Entrevista
Escuchar y acompañar: "Todos podemos hacer algo para prevenir el suicidio"
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En el Día Mundial de concientización sobre esta problemática, Cristina Gentile aporta, desde el Ministerio de Salud de la provincia, estrategias de abordaje. Señales de alerta, mitos, dónde acudir y por qué el foco está puesto en ciertos grupos etarios. ¿La prioridad? Reconstruir lazos sociales.
Cristina Gentile es psicóloga y está a cargo del programa provincial de Abordaje de la problemática del Suicidio, dentro de la subsecretaría de Salud Mental del Ministerio de Salud. El programa abarca la prevención, atención y posvención, pero también temas complejos como el de las autolesiones y los intentos de suicidios.
"La problemática del suicidio es un tema de salud pública", dice la psicóloga Cristina Gentile. En la foto, en una capacitación a equipos del programa Nueva Oportunidad. Gentileza
En diálogo con El Litoral, aporta información valiosa sobre la manera de abordar una problemática, "no una patología", que hasta hace poco tiempo era tabú. También cómo leer los signos de alerta y por qué es tan necesario aplicar una estrategia simple y al alcance de la mano: escuchar "respetuosamente" y generar lazos sociales.
- ¿Se puede prevenir el suicidio?
- Sí, el suicidio se puede prevenir; hay un porcentaje muy bajo que no y eso también hay que decirlo. Pero, en líneas generales, se puede prevenir.
- ¿De qué manera? ¿Qué puede hacer una persona cuando está frente a otra que tiene una "ideación suicida", cómo se expresa en términos psicológicos?
- Nosotros hablamos de la corresponsabilidad, de que todos tenemos que comprometernos en este tema y algo podemos hacer. Lo primero es escuchar a la persona que está con ideación suicida, que es cuando tiene ideas de muerte que pueden ir desde "no tengo ganas de levantarme a la mañana" a pensar en un plan y cómo llevarlo a cabo. Pero no es todo tan lineal, porque esa ideación puede aparecer de distintas maneras. Entonces, lo principal es escuchar respetuosamente, sin minimizar ningún deseo o idea de muerte. Hay que alojar ese malestar y acompañar a esa persona. Pero no ponerse en el lugar de aconsejar, porque quien atraviesa esa situación está con un gran sufrimiento y hay que respetarlo. Parece que todos tuviéramos en claro el sufrimiento orgánico, pero no tenemos la magnitud de los sufrimientos psíquicos, los sufrimientos del alma.
- No es un padecimiento que aparece en un análisis de sangre.
- No, pero hay determinados signos de alarma a los que podemos estar atentos, como el aislamiento. El retraimiento, que es cuando la persona está muy metida para adentro; cuando hay desinterés, falta de motivación, persistencia de ideas negativas o suicidas. Porque a veces pueden aparecer ideas de muerte y no persistir en el tiempo. Pero tenemos que estar alertas si hay cambios repentinos de conducta, llantos inconsolables, sentimientos de fracaso o debilidad, y una imagen propia negativa que lleva a creer que "no sirvo para nada". También cuando hay dificultades en la vida cotidiana para comer, trabajar, o dormir.
- ¿Qué podemos hacer cuando vemos o escuchamos estos signos de alarma? ¿Tenemos adónde recurrir?
- Lo principal es alojar ese malestar (escuchar al otro sin minimizar su situación) y decirle a la persona que la vamos a acompañar. Podemos ir a cualquier centro de salud, porque la problemática del suicidio es un tema de salud pública, ya que atañe a la integralidad del sujeto. También se puede ir a un CIC (Centro integral comunitario) o a una organización social. Lo principal es pedir asesoramiento e información. Desde el Ministerio de Salud, más allá de que este 10 de septiembre es el día mundial de prevención, vamos a trabajar todo el mes en esta temática. La consigna es "septiembre amarillo", el color que caracteriza la lucha contra el suicidio. El objetivo es hacer una fuerte tarea de información dirigida a la comunidad acerca de los signos de alarma y los mitos relacionados a este tema.
