Copa Santa Fe Vóley: Club Ciudad ganó el triangular y se metió entre los 12 mejores de la provincia

El domingo empezó con sorpresa, siguió con tensión y terminó en ovación. En la Villa Deportiva del Club Ciudad, el vóley fue protagonista de una jornada que ya quedó en los libros del deporte venadense. Tres equipos, un solo boleto a la siguiente etapa y una certeza: Ciudad no lo iba a dejar escapar.

El equipo de Fernando Tolino fue puro corazón, pero también juego, estrategia y convicción. Le ganó 3-2 a Independiente de La Rubia, sobrevivió a los momentos más oscuros de ese partido y cerró el día con una victoria impecable en sets corridos frente a Unión de Santa Fe, nada menos. Clasificado. Festejo grande. Y una tribuna que se fue con la garganta rota y el orgullo inflado.

Una mañana que empezó torcida

El primer partido del triangular fue un llamado de atención. Ciudad arrancó incómodo, quizás sorprendido por la intensidad y el aplomo de Independiente. Los visitantes se llevaron los dos primeros parciales 25-21 y 25-20, y el murmullo en las gradas era inevitable.

Pero el local reaccionó. Cambió la energía, ajustó el saque y se apoyó en su gente. Ganó el tercero 25-23 y borró a su rival en el cuarto 25-13. El quinto fue palo a palo, pero Ciudad lo cerró 15-11, con inteligencia y sangre fría.

Unión e Independiente: otro duelo al límite

El segundo turno fue un desgaste para ambos. Unión debutaba, Independiente venía con la bronca fresca. Fueron cinco sets de idas y vueltas: 28-26 para los santafesinos, 25-23 para La Rubia, 25-20 para el Tate, 25-23 otra vez para Independiente. El tie break quedó 15-13 en manos del rojiblanco, que se ganaba el derecho a definir todo con el local.

Finalísima: la mejor versión de Ciudad

La noche caía en Venado Tuerto y en la Villa Deportiva no cabía un alfiler. El pasaje a la Final Provincial de la Copa Santa Fe se jugaba en un solo partido. Ciudad o Unión. Todo o nada.

Y los de Aguirre lo jugaron como una final. Fueron tres sets cerradísimos (28-26, 31-29 y 25-23), pero con algo en común: Ciudad fue más en cada cierre. Supo sufrir, supo aguantar y supo pegar cuando había que hacerlo.

Hubo rendimientos altísimos. Danilo Smajic y Santiago Araujo cargaron con la ofensiva y no fallaron. Wenceslao Bozikovich manejó el armado con la templanza de un veterano. Valentín Giovengo, juvenil y valiente, aportó en el momento justo. Y en defensa, Sebastián Urreta y Marcelo Llop fueron una muralla.

Grito de barrio, grito de provincia

Lo que logró Ciudad este domingo es más que una clasificación: es la validación de un proceso, de una forma de trabajar y de creer en el vóley como bandera colectiva. Venado Tuerto vuelve a estar entre los grandes del vóley santafesino. Y lo hace con una identidad clara: humildad, laburo y mucho juego.

Ahora vendrá la etapa final. Los mejores 12 equipos de Santa Fe, en busca de la gloria. Pero para Ciudad, este domingo ya fue una victoria inolvidable.