Se aplica en estadíos tempranos de melanoma
Desarrollo argentino: una vacuna terapéutica para casos del cáncer de piel
:format(webp):quality(40)/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/12/cancer_de_piel.webp)
El equipo lleva tres décadas de investigación y estuvo integrado por medio centenar de personas.
La buena noticia sanitaria se extendió por medios de todo el país en la última semana y fue recibida con gran expectativa: luego de tres décadas de trabajo, investigadores e investigadoras de Argentina crearon una vacuna terapéutica para tratar (no prevenir) el melanoma, el cáncer de piel más agresivo.
El medicamento fue aprobado por Anmat, se utiliza bajo protocolo y, por ahora, se aplica en un establecimiento de salud.
:format(webp):quality(40)/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/12/cancer_de_piel_2.webp)
El equipo está liderado por el Dr. José Mordoh, investigador del Conicet, discípulo de Luis Leloir, e integrado por especialistas de diferentes disciplinas, becarios y profesionales.
La Dra. María Marcela Barrio forma parte del team que logró el hallazgo. Es investigadora Independiente de Conicet y subdirectora del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer.
Barrio dialogó con El Litoral y ofreció detalles sobre el fármaco a fin de conocer cómo fue su desarrollo y de qué manera actúa en el organismo, pero también para desalentar falsas expectativas. “No se aplica a personas sanas para que no tengan melanoma, sino a quienes tienen la enfermedad en determinados estadíos”, aclaró.
Puede interesarte
-¿Cómo se empezó a desarrollar esta vacuna y en qué casos se aplica?
-Vaccimel es el nombre comercial de la vacuna. Fue desarrollada a partir de un trabajo de alrededor de 30 años con un equipo liderado por el Dr. José Mordoh. Al principio trabajamos en la Fundación Instituto Leloir y después en el Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer.
Es una vacuna terapéutica, no preventiva, como es el concepto más tradicional de las vacunas. Es decir que no se aplica a personas sanas para que no tengan melanoma, sino a pacientes que han desarrollado la enfermedad.
Es una inmunoterapia; lo que busca es estimular el sistema inmunológico del paciente a lo largo de sucesivas aplicaciones que se dan en un período de 2 años. El sistema inmune, fundamentalmente los linfocitos, aprenden a conocer los antígenos que están contenidos en la vacuna y a estimularse para que, si aparecen células residuales que pudieron quedar después de la cirugía, las destruyan y eviten la aparición de futuras metástasis.
Se aplica a pacientes en estadíos tempranos de la enfermedad: IIB, IIC y IIIA, que tienen melanomas que se extirpan; que son profundos en la piel; que, si han invadido los ganglios, generaron metástasis muy pequeñas y que, a pesar de que se los opera, tienen un riesgo de recaída porque ya puede haber enfermedad micro diseminada que no podemos detectar.
En los ensayos clínicos vimos que con Vaccimel se evita, en una buena proporción de pacientes, la aparición de metástasis. O, si aparece, lo hace muy tardíamente.
:format(webp):quality(40)/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/12/cancer_de_piel_1.webp)
-¿Quiénes pueden recibir esta vacuna? ¿Tiene que ser recomendada por un especialista?
-Las personas que están operadas de un melanoma o tienen un diagnóstico reciente pueden ser derivadas por el dermatólogo que los trató, por el médico oncólogo o el cirujano que haya extirpado el tumor y tenga el informe de anatomía patológica en donde va a observar las características del tumor.
El lugar donde comenzó la inoculación con Vaccimel es el Hospital de Oncología María Curie de la ciudad de Buenos Aires.
Hay allí un equipo de médicos que reciben los casos para ser evaluados y decidir si la vacuna está indicada o no. En ese caso, se la prescribe y se inicia el tratamiento. El laboratorio Pablo Cassará tiene la licencia para comercialización y producción de la vacuna, y está empezando a ampliar esta red para que pueda ser aplicada en otros centros del país.
-¿Cómo es el tratamiento que establece la vacuna?
-Una vez que se inicia, son 13 vacunaciones que se distribuyen en dos años. Primero se hacen cada 3 semanas, luego se van espaciando a dos meses, a tres y finalmente se hace un refuerzo cada seis.
Es un “entrenamiento” del sistema inmunológico en base a un esquema que fue probado en el ensayo clínico.
-¿El melanoma es un cáncer de alta incidencia en la Argentina?
-En el país no hay muy buenas estadísticas, pero se calcula que hay unos 500 nuevos casos de melanoma en estos estadios tempranos. Probablemente son más los casos, si se consideran aquellos que también se presentan con metástasis.
No es un tumor tan frecuente pero, dentro de los cánceres de piel, es el más peligroso, porque es muy difícil de tratar y puede generar metástasis en órganos vitales. No ocurre lo mismo con otros tumores de piel, como los carcinomas basocelulares o escamosos que son de otro origen. El melanoma se origina en los melanocitos de la piel y tienen características más agresivas.
-La plataforma que se utilizó para este desarrollo, ¿puede ser aplicada a una vacuna para otro tipo de cáncer?
