En el marco de la COP30
En su visita a Río de Janeiro, el príncipe Guillermo jugó al vóley playa en Copacabana
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Se lo vio participando de actividades deportivas y recorriendo sitios emblemáticos de la ciudad carioca. Esta visita, combina promoción del Earthshot Prize con encuentros sobre clima y defensa de comunidades locales.
El príncipe Guillermo llegó a Río de Janeiro para una visita de tres días centrada en promover el Earthshot Prize y representar al Reino Unido en la cumbre de la COP30, y concluyó una jornada en la playa de Copacabana jugando al vóley playa con atletas locales y turistas.
Guillermo inició su agenda en los cerros del Corcovado y el Pan de Azúcar, donde el alcalde Eduardo Paes le entregó las llaves de la ciudad con la estatua del Cristo Redentor de fondo. Allí saludó al público, se tomó selfies y conversó con quienes subió hasta el mirador.
Fue la primera visita de un miembro de la familia real británica a Brasil desde 2014, y las imágenes mostraron a un visitante dispuesto a mezclarse con la gente y a participar en actividades públicas.

Mostró sus dotes deportivos
En el histórico estadio Maracaná, el príncipe compartió una tanda de penales con niños de proyectos sociales de las favelas. Los chicos, de entre 8 y 12 años, corearon su nombre y celebraron cuando convirtió un gol; incluso se midió con el excapitán brasileño Cafú durante la actividad.
En el encuentro también participó la llamada 'Generación Earthshot', integrada por jóvenes de Brasil, Sudáfrica y Singapur, a quienes animó a convertirse en líderes climáticos en sus comunidades.
Por la tarde se trasladó a Copacabana, donde presenció maniobras de rescate marítimo y mantuvo un encuentro con los guardavidas de la playa y con el programa educativo Projeto Botinho, que ofrece actividades a miles de niños.
El príncipe se quitó las zapatillas, se arremangó la camisa y se sumó a un partido de beach volley junto a la olímpica Carolina Solberg, aprovechando su 1,90 m de altura y su experiencia previa en waterpolo universitario para marcar varios puntos.

Encuentros y gestos con la comunidad
En distintos momentos, Guillermo se detuvo para saludar a vecinos y turistas. Se lo vio relajado, bromeando con participantes y pidiendo, entre risas, más tiempo de juego antes de despedirse. La imagen del príncipe en la arena y abrazando a los niños contrastó con la formalidad de otras etapas de su viaje.
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Desde el Palacio de Kensington explicaron que Brasil fue elegido como sede de la gala del Earthshot Prize por el “trabajo relevante del país en la lucha contra la crisis climática”, y que la visita busca impulsar soluciones ambientales con visibilidad global.
En el Maracaná también participó en actividades con jóvenes de proyectos sociales y con el exfutbolista Cafú, en una jornada pensada para acercar al heredero de la corona a comunidades con acceso limitado a recursos deportivos.

Agenda ambiental y próximos compromisos
Guillermo presentó una nueva alianza para proteger a los pueblos indígenas y a los defensores ambientales de Brasil, basada en un programa similar lanzado en Sudáfrica que ya aseguró el trabajo de más de 6.000 guardaparques. Señaló la necesidad de apoyar a las comunidades locales, que actuó como guardianes de los ecosistemas y hoy enfrentan mayores amenazas
El príncipe presidirá la ceremonia de entrega del Earthshot Prize el 5 de noviembre en el Museu do Amanhã de Río de Janeiro, dedicada a soluciones para restaurar el planeta antes de 2030, y al día siguiente viajará a Belém para participar en la cumbre de jefes de estado de la COP30

En Belém representará al rey Carlos III y al Gobierno del Reino Unido en las conversaciones sobre clima y biodiversidad, reforzando así su rol como promotor internacional de iniciativas ambientales y cerrando una visita que combinó acciones públicas, encuentros deportivos y negociaciones diplomáticas

