Panorama económico
De los aranceles de Trump al Indec de Lavagna, según analista venadense
Mientras el presidente estadounidense Donald Trump amenaza con imponer aranceles a varios países, el analista económico venadense José Toledo analiza el posible impacto global y las oportunidades que podría generar para la economía argentina, especialmente en sectores como el agro y la energía.
El mandatario estadounidense Donald Trump volvió a sacudir la escena internacional con amenazas de imponer aranceles a distintos países con los que mantiene disputas de diversa índole. Sin embargo, especialistas coinciden en que esta postura forma parte de su estrategia de negociación, como es el caso del venadense José Toledo, quien se desempeña en el asesoramiento contable a pequeñas y medianas empresas y, además, es un reconocido analista de temas económicos.
“Trump está ladrando, ladrando y ladrando para llegar a un arreglo. No creo que vaya a fondo con todo lo que está diciendo, porque sería un problema complejo a nivel mundial”, sostiene. En este contexto, se espera que la tensión con China desemboque en una mesa de negociación, mientras que países como Canadá y México, que dependen en gran medida del comercio con EEUU, podrían enfrentar mayores dificultades.
Uno de los puntos clave en esta situación es el impacto en la economía estadounidense. “Si bien la imposición de aranceles podría afectar a otras naciones, también generaría un aumento de la inflación interna en EEUU, un problema que Trump señaló repetidamente como una debilidad de la administración Biden”, enfatizó Toledo.
Argentina y una ventana de oportunidad
A pesar de la incertidumbre global, la situación podría abrir una oportunidad para Argentina en sectores como el agro y la energía. Con la posibilidad de que algunos mercados queden desatendidos por la guerra comercial, “el país podría posicionarse como proveedor alternativo en exportaciones de cereales y carnes”, observó el analista.
“Un ejemplo concreto de esta estrategia es el acuerdo alcanzado por YPF con la India para la provisión de gas. Este tipo de alianzas podrían fortalecerse en un contexto donde otras potencias ajustan sus relaciones comerciales”, dijo Toledo y sumó: “Siempre que hay estos ruidos globales, hay que analizar dónde podemos encontrar espacios para que Argentina ingrese”.
Inflación, crecimiento y el desafío de la macroeconomía
A nivel interno, la economía argentina enfrenta un año desafiante. El gobierno apuesta al equilibrio fiscal como una de sus principales banderas, a la par de una inflación anual, devenida su principal estandarte, de entre el 25% y el 30%. “Un año atrás no lo hubiera creído posible, pero hoy confío un poco más, sobre todo después del 117% de inflación en 2024, que fue un porcentaje bajo en relación con lo que suponía la mayoría", admitió.
Por otra parte, consideró que “el crecimiento del 5% proyectado para el país también es creíble”, aunque aclaró que será “desigual” entre sectores. “Industrias como la minería, el gas y el petróleo liderarán el repunte, seguidas por el agro, ahora beneficiado por la baja de retenciones. En contraste -sugirió-, rubros como el textil podrían verse rezagados”.
El consumo también jugará un papel clave, aunque dependerá de un incremento en los salarios reales y de la disponibilidad de créditos, y acotó que, a diferencia de años anteriores, el gobierno aseguró que no recurrirá a medidas expansivas para estimular la economía en un año electoral.
El "superpeso" y los retos de la industria
Otro punto de debate es el valor del dólar y su impacto en la competitividad de las empresas argentinas. “Con un ‘superpeso’ fortalecido, atraso cambiario mediante, muchas industrias podrían enfrentar dificultades para competir en los mercados internacionales. Sectores como el textil, por ejemplo, ven cómo los consumidores prefieren comprar en países vecinos como Chile o Brasil debido a los precios más bajos”. En tal sentido, opinó que esa diferencia la explica, en parte, el alto componente impositivo, pero, además, advirtió sobre el costo argentino, que incluye variables tales como las carencias de infraestructura y la obsolescencia de los equipos, entre otras trabas internas.
“La transformación debe obedecer a un plan, donde el Estado deberá definir sus estrategias de largo plazo y ayudar a la reconversión de los sectores que ya no serán viables (por ejemplo, el textil, si es que se decide una apertura a la importación). Sin embargo, esta es la parte que este modelo no incluye, porque prioriza la macroeconomía y desatiende la microeconomía”, alertó Toledo.
“Si no se abre ese proceso con la debida anticipación, si no se capacita a la gente, podría suceder que, el empresario textil, de la noche a la mañana, ante el cambio abrupto de las condiciones, se convierta en importador y eche a todos sus empleados. ¿Y qué se hace con esa gente? De ahí, insisto, la necesidad de una capacitación para la reinserción laboral, que a su vez necesita de una educación que vuelva a ser la que fue”, agregó.
Transparencia en el Indec
En medio de los cuestionamientos sobre la medición de la inflación, el director del Indec, Marco Lavagna, ha defendido la rigurosidad de los datos oficiales. Y José Toledo, tras elogiar la “rigurosidad técnica” y “honestidad intelectual” del funcionario nacional, evaluó que “el problema no radica en la veracidad de los índices, sino en una distorsión en la ponderación de bienes y servicios”.
“Los servicios públicos y privados no tienen el peso necesario dentro de la fórmula de cálculo”, simplificó.
“Mientras los productos de supermercado mantuvieron precios estables, servicios como la luz, el gas, internet y la telefonía registraron fuertes aumentos, lo que afecta la percepción de los consumidores sobre el costo de vida”, completó.