Los detalles
Cómo se elige un Papa: claves del cónclave y el misterio del humo blanco
Tras la muerte del papa Francisco, el Vaticano se prepara para una nueva elección. En esta nota, con infografía incluida, repasamos cómo se elige al sumo pontífice.
(Por María José Valdéz) - El fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril dio inicio a una etapa de luto, transición y expectativa dentro del Vaticano. Mientras se ultiman los detalles logísticos para el inicio del cónclave, muchos se preguntan cómo se elige a un nuevo Papa y qué ocurre exactamente tras las puertas cerradas de la Capilla Sixtina.
El proceso está reservado exclusivamente al Colegio Cardenalicio, conformado por aquellos cardenales menores de 80 años. Aunque todos ellos son electores, también son técnicamente elegibles, lo que convierte a cada uno en un posible sucesor de Pedro.
Al llegar a Roma, los cardenales reciben una iglesia titular a su cargo, donde celebran misa y se presentan ante la comunidad local. Este acto, aparentemente ceremonial, también permite que los fieles -y los medios- conozcan los rostros y nombres de quienes podrían liderar la Iglesia Católica.
El procedimiento de votación está dividido en tres etapas.
Sin embargo, una vez que se inicia formalmente el cónclave, todo cambia. Los cardenales ingresan en procesión solemne a la Capilla Sixtina, jurando absoluto secreto sobre lo que allí ocurra. Solo un grupo reducido de asistentes tiene permitido el contacto con ellos, y cualquier filtración puede implicar la excomunión automática.
El humo como símbolo: entre la incertidumbre y la esperanza
El procedimiento de votación está dividido en tres etapas: pre-escrutinio, escrutinio y post-escrutinio. Primero se preparan y distribuyen las papeletas. Luego, los cardenales emiten sus votos en secreto, y se recogen y contabilizan. Finalmente, las boletas se queman: si el humo que sale de la chimenea es negro, no hubo acuerdo; si es blanco, el mundo sabe que hay nuevo Papa.
El primer día suele haber una única votación, y los días siguientes hasta cuatro. Si en tres jornadas no se alcanza el consenso de dos tercios, se establece un día completo para la oración y reflexión. Si este ciclo se repite sin éxito, los dos candidatos más votados compiten entre sí, aunque ya no podrán participar en la elección.
Cuando finalmente se llega al nombre elegido, se entona el “Habemus Papam”.
Habemus Papam
La frase "Extra omnes", que significa "todos fuera", marca el inicio del aislamiento absoluto. A partir de ese instante, la decisión queda únicamente en manos de los cardenales. Cuando finalmente se llega al nombre elegido, se entona el “Habemus Papam” y las campanas de San Pedro lo anuncian al mundo.
El cónclave, con su mezcla de espiritualidad, tradición y secreto, sigue siendo uno de los rituales más enigmáticos y observados de la Iglesia Católica. Y esta vez, el mundo espera una nueva señal de humo blanco que anuncie el comienzo de una nueva etapa.