- ¿Cuáles son esos mitos?
- Por ejemplo, que no hay que hablar de suicidio porque eso le va a dar la idea a una persona para que tome esa decisión. Hay que hablar, pero respetuosamente. Lo primero es comunicar que se puede prevenir, que hay que acompañar. Pero el tema es cómo hacerlo, porque el suicidio es multicausal: son un montón de factores, no solo los objetivos individuales, sino los sociales que pueden incidir en esta conducta. Por eso el trabajo es intersectorial y el compromiso tiene que ser de todos.
- ¿Hay un 0800 u otra línea a la que se pueda acudir?
- Es la línea de la Secretaría de Logística Integrada y Articulación de Redes (SeLIAR), que sería el 107. De hecho hicimos capacitaciones a personal del 107 respecto de cómo escuchar en situaciones que tienen que ver con esta temática.
- ¿Cómo se aborda este tema en la diversidad que tiene la provincia?
- Se está trabajando en los seis nodos y el programa incorpora seis ejes que abordan la prevención, la promoción de la salud y mesas intersectoriales regionales: la primera se hizo en Venado Tuerto. Estas mesas salen por resolución ministerial y la idea es que continúen en el tiempo. Veníamos sosteniendo mesas con representantes de la comunidad, como clubes, iglesias y centros de salud. Pero ahora se le dio una formalidad de manera que se puedan sostener y armar estrategias de trabajo que en cada territorio tendrán sus propias características; siempre con la idea de descentralizar el abordaje de esta problemática. Fijáte que hablo en términos de problemática, no del suicidio como una patología.
- Dentro del amplio espectro que abarcan las temáticas vinculadas con salud mental, ¿el tema del suicidio es el que más los preocupa en este momento?
- Es uno de los tantos temas, porque la Organización Mundial de la Salud había planteado, cuando estábamos en pandemia, que las cuestiones relacionadas con esta problemática y con el consumo, iban a empezar a aflorar. El suicidio es una de las temáticas que preocupan porque, además, es grave a nivel mundial. La OMS planteó que mueren aproximadamente 700 mil personas por año en el mundo por suicidio. Entonces, es uno de los ejes priorizados del gobierno en este momento.
- ¿La provincia de Santa Fe tiene su propia estadística?
- Uno de los ejes del programa provincial refiere a la epidemiología, que tiene que ver con la accesibilidad a los números de calidad que nos permitan el armado de políticas públicas. No solamente con relación a suicidios consumados, sino también a las autolesiones y los intentos de suicidio, que no son lo mismo. Estamos trabajando mucho, puntualmente con Salud, para tener códigos nuevos dentro del sistema de registro (SICAP) para diferenciar una situación de otra.
- ¿El trabajo que están desarrollando está destinado a todas las edades o se focaliza en grupos etarios en particular?
- El programa hace foco en dos grupos, que son niñez y adolescencia, y adultos mayores, puntualmente por la vulneración de derechos y de posible violencia que hay detrás de esta temática, y porque están invisibilizados.
- La soledad de los adultos mayores es una forma de violencia.
- La soledad y el retraimiento. Por eso, tenemos que volver a mirar al otro, escucharlo y generar lazos sociales. Esas son formas de hacer prevención y asistencia.
- Vuelvo al principio: ¿qué podemos hacer desde la comunicación o como simples sujetos que viven entre personas que pueden atravesar una situación similar?
- Lo fundamental es que todos podemos hacer algo, que hay que escuchar al otro para que se sienta acompañado. A veces es preferible admitir "no sé qué decir", pero sí acompañar para que alguien más sepa cómo hacerlo. Eso ya es un montón. Y estar atentos a esos signos de alarma que mencionaba antes. En cuanto a los medios de comunicación, es fundamental derribar los mitos: del suicidio hay que hablar y no es cierto que quien dice que se va a matar no lo va a hacer. Así como también puede ser un momento en la vida de esa persona que después se puede superar y continuar con sus proyectos.