Cristina Kirchner, antes de la decisión judicial: “Soy una fusilada que vive realmente”

Cristina Fernández de Kirchner reapareció con fuerza este lunes en la sede del PJ nacional, donde encabezó un acto partidario en el marco del Día de la Resistencia Peronista. A tan sólo horas de que la Corte Suprema defina si ratifica su condena a seis años de prisión por la causa Vialidad, la expresidenta endureció su discurso político y judicial.

Durante su intervención, CFK cargó contra el Poder Judicial, al que acusó de funcionar como un brazo del poder real. “Conmigo siempre han intentado amedrentar a toda la clase política. Había que poner la cabeza de Cristina en una pica”, afirmó. A su vez, señaló que estar presa sería “un acto de dignidad” y no un motivo de humillación.

Críticas al modelo económico actual

Cristina también arremetió contra el gobierno de Javier Milei, al que calificó de “cachivache”. Aseguró que el modelo económico vigente es “inviable” y denunció la falsedad del anunciado superávit fiscal. “Pelotas el superávit. ¿De dónde? No se hacen rutas, no se construyen viviendas, no se financia la educación”, expresó.

Desde la calle Matheu, la expresidenta también denunció que “este gobierno va a fracasar” y llamó a la militancia a organizarse. “Nuestra obligación como militantes es estar presentes. Pase lo que pase”, sentenció. La convocatoria incluyó además una crítica hacia quienes cuestionan el número de desaparecidos durante la dictadura: “Bueno, son nueve mil. ¿Pero dónde están?”

Unidad, historia y futuro político

El acto reunió a numerosos dirigentes del kirchnerismo, como Axel Kicillof, Verónica Magario y Máximo Kirchner, y se convirtió en una muestra de respaldo ante un posible fallo judicial adverso. En ese contexto, Cristina llamó a la unidad del peronismo y pidió superar “falsas antinomias”.

También habló de su candidatura a diputada provincial por Buenos Aires, lo que —según sus palabras— disparó una nueva ofensiva judicial: “Bastó con que anunciara mi candidatura para que se desataran todos los demonios”. En un tono épico, como suele expresarse, se comparó con una sobreviviente de la Masacre de José León Suárez: “Soy una fusilada que vive realmente”.

Llamado a la militancia

Al cierre del acto, y ya en la calle con micrófono en mano, Cristina apeló al contacto directo con la militancia. “Tenemos que estar con la gente que tiene necesidades y ayudarlos a organizarse”, pidió. En un momento especialmente tenso de su carrera política y judicial, la exmandataria volvió a levantar el perfil con un mensaje de resistencia y confrontación.