Mariel Fornoni y Lara Goyburu
"El resultado electoral dio más aire al gobierno, pero no un cheque en blanco"
:format(webp):quality(40)/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/11/mariel_fornoni.webp)
Disertaron ante empresarios santafesinos en el ciclo Voces en Foco, invitadas por Torre Puerto. Analizaron el nuevo mapa político, la composición del Congreso y la agenda de reformas que el oficialismo puso en la mesa de diálogo con los gobernadores.
Las analistas políticas Mariel Fornoni y Lara Goyburu coincidieron en valorar la magnitud del respaldo popular obtenido por el gobierno de Javier Milei en las elecciones del 26 de octubre, y lo atribuyeron a la voluntad de "no volver atrás, estando a mitad del río". Establecieron que la nueva composición del Congreso favorece al oficialismo, pero obliga a llevar adelante la gestión de consensos para consagrar la agenda de reformas. Y también que el devenir de la economía será el factor determinante para la inclinación de la voluntad ciudadana en los próximos dos años.
Fornoni es analista política, consultora en opinión pública y directora de Management & Fit. Goyburu también se desempeña en la consultora como directora ejecutiva, es docente e investigadora universitaria e integra CIPPEC. Ambas fueron convocadas por Torre Puerto para el ciclo Voces en Foco, inaugurado meses atrás por el economista Damián Di Pace. En este caso, ante una concurrencia compuesta exclusivamente por empresarios santafesinos y una charla que tuvo lugar en el Hotel Los Silos, con participación de El Litoral, abordaron "El voto y el clima de negocios: interpretando los mensajes de la sociedad argentina".
Antes de ello, María José Correa, CEO de Torre Puerto, puso de resalto la intención del ciclo de funcionar como un espacio de diálogo y actualización sobre temas clave para Santa Fe y la región, con el propósito de aportar a la comunidad contenidos de valor desde múltiples áreas. Y, específicamente, "tender puentes" entre especialistas y público, para ayudar a comprender tendencias y tomar mejores decisiones en un entorno cambiante.
Fornoni: "Los gobernadores ya habían tenido sus elecciones provinciales, habían sido respaldados y me parece que en este plebiscito de gestión nacional, la gente optó por darle el apoyo". Crédito: Guilermo Di Salvatore.
Luego del encuentro, que se caracterizó por un permanente y activo intercambio con los asistentes, Fornoni y Goyburu dialogaron con El Litoral.
- En las últimas elecciones se dio un resultado que, por lo menos, requiere de alguna explicación. Que aún con una paulatina caída de la imagen del gobierno nacional, y el impacto de algunos episodios de actualidad, el oficialismo hizo una elección muy distinta a lo esperado.
Fornoni - Sí, distinta. Sobre todo porque el 37% del padrón de la provincia de Buenos Aires tiene un peso a nivel nacional muy importante. Entonces, de alguna manera validó el nivel de aprobación de gestión y de confianza en el gobierno, que creció el último mes. Y esto tenía que ver con que evidentemente la gente no quería volver atrás.
Es muy clara la imagen que ellos plantearon como analogía: la de decir "estoy a la mitad del río, sigo avanzando o me vuelvo." Y claramente la gente no quería volver, y nacionalizó la elección de tal manera que las dos últimas semanas se polarizó mucho más. Y algunas terceras fuerzas que habían tenido incluso mejor performance en otras elecciones quedaron relegadas, porque se nacionalizó y terminó siendo un plebiscito de gestión, ¿no?.
- Un fenómeno marcado por los extremos. Porque perdieron quienes se ubicaban en el polo opuesto, como es el caso de Fuerza Patria, pero también casos como el de Provincias Unidas, que también se presentaba reverso del kirchnerismo, pero con la pretensión de ser una variante más prolija y mejor. Y aún así no tuvo respaldo.
- No, pero me parece que tuvo que ver fundamentalmente con la nacionalización de la elección. Es decir, los gobernadores ya habían tenido sus elecciones provinciales, habían sido respaldados y me parece que en este plebiscito de gestión nacional la gente optó por darle el apoyo. Los gobernadores que están en Provincias Unidas en general tienen muy buen nivel de aprobación en sus gestiones, y probablemente a una elección provincial la volverían a ganar. Pero me parece que la gente entendió que acá se estaba discutiendo otra cosa.
Hubo muchas cuestiones también sobre el final, como el condicionamiento de Trump a la ayuda de Estados Unidos. Es decir, hubo muchas situaciones donde la gente incluso se animó a participar más. Porque como venía la cosa se esperaba una menor participación, porque había gente enojada con los escándalos de corrupción y demás. Y sin embargo la gente asistió, porque sintió que era un un hecho relevante y que había que dar apoyo para seguir apostando a este camino.
