Sanatorio Otamendi
Cristina Fernández fue operada por un cuadro de apendicitis
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La ex mandataria fue trasladada este sábado tras sufrir un fuerte dolor abdominal en su domicilio. Los médicos confirmaron el diagnóstico rápidamente y procedieron a practicar una apendicectomía. Pasará la noche internada y la militancia ya comienza a concentrarse en las puertas del sanatorio.
La tranquilidad del sábado se vio interrumpida en el barrio porteño de Constitución. Lo que comenzó como una visita médica de rutina ante un malestar físico, derivó en un traslado de urgencia y una intervención quirúrgica inesperada para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (72).
Según confirmaron fuentes sanitarias y del entorno de la ex mandataria, Cristina ingresó al Sanatorio Otamendi con un cuadro de abdomen agudo que, tras los estudios de rigor, fue diagnosticado como apendicitis.
Ante este escenario, el equipo médico decidió no demorar el procedimiento y, al cierre de esta edición, la ex vicepresidenta está siendo sometida a una apendicectomía. Si bien la situación generó alarma inicial, los profesionales destacaron que el cuadro fue "detectado a tiempo", lo que favorece un pronóstico alentador.
Un traslado inesperado
La jornada comenzó en el departamento donde Kirchner cumple su arresto domiciliario. Un dolor abdominal intenso motivó la llegada de profesionales de salud a su residencia. Aunque en una primera instancia se evaluó la posibilidad de tratarla in situ, la persistencia del dolor obligó a su traslado al centro de salud de Recoleta, donde posee su historia clínica histórica.
Fuentes allegadas detallaron que el ingreso no se dio en un contexto de "emergencia extrema" o riesgo de vida inminente, sino bajo la necesidad imperiosa de confirmar el origen del malestar mediante tomografías y análisis de sangre, los cuales finalmente arrojaron la inflamación del apéndice.
CFK permanece internada en el Sanatorio Otamendi. Reuters/Alessia Maccioni
Cabe recordar que la salud de la ex presidenta siempre ha sido un tema de seguimiento minucioso en el Otamendi, donde ya ha sido tratada en el pasado por cuadros relacionados con enfermedad diverticular (2014-2015). Sin embargo, los médicos aclararon que este episodio es independiente y de resolución quirúrgica estándar.
Noche de internación y vigilia
El protocolo médico indica que, tras la cirugía, Cristina Kirchner deberá permanecer en observación para controlar su evolución postoperatoria. Se confirmó que, independientemente del éxito de la intervención, pasará la noche internada en el sanatorio, bajo estricta vigilancia médica.
Mientras tanto, la noticia corrió rápido por las redes y los grupos políticos. En las afueras del Sanatorio Otamendi, sobre la calle Azcuénaga, el clima comenzó a cambiar con el correr de los minutos. Grupos de militantes y seguidores comenzaron a acercarse al lugar para realizar una vigilia, colgar carteles y brindar apoyo a la dirigente peronista, reeditando postales de otras internaciones pasadas.
Se espera que en las próximas horas la institución médica emita un parte oficial detallando el resultado de la operación y los pasos a seguir en su recuperación.
La ex mandataria tiene antecedentes de diverticulitis. Reuters/Alessia Maccioni
Antecedentes y sobre la cirugía
En relación a sus antecedentes clínicos, cabe recordar que la ex mandataria tuvo con un diagnóstico de enfermedad diverticular hace varios años. Su historia clínica se encuentra radicada en el Sanatorio Otamendi, institución donde recibió atención especializada en reiteradas oportunidades, aproximadamente durante el período 2014-2015.
Según información de la Mayo Clinic, el tratamiento estándar para la apendicitis es la extirpación quirúrgica del apéndice, un procedimiento conocido como apendicectomía. Antes de la intervención, es común que se administren antibióticos para tratar la infección.
Existen dos modalidades principales para realizar esta cirugía:
Cirugía laparoscópica: es el método menos invasivo. El cirujano realiza unos pocos cortes pequeños en el abdomen e introduce una cámara de video e instrumentos quirúrgicos especiales para extraer el apéndice. Este tipo de cirugía permite una recuperación más rápida y con menos cicatrices.
Cirugía abierta (laparotomía): se realiza mediante una única incisión de entre 5 y 10 centímetros. Este método suele ser necesario si el apéndice se ha roto y la infección se ha extendido (peritonitis) o si existe un absceso, ya que permite al cirujano limpiar la cavidad abdominal de manera efectiva.
Cabe destacar que tras la operación, el paciente suele permanecer en el hospital entre uno y dos días. Los especialistas recomiendan limitar la actividad física durante 3 a 5 días si la cirugía fue laparoscópica, y de 10 a 14 días si fue abierta.

