procedimientos se llevaron a cabo en establecimientos de las provincias de Santa Fe y de Buenos Aires: en tres sedes de la Droguería Alfarma (en Rosario, en Sunchales y en el barrio porteño de Caballito); en la Droguería Federal Pharma, en la ciudad de Santa Fe; en los laboratorios HLB Pharma, en San Isidro; Laboratorio Ramallo, en el partido bonaerense de Ramallo; y en la Droguería Glamamed, en Paternal.
Sabotaje, negligencia o delito
La ANMAT detectó contaminación por Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae, dos bacterias peligrosas que suelen afectar a personas inmunocomprometidas. El lote implicado pertenece a HLB Pharma y fue producido por Laboratorio Ramallo. Ambos fueron allanados por la Policía Federal, junto a cinco droguerías en Rosario, Sunchales, Caballito, Paternal y Santa Fe.
El juez federal Ernesto Kreplak intenta determinar si hubo fallas de esterilización, omisión de controles o incluso sabotaje, ya que el laboratorio HLB Pharma denunció un ataque con destrucción de documentación justo antes de la alerta sanitaria. También desaparecieron respaldos de cámaras de seguridad y se denunció el robo de una caja fuerte.

Negocio envenenado
Ariel García Furfaro, titular de HLB, ya estaba bajo la lupa judicial por causas penales previas. Fue procesado por estafa tras la compra del laboratorio y protagonizó polémicas como la venta de suero sin esterilizar. En Ramallo, la situación era similar: etiquetas apócrifas, falta de registros y producción de ampollas con numeraciones vencidas o falsas.
Pese a estar inhabilitados, ambos laboratorios habrían continuado elaborando productos que terminaron en el circuito hospitalario. En Rosario, una de las droguerías allanadas había distribuido ampollas al Hospital Italiano de La Plata, donde murió casi la mitad de los pacientes intoxicados.
Santa Fe, la más afectada
Según el Boletín Epidemiológico Nacional, la provincia de Santa Fe es la que más casos reportó después de Buenos Aires. Solo en Rosario murieron 15 personas tras recibir fentanilo en estado crítico. El Ministerio de Salud local trabaja junto a la Justicia para identificar posibles nuevos afectados y revisar todos los ingresos hospitalarios desde abril.

En total, ya se registraron 33 víctimas fatales: 16 en La Plata, 16 en Santa Fe y una en CABA. El brote fue ingresado oficialmente al SISA como “evento adverso grave por medicamento contaminado”, y el Instituto Malbrán confirmó que las bacterias encontradas en pacientes coinciden con las halladas en las ampollas.
Medida extrema y reacción nacional
El 13 de mayo, la ANMAT prohibió el uso, comercialización y distribución de los lotes de fentanilo del laboratorio HLB Pharma en todo el país. Dos días después, la Justicia ordenó allanamientos simultáneos y secuestró documentación, ampollas, precursores químicos y evidencia clave para avanzar en la trazabilidad del producto.
Mientras tanto, se formó una mesa interministerial encabezada por Seguridad de la Nación para evaluar si el lote adulterado podría haber sido desviado al narcotráfico, como ocurrió en el pasado con la efedrina.
Desde el ámbito médico, la Coordinadora de Microbiología del Hospital Italiano fue tajante: “Esto no fue un accidente. Si alguien introdujo bacterias en un fármaco hospitalario, es un atentado a la salud pública”.
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El fentanilo es un opioide 100 veces más potente que la morfina. En Argentina su uso está restringido a anestesias controladas en ambientes hospitalarios. Esta tragedia pone en crisis los controles sanitarios, expone vacíos en la cadena de trazabilidad y deja en evidencia que cuando fallan las barreras, el costo se paga con vidas humanas.