Y lo mismo corre no solo para Provincias Unidas, que se formó muy poco tiempo atrás y se vio obligada a hacer campaña enseguida, sino también para otras fuerzas menores. La gente no quería volver atrás, y aparentemente estos espacios tampoco generaban confianza suficiente; son armados electorales que quizá no tenían mucha sustentabilidad en el tiempo, porque también tienen sus cuestiones internas que resolver.
Las especialistas llevaron adelante un participativo diálogo con empresarios santafesinos. Crédito: Guilermo Di Salvatore.
- Es que la ayuda de EEUU haya jugado a favor, cuando en otros contextos hubiese sido a la inversa. Esto es, el "Bessent o Perón", que se acuñó como consigna opositora, no funcionó.
- Sí, bueno, Argentina nunca fue un país muy pro Estados Unidos en términos de la injerencia. Porque cuando uno habla de rescate, ya la palabra te indica que algo no está funcionando bien, y entonces la injerencia de Estados Unidos en la política de nuestro país no era algo que que generara mucha aceptación. Pero también es cierto que hoy hay un mercado nuevo de votantes, jóvenes más pragmáticos, que están menos casados con la ideología, que evidentemente valoraron esa situación como positiva y decidieron apoyar. La Argentina tiene estos vaivenes y en esto en este último mes o mes y medio creo que hemos pasado por muchas situaciones donde parecía que estaba todo perdido nuevamente hasta que llegue el rescate de Estados Unidos, y después otra vez, y bueno, siempre la situación es de expectativa y de volver a confiar en el camino que estamos teniendo.
Nuevo escenario
- Más allá del valor simbólico de ganar una elección, de tener un respaldo popular, ¿hasta donde llega la redistribución del poder? ¿Hay una reconfiguración importante en lo institucional?.
Goyburu – Sí, y creo que en esa reconfiguración el desafío más importante hoy no lo tiene tanto La Libertad Avanza, o el oficialismo nacional, como las oposiciones. Es esto que mencionaba recién Mariel. Fundamentalmente, Fuerza Patria hoy se encuentra siendo una fuerza que tiene un bloque legislativo bastante grande: tienen unas 90 y pico de bancas en Diputados, el peronismo o el panperonismo ha perdido el control del Senado; algo que es bastante novedoso desde 1983. Pero más allá de lo institucional particularmente, lo que hoy no podemos saber es si esos bloques van a permanecer unidos y a quién van a responder. Porque hoy Fuerza Patria no tiene un liderazgo nacional y, en muchos casos, tampoco provincial, que pueda conducir los votos en esas bancas.
Veremos qué pasa después del 10 de diciembre, pero hoy lo que vemos es una oposición que está también reconfigurándose, también tratando de entender cuál es este nuevo electorado, qué pretende, qué quiere. Y que tiene que modernizar algunas banderas, especialmente aquellas vinculadas al mundo laboral y al mundo productivo. Porque el electorado marcó un punto importante, que es que el pasado no es una opción. El futuro es incierto, pero es preferible.
- La lógica y algunos discursos (pero no siempre la realidad va por el mismo cauce) indican que es un momento de diálogo, de gestar consensos. ¿Están dadas las condiciones para que ello ocurra?.
- Dado como quedó configurado el Congreso, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, necesariamente va a haber que negociar, llegar a acuerdos y consensuar. La falta de liderazgos en los bloques hace que pongamos al menos una luz amarilla en la posibilidad de lograr esos consensos. Y esa falta de liderazgo en los bloques más grandes también pone todas las luces sobre los bloques más pequeños, que responden a los gobernadores. La pregunta es quiénes van a pesar más en el 2026. Si los gobernadores, que tienen control sobre esas bancos de esos bloques más pequeños, pero son los que van a definir una elección en la que estén emparejados los dos grandes bloques de LLA y Fuerza Patria. O si definitivamente va a terminar de cuajar un liderazgo opositor nacional que pueda conducir mayorías parlamentarias; cosa que parece bastante improbable hoy, pero la Argentina es cambiante.
María José Correa, CEO de Torre Puerto, habló sobre la continuidad del ciclo Voces en Foco. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Si miramos el escenario como está dado hoy, claramente el 2026 va a ser un año de negociación. De diálogo, acuerdo y consensos; si es que las reformas que se planteó el gobierno nacional, especialmente la laboral y la impositiva, tiene intenciones de que salgan.