-Lo que desarrollamos es un esquema terapéutico que involucra células tumorales que son irradiadas y generan un muestrario de varios tipos de tumores diferentes y una mezcla de muchos antígenos hacia los cuales el sistema inmune se puede dirigir.
Ese racional de utilizar células irradiadas como fuente de antígenos sumadas a factores inmunoestimuladores se podría extrapolar a otro tipo de tumores. De hecho hay muchos grupos en el mundo investigando muy activamente en inmunoterapia, porque en los últimos 20 años, se ha reconocido al sistema inmunológico en su relación con el cáncer.
El problema es que los tumores generan mucha inmunosupresión, mecanismos de defensa contra este ataque o se hacen invisibles al sistema inmunológico.
Entonces, lo que se busca con la vacunación es generar esas “llamadas de atención” al sistema inmunológico, no en el tumor donde están estos mecanismos, sino en un sitio de inoculación con un agente inflamatorio para despertar al sistema inmune. Ese racional se podría extrapolar o aplicar eventualmente a otros tipos tumorales. Eso sí: hay tumores más pasibles de ser tratados con el sistema inmune que otros.
Cambio de perspectiva
-Hace algunas décadas, hablar de cáncer, al menos para el común de la gente, era sinónimo de muerte para decirlo sin vueltas. ¿Cambió esa relación?
-Si, afortunadamente ha cambiado bastante. Primero, se habla de la enfermedad sin el tabú con que se lo hacía antes. Eso es en gran medida porque la enfermedad es más manejable y hoy en día un diagnóstico de cáncer no siempre significa un peligro inminente para la vida, sino que hay muchas líneas de investigación.
Algunos tumores tienen la posibilidad de ser tratados con tres o cuatro líneas diferentes a medida que van evolucionando, y la persona termina viviendo crónicamente con el cáncer. Eso pasa en tumores de mama o de próstata, por ejemplo.
Por otro lado, mejoró el conocimiento de la base genética que tienen los tumores, porque en definitiva el cáncer es una enfermedad genética, no hereditaria.
Y las alteraciones en los genes se pueden estudiar con métodos de Biología molecular y secuenciación de todas las mutaciones. Eso hace que los tratamientos sean cada vez más personalizados.
Esa personalización hace que la eficacia de los tratamientos sea mayor que hace 30 años cuando se daba una quimioterapia que mataba todas las células y generaba efectos tóxicos muy graves.
Entonces sí, hubo un cambio muy importante, pero hay que aclarar que no todos los tumores son iguales. Algunos son de más difícil tratamiento. Es un espectro, pero los más frecuentes como los de mama o pulmón hoy se pueden manejar mejor que 20 ó 30 años atrás.
-Que la vacuna esté aprobada por Anmat y se esté aplicando en un centro de salud no significa que la gente pueda ir a pedirla a las farmacias.
-La vacuna se coloca bajo un control estricto porque es una aprobación bajo condiciones especiales, involucra un seguimiento de los pacientes que la reciben y debe ser aplicada en un centro de salud. No se compra en una farmacia ni es para toda persona que tiene melanoma.
Es importante no generar ansiedad ni mala información. No está indicada en pacientes que ya han tenido la enfermedad o la padecen en un estado avanzado. Está indicada para personas que están con un estadio IIB, IIC o IIIA, que son tumores más incipientes y, si reúnen las características necesarias para poder recibir la indicación, pueden ser tratados y disminuir sus posibilidades de tener metástasis a futuro.
El laboratorio está haciendo un trabajo de difusión y estos resultados fueron presentados en el último Curso Intensivo de Perfeccionamiento Dermatológico para Graduados Prof. Dr. Luis E Pierini, de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Apoyo público y privado
-¿Cuándo te involucraste en este proyecto y qué significó para vos?
-Empecé la investigación cuando era estudiante de la carrera de Biología y para hacer mi tesis de grado entré al equipo del Dr. Mordoh en la Fundación Leloir. Empecé en el año 1988, era una estudiante muy joven, y me sumé al proyecto de melanoma un poco antes del año 2000.
Fue un camino fue muy largo y difícil, pero también gratificante. Trabajamos en todas las etapas, ya sea in vitro como en ensayos clínicos. Hay que tener mucha tenacidad porque desde un principio sabíamos que el proyecto iba a durar mucho tiempo y afortunadamente lo pudimos llevar a cabo.
Tuvimos el apoyo constante, tanto de organismos públicos como privados. Y eso es lo que puede permitir el éxito de un proyecto de estas características.
Tuvimos un acompañamiento por parte del CONICET, ya sea pagando los sueldos de los investigadores y becarios, subsidios de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica y del Instituto Nacional del Cáncer. Y apoyo privado de fundaciones que nos vienen financiando desde estos 30 años, como la Fundación Sales, la Fundación Cáncer-Fuca y otras.
Ahora seguimos trabajando en este mecanismo para ver si podemos mejorar esta vacuna a futuro. Así que la investigación, para quien tiene esta vocación, no termina cuando tenés un producto en una cajita.
