En la isla del fuego
Ariel Gustavo Pennisi
“Cada poema de fósforo enciende al siguiente” dice la poeta Sofía de la Vega en la contratapa que funciona como presagio de lo que es Fósforo, el primer poemario de Diego Margutti. Cada poema hace cadena y enlaza en la conjunción de poemas que alguna vez estuvieron en una mesa para quemar, arder y conformar una familia grande con “una relación sanguínea” como sabe decirnos el autor al respecto.
En las líneas de su prosa, está la lírica de su prontuario, su pasado: “Rosario de noche me saca la sombra/ se le ponen sensibles los pezones/ y vuelve a dar luz./ da vuelta y pide / que acaricie su espalda huesuda/ sabe que tengo fuerte mis debilidades”. En su prosa está su familia, su padre que lo reconoce como poeta. Está el asumiéndose como tal, porque Diego con 40 años hace poco que lee literatura y poesía. En particular no más de cinco años, gozando de la lectura desde hace 12 o 13, demostrando que la cronología de la vida es un simple nombramiento que el hombre creó para explotar el tiempo de lo ajeno por cual interés propio. Entendió que “leer debe ser una lectura nueva cada vez, una aventura sin adentros y sin afueras” como le enseñaron los poetas de Gansu, China, quienes “cambian sus nombres cada publicación para no cargar con libros del pasado al nuevo libro ni cargar con poemas del pasado al lector”.
Así la llama se encendió y el fuego quema y crece. Vaya sino, que se encuentra hoy siendo en la poesía, sin tiempo ni espacio, socializando por medio de la palabra y la letra escrita en esta comunidad de poetas que es el grupo Perfeito que ya cuenta con editorial propia siendo Fósforo el segundo libro de esta colección -antes conocimos “Vainilla y coco” de Emilia Pérez-, porque como bien rastrea Beatriz Vignoli en su artículo del día 7 de julio del 2021 para el suplemento Rosario12: “La obra es un primer libro con una calidad literaria notable. Y esto se debe no sólo al talento del autor, sino al fogón virtual o taller de relectura y pulido que la cooperativa de poetas crea en torno a cada edición”.
Lazo creativo, amoroso que quedó muy bien plasmado en la nota testimonial del grupo para este medio titulada “Perfeito.ediciones, la gestación de un proyecto colectivo y autogestivo” del día 20 de junio del 2021: “ Nosotros venimos de una misma matriz de algún modo. La editorial es una construcción colectiva devenida de la constitución como grupo, del encuentro de las personas que lo forman, surgen intereses comunes que son por decantación los intereses de la editorial. En ese aspecto, en esta etapa, lo que cada uno tiene para decir y es dicho como producción poética, desde la diversidad y la cohesión, toma forma de libros que compondrán esta colección y reflejan hacia donde está orientada la editorial”.
Diego Margutti en primera persona
Diego se rehúsa a definir la poesía aunque ubica su esencia en los ojos de quien la ve, otorgándole un papel participante en la actividad poética, casi como una dialéctica fundacional.
– ¿Cuándo nace tu encuentro con la literatura y la poesía?
– Hace poco que leo poesía, no hace más de 5 años. Tampoco hace mucho que leo literatura, tengo 40 años y hará unos 12 o 13 años que empecé a leer y gozar de la lectura.
– ¿Tenés autores de cabecera, que hayan marcado tu matriz literaria?
– Yo leo de todo. Me gusta todo, aunque leo más poesía que narrativa. No sabría distinguir mis influencias aunque las hay, por supuesto. Pero no tengo la capacidad de discernir qué autores me pueden haber influenciado y cuáles no. Creo que es una amalgama de cosas que leo y sin dudas hay algunos que influyen más que otros, pero no sabría distinguirlos.
– ¿Por qué escribir?
– Para incrementar el goce por la lectura. Encontré algunos autores que me decían que escribir te daba herramientas para incrementar el goce de la lectura. Por eso empecé a hacer talleres hace nueve años, rotando por distintos espacios de Rosario y llegué al taller de Marcelo Escalona, que para mí fue un quiebre. Un antes y un después de mi vínculo con la literatura . En el taller de Marcelo comencé a conocer la poesía y un día cayó Tomás Boasso a dar dos clases. Recuerdo que era de poesía objetiva y me encantó. Al otro año estaba haciendo talleres con Tomás y de esos talleres con él nace la editorial. De esa editorial y actividad conjunta nace el libro. El libro yo nunca lo escribí para publicar, lo que escribo lo publico en mis redes sociales.