Con agenda y sin "cheque en blanco"
- Esta esta ronda de diálogo ya tiene una agenda marcada, que son precisamente estas reformas. ¿Ven que de antemano ya cuentan con una base de consenso que permita trabajar sobre ellas? ¿O simplemente va a ser un contrato de adhesión, de aceptar (o rechazar) lo que el gobierno central establezca?
Fornoni- Me parece que hay una base, y en esto no es menor el apoyo popular que tuvo el presidente en la elección. No hubiera sido lo mismo, independientemente de haber tenido prácticamente los mismos diputados y senadores, si hubiese sacado seis o siete puntos menos. Ese apoyo obliga un poco al resto de las fuerzas políticas, si éste es el mensaje que mandó la ciudadanía.
Después, bueno, hay algunas cuestiones particulares. La reforma laboral tal vez está más hablada, de hecho ya casi está funcionando en la práctica, como marcaron los empresarios santafesinos en la conversación. Muchas de las cuestiones que se plantean solamente necesitan ser formalizadas. Y otras requieren negociaciones más arduas. La reforma impositiva, sobre todo. Me parece que ahí hay mucho más para negociar.
- Llama la atención que en este punto no se haya mencionado la reforma previsional, a pesar de que está en la agenda de todos los partidos.
Goyburu - No aparece todavía, no porque no sea necesaria, sino porque es la más difícil de alcanzar. No tanto por los acuerdos y consensos, y el impacto que pueda tener en la sociedad, sino porque el sistema requiere tocar algunos intereses de sectores que hoy pueden movilizar algún tipo de adhesión en la opinión pública o en el sistema político.
Los regímenes especiales hoy es lo primero que habría que mirar a la hora de hablar de una reforma previsional. Y los consensos para alcanzar, para lograr reformar esos regímenes especiales o al menos mirarlos con detenimiento, son mucho más grandes que los que hay que lograr para una reforma laboral. Hoy cuatro de cada diez argentinos están en la informalidad, con lo igual hay una reforma laboral que en los hechos ya está realizada. Y en una reforma impositiva, donde los gobernadores pueden negociar bajas de alícuotas nacionales para mantener las alícuotas provinciales, hay un terreno de negociación más fértil que el que pueda haber con una reforma previsional en la actualidad. Y por otro lado también hay una cuestión que es secuencial: pensar una reforma previsional sin formalizar a aquellos que van aportar a ese sistema de previsión social, no tiene mucho sentido. Entonces, en términos de secuencia tendría mucho más sentido y más lógica empezar por la reforma laboral y después atacar una reforma previsional, y eso va a llevar más de dos años.
- Bueno, la última pregunta para las dos. A riesgo de ser demasiado aventurados ¿qué país imaginan para el 26 y 27 en el escenario social, político, económico?.
Fornoni- La verdad es que no hay desarrollo social posible si no hay desarrollo económico, ¿no? Está todo muy de la mano. Entonces, es imposible pensar en cómo va a ser la Argentina socialmente si no tenemos un desarrollo económico, y si la política sigue condicionando la economía. Creo que este respaldo que tuvo Javier Milei en las legislativas le da aire, pero no un cheque en blanco. De hecho, nosotros no hace tanto lo vivimos con el gobierno de Mauricio Macri, un gobierno no peronista que tuvo una elección de medio término muy buena, incluso superior a la que tuvo Milei, y dos años después no pudo no le pudo ganar nuevamente al peronismo. Me parece que hoy hay una situación distinta, porque hay crisis en todos los espacios. Entonces el gobierno tiene más aire, pero insisto: no un cheque en blanco. El desenvolvimiento de la economía va a condicionar todo lo demás.
Goyburu - Sí, la percepción de la situación actual es negativa. El diagnóstico de que el presente es negativo, inclusive lo comparte el oficialismo nacional. En ese sentido, ahí no hay un cheque en blanco: hay un reclamo y hay una intención de la ciudadanía de empezar a ver alguna mejora en la vida diaria de las familias. Quizás no es solamente el voto de confianza, sino que LLA cuenta con la ventaja de que, a diferencia del gobierno de Mauricio Macri, cuando el peronismo tenía una líder clara que orientaba lo que podía ser una alternativa, hoy no hay nada enfrente.
Eso le da un poco más de tiempo al gobierno, pero que si no sabe aprovecharlo en llevar algún tipo de bienestar en el corto plazo a una sociedad que, en más del 50%, está diciendo que considera al presente "malo o muy malo", eso puede ser el talón de Aquiles del gobierno nacional en los próximos 2 años.

