En el Congreso nacional
Drogas sintéticas: el narcotráfico del siglo XXI que avanza sin fronteras

Laboratorios clandestinos, rutas invisibles y sustancias químicas letales que se modifican más rápido que los marcos legales. Así crece el fenómeno global de las sustancias psicoactivas "de diseño", que preocupa a Naciones Unidas y obliga a Santa Fe a acelerar sus políticas de prevención y control. La necesidad de un abordaje integral a nivel social.
El combate contra el narcotráfico tiende a cambiar de eje. Si durante décadas las miradas estuvieron puestas en los campos de coca y marihuana, hoy la principal preocupación internacional pasa por los laboratorios clandestinos y la aparición constante de nuevas sustancias psicoactivas (NSP). Son las llamadas drogas sintéticas o de diseño, producidas en condiciones industriales o incluso domésticas, sin necesidad de cultivos ni grandes redes logísticas.
El fenómeno fue abordado en la Comisión de Prevención de Adicciones de la Cámara de Diputados de la Nación, donde legisladores escucharon el diagnóstico de Luis García Sigman, coordinador de proyectos sobre drogas sintéticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para la Región Andina y el Cono Sur. El experto recorre el país participando en instancias de debate y cursos de capacitación sobre la temática, como el que se llevó a cabo el año pasado en Rosario.
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"En los últimos años, el cultivo de coca en la región andina ha crecido, pero el mercado de drogas sintéticas ha tomado un impulso global y más difícil de contener", explicó Sigman.
Según cifras oficiales, en 2022 se estimó una producción mundial de 2757 toneladas de clorhidrato de cocaína, un 20% más que el año anterior. Esto en razón de que las drogas químicas presentan ventajas logísticas y operativas que las vuelven más atractivas para el crimen organizado: no requieren grandes extensiones de tierra; pueden producirse en cualquier lugar (incluso cerca del consumidor); son difíciles de detectar porque cambian constantemente su composición química; los insumos se adquieren legalmente o se importan bajo otros rubros; los laboratorios son móviles, ocultos y fáciles de desmantelar.
"El mercado hoy es el mundo", sostuvo el representante de la ONU. Ya no se trata de enviar cocaína desde Colombia a Estados Unidos: las organizaciones criminales operan en redes internacionales, con rutas múltiples y modos diversos de tráfico, desde vuelos comerciales y correos postales hasta containers marítimos.
Una de las nuevas rutas detectadas parte de Europa Occidental y llega al Cono Sur a través de embarques marítimos, mientras que Asia Oriental y el sudeste asiático se consolidan como los mayores centros de producción y consumo.
Drogas que cambian
Las drogas sintéticas más conocidas -como el MDMA (éxtasis), metanfetaminas, fentanilo y derivados de cannabinoides- hoy comparten mercado con cientos de sustancias nuevas. Según datos del Informe Mundial sobre las Drogas 2023, la UNODC identificó en sus laboratorios más de 1100 nuevas sustancias en circulación.

La mayoría son variaciones químicas de drogas ya fiscalizadas. "Las organizaciones criminales introducen pequeños cambios moleculares para esquivar las listas de sustancias prohibidas. Y como los marcos legales no reaccionan con la misma velocidad, se genera un agujero normativo", explicó Sigman.
Estas drogas tienen efectos devastadores: algunas son entre 10 y 100 veces más potentes que la morfina. Las consecuencias clínicas incluyen sobredosis, fallas neurológicas, cardiovasculares, psicosis aguda y muertes súbitas, incluso con dosis mínimas.
Una muestra del dinamismo que adopta este mercado es el reciente ingreso al país, a través de la Triple Frontera, del Captagón; una droga sintética conocida por su uso en conflictos armados y vinculada a grupos terroristas. Se trata de una sustancia que elimina el miedo y el dolor, utilizada por bandas criminales para cometer delitos con extrema violencia. Así, la circulación fronteras adentro se inscribiría en la lógica delictiva, pero también aplicaría al consumo considerado "recreativo".
Sin estigmas
Y es que, a diferencia del consumo marginal que solía asociarse al "drogadicto", el mercado de drogas sintéticas ha penetrado en sectores urbanos, jóvenes y profesionalizados. En América Latina, el éxtasis y los alucinógenos se popularizaron en fiestas electrónicas y espacios nocturnos, pero también en ámbitos privados y de alto poder adquisitivo.
Muchas de estas drogas se venden en forma de tabletas, gotas o polvos, lo que facilita su consumo en lugares públicos sin levantar sospechas. Se las presenta como "productos para el estilo de vida", ideales para potenciar el rendimiento, bajar el estrés o facilitar la interacción social. Esto contribuye a su aceptación cultural y dificulta las campañas de prevención.
En la provincia
Mientras el Congreso Nacional analiza estrategias de fondo, Santa Fe advirtió y admitió la relevancia de la problemática, y aplicó a su abordaje medidas de fortalecimiento de sus herramientas institucionales. En junio del año pasado, el Ministerio de Justicia y Seguridad, en conjunto con la UNODC y la Policía de Investigaciones de Chile, inauguró en Rosario un taller avanzado para combatir el narcomenudeo sintético.
En la apertura, el ministro Pablo Cococcioni señaló que "la política criminal de esta gestión se ha visto plasmada desde un primer momento en un paquete de leyes e instrumentos legales que incluyeron reformas al Código Procesal Penal, a la ley organizativa de fiscalía, aspectos de la Policía y la Policía de Investigaciones, la desfederalización de la persecución penal de microtráfico y la reforma de ejecución penal entre otros muchos instrumentos y que ahora hay que implementar. Para eso estamos trabajando fundamentalmente en la implementación de microtráfico, pero también venimos en proceso de implementación de un cambio entre la Fiscalía y la Policía de Investigaciones a partir de lo que será en muy poco tiempo el trabajo por directivas", destacó.
"Esto nos va a obligar a nosotros, desde las agencias ejecutivas, a profesionalizarnos, a cambiar nuestra dinámica de trabajo para profundizar la lucha tanto contra el crimen organizado como contra manifestaciones delictivas que en otro momento fueron minimizadas o subestimadas y hoy se están revelando como una de las principales fuentes criminógenos en nuestros entornos urbanos, como es la venta de drogas minoristas en los barrios", continuó el ministro.
Abordaje integral
Desde Naciones Unidas, el mensaje es claro: el fenómeno de las drogas sintéticas no puede abordarse sólo desde el enfoque penal. Requiere una mirada integral, que combine salud pública, regulación química, investigación científica, educación preventiva y colaboración internacional.
Luis García Sigman, coordinador de proyectos sobre drogas sintéticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), disertó en el Congreso de la Nación. Crédito: Cámara de Diputados de la Nación.
La velocidad con que surgen nuevas sustancias obliga a los Estados a tener marcos legales flexibles, laboratorios equipados, sistemas de alerta temprana y canales de cooperación técnica. "No podemos responder a un fenómeno del siglo XXI con herramientas del siglo XX", advirtió Sigman.
"El impacto en la salud, la seguridad y la estructura social es profundo", añade Francisco Dadic, director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública (FISP). Y advierte: "No alcanza con perseguir el síntoma: es necesario abordar las causas estructurales del consumo problemático y construir una política pública integral".
Fuentes:
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Comisión de Prevención de Adicciones-Cámara de Diputados de la Nación. Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe. Informe Mundial sobre las Drogas 2023 (ONU)