– ¿Se puede decir que el libro rompe un poco esa relación íntima que tenés con tu escritura?
– Claro, tengo una relación un poco más íntima con lo que escribo y el libro no viene a ser ni un objetivo, sueño cumplido o meta. Apareció como parte de un camino que quizás empieza con el primer libro que abrí y no termina acá. Porque hoy por hoy estamos autogestionando una editorial y vamos a sacar 10 libros quizás en un año o menos. Cada uno con su libro, una colección y quizás seguir con la editorial más adelante. El libro es parte de un camino, pero ni el camino fue buscado. Es medio raro por ese lado, pero está genial.
– ¿Qué es la poesía para Diego Margutti?
– No sabría bien qué es la poesía. Por ahí podría distinguir desde mi sensibilidad qué no es poesía. Pero depende mucho en quien interactúa con la poesía. La poesía está en quien mira, no en lo observado. La poesía está en quien observa.
La llama colectiva
Fósforo nace desde una propuesta colectiva y global, que abarca la editorial con una primera colección de 10 poemarios que fue posible con el apoyo externo del Ministerio de Cultura de Santa Fe: “Propusimos el proyecto al Ministerio de Cultura, que lo aprobó. Nos dieron una subversión y acá estamos armando los libros, medio así como sin querer”.
Entonces “el libro nace como una recopilación de los poemas que había escrito hasta el momento. Armar una familia bien grande, y después es ir viendo cuáles tenían una relación más sanguínea. Ahí, pelando y pelando con todo el grupo del taller. Tenemos la posibilidad de ser 10 personas que vamos trabajando los textos. Tenemos multiplicidad de miradas y mucha riqueza puesta en eso. Así quedó lo que para mí es la familia más estrecha de todos los poemas que había tirado a la mesa. Ahí salió”.
La puerta de Fiorito (un extravío de la familia)
Porque con la letra también se puede extrañar menos melancólicamente, escribe Diego el extravío familiar: “En la puerta de casa/ dos postes de madera estriada unidos/ por un travesaño de alambre oxidado. / tu papá al costado, parado con una rama./ ¡pasá! ¡Pasá para adentro te digo!/ vos sin entrar amagabas (…) y saliste corriendo para el otro lado./ no te alcanzó con la rama rebenque./ esa tarde arrancaste a meter el gol a los ingleses”.
Isla de fuego
Diego Margutti a los 11 años ganó un torneo de pesca de pejerrey en un hecho que para el fue una insignia subjetiva. Y la letra va hacia su oficio no solo para cantar su logro identitario en el poema La pesca del pejerrey, sino para decir algo de lo bello del contexto en peligro de extinción: “El monte seco/ el fuego ruge igual/ a tormentas eléctricas / a desprendimiento de glaciar (…) el fuego crece / por debajo de la tierra isleña”.
Margutti nunca se pensó como poeta y el fósforo se encendió. Nunca se pensó como poeta y el fuego ardió. Nunca se pensó como poeta y salieron las primeras letras, los primeros versos, los primeros poemas. Nunca se pensó como poeta y sus poemas se leyeron en sus redes sociales. Nunca se pensó como poeta y conoció a Tomás Boasso. Nunca se pensó como poeta y escribió en los talleres de Tomás Boasso. Nunca se pensó como poeta y sus poemas estuvieron arriba de la mesa. Nunca se pensó como poeta y encontró aquella vinculación sanguínea en su lírica. Nunca se pensó como poeta y nació Fósforo. Nunca se pensó como poeta e hizo poesía porque es poeta, aunque nunca se había pensado como poeta…
Bio
Diego Margutti (1981) venadense/rosarino. A los once años ganó un torneo de pesca de pejerrey. Toma ocho litros de agua al día y le gustan las plazas. Este es su primer libro.
(Fuente: solapa de Fósforo)
Contacto para obtener el libro y las propuestas editoriales:
https://www.instagram.com/perfeito.ediciones
https://perfeitoediciones.empretienda.com.ar/
(Mirador Provincial)