Mensaje a los cristianos
El Papa pidió construir una Iglesia humilde y al servicio del mundo
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Durante la misa del Jubileo de los Equipos Sinodales y Órganos Participativos, celebrada en la Basílica de San Pedro, León XIV exhortó a renovar la Iglesia “desde la humildad y la comunión”, superando divisiones y clericalismos. Llamó a una Iglesia “totalmente sinodal y ministerial”, guiada por el amor y el servicio.
El papa León XIV presidió este domingo la misa con motivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y Órganos Participativos en la Basílica de San Pedro. En su homilía, invitó a “redescubrir el misterio de la Iglesia”, recordando que no es una institución jerárquica, sino un signo visible de la unión entre Dios y los hombres.
El Pontífice pidió comprender el sentido de los equipos sinodales y de los órganos de participación, como espacios donde las relaciones deben responder . En ese contexto, citó al papa Francisco para advertir contra las “lógicas mundanas” que pueden afectar la vida eclesial.
El papa León XIV durante la homilía en la Basílica de San Pedro. Foto: Reuters
Caminar juntos para servir y escuchar
“El primado en la Iglesia atañe a la vida espiritual”, expresó León XIV, subrayando que la regla suprema es el amor. Nadie está llamado a mandar, todos lo están a servir, dijo. “Ninguno posee la verdad toda entera, todos la debemos buscar con humildad, y juntos”.
El Papa invitó a mirar la comunión eclesial generada por el Espíritu Santo, y a “caminar juntos” como expresión de unidad. Retomando palabras de Francisco, recordó que “ser artesanos de unidad” parte de la dignidad común de hijos de Dios.
En su reflexión sobre la parábola del fariseo y el publicano, señaló que ambos suben al templo a orar, pero “no caminan juntos, no comparten nada”. El fariseo, explicó, representa la soberbia y el juicio sobre el otro; el publicano, en cambio, enseña la humildad y la necesidad de Dios.
“Esto también puede suceder en la comunidad cristiana —alertó—, cuando el yo prevalece sobre el nosotros, cuando la pretensión de ser mejor genera divisiones o cuando el poder se usa para ocupar espacios”.
Una Iglesia sinodal, ministerial y acogedora
León XIV remarcó que los equipos sinodales y los órganos de participación son “imagen de la Iglesia que vive en comunión”. Invitó a despojarse del clericalismo y la vanagloria para “revestirse de los sentimientos de Cristo”, y pidió ensanchar el espacio eclesial para que sea más colegial y acogedor.
“Antes que las diferencias de sexo o rol, estamos llamados a caminar juntos en busca de Dios”, afirmó. Según el Pontífice, este camino permitirá afrontar las tensiones entre unidad y diversidad, tradición y novedad, autoridad y participación, evitando que se transformen en polarizaciones.
Ser Iglesia sinodal —dijo— significa reconocer que la verdad “no se posee, sino que se busca juntos”, guiados por un corazón inquieto y enamorado del Amor.
Fieles y representantes de distintos países participaron del Jubileo. Foto: Reuters
En el tramo final de su homilía, León XIV llamó a “soñar y construir una Iglesia humilde”, que no se mantenga erguida como el fariseo, sino que se abaje “para lavar los pies de la humanidad”. Una Iglesia que no juzga, sino que acoge; que no se encierra, sino que escucha a todos.
El Papa cerró su mensaje invocando las palabras de don Tonino Bello y pidió a la Virgen María que ayude a superar las divisiones internas y reconciliar las diferencias. “Que el Señor nos conceda la gracia de permanecer enraizados en el amor para vivir en comunión. De ser, como Iglesia, testigos de unidad y de amor”, concluyó.

