Esfuerzo desigual
Entre fuertes recortes de subsidios a servicios públicos, el AMBA es la excepción

La reducción de aportes estatales se muestra muy menor en ómnibus y trenes para porteños y bonaerenses. Lo contrario sucede con relación a la energía eléctrica.
Con recortes sobre abusos que se extendieron por décadas, un esfuerzo económico mucho mayor de los hogares con ingresos medios y bajos y subas constantes de las tarifas por sobre la inflación de impacto desigual en el país, el gobierno nacional redujo en 63% los subsidios a los servicios públicos.
El dato es clave por su peso en el déficit fiscal histórico que se ha superado. Y la discriminación al interior del país, por otra parte, integra una de varias medidas para bajar la inflación, o al menos su índice. Las subas de los servicios públicos en el área más poblada de la Argentina tienen siempre impactos en esa cifra.
El Reporte de Tarifas y Subsidios, que elaboran la Universidad de Buenos Aires y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, ofrece tanto las variaciones netas de los subsidios por cada prestación como su correcta lectura al considerar la inflación. En este último caso, “muestra una reducción del 63% anual”, en junio de 2025 respecto de ese mes de 2024.
Los datos.
“Los principales subsidios económicos a los sectores Agua, Energía y Transporte presentan una reducción nominal del 45% anual acumulado al 18 de junio de 2025”, dice el Reporte de Tarifas y Subsidios UBA-Conicet.
Luego, el informe se ocupa de señalar un asunto muy poco debatido: la ausencia de una ley de presupuesto por segundo año consecutivo. Se ha prorrogado ya en dos oportunidades el que estaba vigente en 2023.
Torta
La porción más significativa en la torta del gasto en subsidios a los servicios públicos por parte del Estado Nacional corresponde al sector de la energía eléctrica. 62% corresponden a ese sector, pese a que la gestión de Javier Milei ya los achicó en un 70% anual, descontada la inflación.
Datos a junio de 2025.
Se trata en definitiva de menos transferencias del Tesoro a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista de la Energía Eléctrica SA. El achique es de -62%. Allí pesa un aumento de las tarifas para todos los usuarios: comercial, industrial y residencial. Dentro de estos últimos, especialmente los N1, de ingresos altos.
También el ajuste opera por vía de la ausencia de obras públicas en el sector eléctrico y por la provisión de gas de Vaca Muerta para las centrales de generación térmica de kilovatios. Por esa razón a Enarsa se le transfieren menos fondos, en el orden de -84%.
Otros rubros
Con vistas a la privatización de Agua y Saneamiento SA se retiraron por completo los subsidios estatales para su funcionamiento. La empresa no requiere por ahora inversiones en infraestructura y la totalidad del área geográfica del AMBA cuenta con agua potable y cloacas.
En cambio, para la misma mancha urbana, la reducción de los subsidios al transporte es de apenas -36% real. Allí el Estado nacional con recursos de todos los argentinos apoya el sistema de trenes y colectivos que van entre las jurisdicciones de CABA y Provincia de Buenos Aries y transfiere, desde que se inició el gobierno actual, cero pesos para bajarle el boleto a todos los habitantes del interior.
Reparto desigual
Una vez más, el peso del ajuste no recayó de manera equitativa sobre las distintas regiones del país: el Área Metropolitana de Buenos Aires mantiene buena parte de las ayudas del sector público a sus sistemas de trenes y ómnibus que trasladan cada día hábil unas cuatro millones de personas entre el Conurbano Bonaerense y la Capital Federal.
Para el resto del país, según se disponga o no de gas natural por redes y en qué región climática se viva, los efectos de la progresiva quita de subsidios han tenido efectos diferentes. Por ejemplo, en la provincia de Santa Fe todos los usuarios contribuyen en parte para el mantenimiento del subsidio al gas natural por zona fría, pero lo recibe solo la zona sur.
Y bajo el mismo razonamiento, todo el país con sus contribuciones sostiene los subsidios a los usuarios residenciales de los niveles N2 y N3, de ingresos bajos y medios respectivamente, pero existen provincias a donde no llegan los gasoductos o aún no se han desarrollado redes. El norte santafesino, al igual que las provincias del Noreste argentino (NEA) entiende que deberían al menos pagar menos de energía eléctrica ya que a ellos nunca les llegó el gas (uno de los objetivos de las privatizaciones de los ’90, que no lograron asegurar las inversiones que se habían diseñado).
En números
Durante el año 2025 los subsidios nominales sumaron $2,08 billones y se reducen 63% respecto a igual periodo anterior.