En Brasil
COP30 en Belém: la cumbre que arde sin el fuego del liderazgo global
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Belem y Lula da Silva reciben una cumbre que carece de liderazgo y retrasa la agenda 2030. Qué pasó con la delegación argentina.
Gustavo Ocampo - Gonzalo Fracchia
Brasil recibe entre el 6 y el 21 de noviembre de 2025 la Conferencia de la ONU sobre el clima (COP30) en Belém, sin los principales líderes y con la necesidad de una respuesta ante el cambio climático.
Desde las Naciones Unidas argumentan que la COP30 “se centrará en los esfuerzos necesarios para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, la presentación de nuevos planes de acción nacionales (NDC) y los avances en los compromisos financieros contraídos en la COP29”. Su secretario general, António Guterres, indicó que “esta COP debe marcar el inicio de una década de aceleración y resultados”.
Sobre el evento multilateral que posee como anfitrión a Lula da Silva, pero que careció de la presencia de muchos de los principales líderes, Joaquín Bernardis, del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), habló en CyD Litoral.
El contexto de las negociaciones
Sobre el evento que se da en el marco de las Naciones Unidas y de un tratado internacional, Joaquín Bernardis indicó que “en este caso tiene una agenda bastante interesante en temas de financiamiento internacional, en lo que viene a ser la adaptación y la mitigación al cambio climático”.

Destacó que Lula da Silva, presidente de Brasil, esta “haciéndose de otro encuentro multilateral”, pero en este caso hay varias cuestiones importantes. “La clave es que los grandes líderes, Estados Unidos y China principalmente, no asisten a la cumbre de los líderes que se dio en los días previos”, agregó Bernardis.
El licenciado en Relaciones Internacionales aclaró que “a partir de este lunes comenzó la parte técnica con economía, ambiente y relaciones exteriores. Están negociando medidas específicas para la adaptación al cambio climático”.

El columnista de CyD detalló: “Lula puso sobre la agenda el tema del financiamiento internacional con un fondo para bosques tropicales en el que se busca que en modo público-privado se generen instancias de recompensa a los países que no deforestan y fomentan la reforestación”.
"En la era de la desinformación, los oscurantistas rechazan no solo las evidencias de la ciencia, sino también los avances del multilateralismo. Controlan algoritmos, siembran el odio y difunden el miedo. Atacan a las instituciones, la ciencia y las universidades. Es el momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas", dijo Lula en un enérgico discurso en la primera sesión plenaria.
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El “tira y afloje”
Bernardis habló de que existe una “gran demanda del sur global” en la que por un lado hay “un discurso de pasemos a la acción, un slogan de esta cumbre”.
“Parte del discurso del sur global y de China es que parte de los países occidentales se desarrollaron a costa de la contaminación ambiental y que hay una especie de responsabilidades compartidas, pero diferenciada. Primero empezaron los países occidentales, primeros desarrollados, ahora los países en vías de desarrollo tratando de alcanzar, pero los ya desarrollados establecen medidas restrictivas sobre que modelo de económico establecer. Está ese tira y afloje”, comentó el especialista.
“En ese aspecto, los países tienen que presentar cada cinco años las contribuciones determinadas nacionales. Se tratan de medidas puntuales que cada país tiene que llevar a cabo en los próximos cinco años para mantener sus emisiones bajo límites bajos”, indicó Bernardis y agregó: “De 198 estados partes, aproximadamente sólo 70 países lo presentaron antes del evento. Este se tenía que haber presentado por todos los países para febrero de este año. Marca cierta lentitud del sistema internacional respecto a la agenda climática”.
“El gran problema de esta cumbre es que no hay un gran líder que quiere traicionar o ponerse sobre su espalda todo el liderazgo climático en temas de financiación y de costos”, sumó al completar el desarrollo de la principal problemática.

Sobre las posibilidades de hallar un líder, Bernardis explicó: “Uno pensaría que podría ser China, un país que contaminó y sigue contaminando bastante, pero está haciendo una gran transición a lo renovable, sin tomar riesgos de costos de liderazgo. Ve que si no cumple con determinadas medidas, no tiene demasiados costos a la hora de sus políticas ya que está enfocado más en su propio desarrollo económico y la amenaza estadounidense”.
Qué hizo Argentina
En relación a la decisión final del gobierno de Javier Milei, Bernardis manifestó que “Argentina parecía que no iba a enviar una delegación, pero finalmente envió una pequeña”.
“El año pasado la delegación argentina se retiró en medio de las negociaciones ya que no iba de acuerdo a los intereses nacionales, ya sabemos que la posición actual argentina suele estar en contra de estos foros multilaterales de cambio climático”, comentó el licenciado y sumó: “Por lo menos este año se envió una delegación, muy pequeña para la gran cantidad de temas que se van a discutir. Lo cierto es que Argentina está en una posición muy similar a Estados Unidos, mirando de reojo lo que pasa”.

Además, sumó un dato de relevancia sobre las contribuciones determinadas nacionales que sólo 70 países compartieron: “Argentina, increíblemente y contra toda lógica, lo hizo hace unas semanas”.
La recientes declaraciones del presidente Milei con el medio francés Public Sénat daban a entender una postura más radical de su gobierno ante la temática en cuestión: "O sea, no es una posición en contra ni a favor ni nada. Primero los datos. Yo trabajo sobre los datos. De hecho, yo no hago política desde la emocionalidad. ¿Miró alguna vez la serie de la historia del planeta Tierra? Digo, mire la serie y si quieren nos sentamos y la discutimos de vuelta”.

