Grilla de primer nivel
Destino San Javier y Emanero encabezarán la Fiesta Provincial de la Música en Wheelwright
Será para la 58º edición del tradicional festival.
La localidad de Wheelwright volverá a demostrar una vez más por qué es la Capital Provincial de la Música, cuando en noviembre próximo abra las puertas a la región de la edición 58º de su tradicional Fiesta Provincial de la Música.
Esta vez y para no desentonar, lo hará con artistas de reconocida trayectoria nacional e internacional encabezando la grilla de las dos jornadas que durará el evento. Además, habrá una importante participación de músicos locales y zonales.
Según confirmaron a este medio, el sábado 16 de noviembre se presentarán por primera vez los tucumanos de Destino San Javier, el aclamado trío argentino folclórico y romántico compuesto por Franco Favini, Bruno y Paolo Ragone,
Mientras que el domingo 17, será el turno de Emanero, uno de los artistas más destacados del momento, que logró un lugar preeminente en la escena nacional gracias a su habilidad para fusionar diversos géneros musicales como el trap, rap y cumbia.
Ambos eventos serán con entrada libre y gratuita en el predio del ferrocarril. La organización, estará a cargo de la Comuna de Wheelwright.
Vale señalar que en los últimos años el festival reunió a una importante cantidad de espectadores del sur santafesino y provincias vecinas, acumulando entre ambas jornadas entre 30 y 40 mil personass. Por el escenario principal pasaron figuras de la talla de Jairo, Banda XXI, La Konga, Chipote, Alambre González, y Ulises Bueno, entre otros.
Único
Wheelwright es la Capital Provincial de la Música desde el 2001, año en que fue instaurada como tal por decreto del Ejecutivo santafesino. La designación oficial se debió a la enorme cantidad de músicos que practican ese arte en esta localidad del departameto General López, muchos de ellos de renombre.
Puede interesarte
A este dato estadístico se suma una pintoresca historia. Decenas de vecinos de Wheelwright tenían la costumbre de tocar sus instrumentos (bandoneón, guitarra, violín, etc.) en el patio de sus casas, muchos de ellos conventillos.
Un día decidieron sacar esas tertulias a la calle, y allí crearon “el baile de la música”. Costumbre popular que quedó grabada en el imaginario colectivo de esa comunidad como una marca propia.