Roturas del mobiliario urbano
Denuncia pública y policial por hechos vandálicos en San Francisco
El presidente comunal, Ignacio Freytes hizo un llamado a la reflexión a los vecinos frente a esta preocupante situación.
En los últimos días, la localidad de San Francisco ha sido escenario de un incremento en actos de vandalismo protagonizados por jóvenes, muchos de ellos menores de edad, lo que ha llevado a la comuna a tomar medidas drásticas para frenar esta problemática. Ignacio Freytes, presidente comunal de la localidad, expuso públicamente los daños ocasionados por los jóvenes a través de una denuncia realizada en el destacamento policial y un llamado de reflexión difundido en las redes sociales.
Según el relato de Freytes, los actos vandálicos, que incluyen roturas de vidrios y destrucción de mobiliario urbano como luminarias y juegos en las plazas, han sido recurrentes en las últimas semanas. Los responsables de estos daños serían en su mayoría menores, algunos de tan solo 8 o 10 años, que utilizan gomeras y rifles de aire comprimido para causar los destrozos. La situación ha escalado, llegando incluso a intentos de destrucción de paneles solares, todo registrado por las cámaras de seguridad que están instaladas en zonas estratégicas.
“Es un problema que venimos padeciendo hace tiempo”, declaró Freytes. El presidente comunal manifestó su preocupación por la falta de control y responsabilidad por parte de los padres, quienes no estarían prestando la debida atención al comportamiento de sus hijos, especialmente al permitirles circular por el pueblo con elementos potencialmente peligrosos como rifles de aire comprimido o gomeras.
Juzgado de Faltas
Ante la situación, la comuna de San Francisco ha decidido avanzar en la creación de un Juzgado de Faltas para tratar específicamente los actos vandálicos y otros delitos menores cometidos en la pequeña localidad del sur santafesino. Esta nueva instancia permitirá que las infracciones sean tratadas de manera judicial, y se espera que sirva como disuasivo para quienes causan daño al patrimonio común.
Además, se ha anunciado una ampliación del sistema de videovigilancia en el pueblo. Freites destacó que el proyecto, financiado con el apoyo del gobierno provincial, busca reforzar la seguridad y el control, instalando nuevas cámaras en puntos estratégicos, como el acceso principal al pueblo y en los alrededores del ejido urbano. La finalidad es poder identificar rápidamente a los responsables y tomar acciones preventivas más efectivas.
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Compromiso social
El presidente comunal subrayó que, a pesar de las medidas de seguridad, lo fundamental para frenar esta ola de vandalismo es el compromiso de la comunidad, en especial de los padres. En su mensaje a la población, Freytes instó a los adultos a no desentenderse de la educación y el control de los niños, recordando que una mayor supervisión y acompañamiento podría evitar que estos incidentes continúen afectando la paz social del pueblo.
“Nosotros queremos que las cosas que se rompan, alguien las pague también, porque ya nos cansamos de plantearle el problema a la comunidad. Las consecuencias de estos actos deben ser asumidas”, afirmó el mandatario, quien también hizo hincapié en que la destrucción de bienes públicos tiene un costo que es asumido por todos los vecinos, a través de los impuestos que se pagan para mejorar y mantener la infraestructura del pueblo.
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Mantener la tranquilidad
San Francisco es una localidad de pocos habitantes, conocida por su tranquilidad y su entorno apacible. Sin embargo, este aumento en los actos vandálicos ha puesto en riesgo esa esencia, y las autoridades temen que, de no tomarse medidas adecuadas, la situación se deteriore aún más.
El jefe comunal concluyó su mensaje asegurando que, a pesar de los desafíos, la comuna continuará trabajando para mantener el orden y garantizar la seguridad de los vecinos. Con la implementación de las nuevas tecnologías de videovigilancia y la creación de un sistema judicial para menores infractores, se espera que el pueblo recupere la calma y que los responsables de estos daños sean identificados y sancionados.
El problema, que afecta a la comunidad en su conjunto, ha generado un debate sobre la necesidad de una mayor intervención en la educación y formación de los jóvenes, además de una colaboración más estrecha entre la comuna y las familias para prevenir futuros incidentes.
San Francisco espera superar este conflicto con el apoyo de todos los sectores de la sociedad, para seguir siendo el pueblo tranquilo que los ha caracterizado hasta ahora.