40 años de su estreno
"Esperando la carroza", una película que aún hoy interpela a la sociedad argentina
La creación de Alejandro Doria sigue colocando el dedo en la llaga. Familia, vejez, egoísmo, crisis y un conjunto de frases que ya son parte de todos nosotros.
(Por Juan Ignacio Novak) - Hace 40 años se estrenó "Esperando la carroza", de Alejandro Doria. Todos los buscadores de Internet señalan que el estreno se produjo el 6 de mayo de 1985.
Aunque Diana Frey, quien fuera productora de Doria, recordó en una entrevista con el periodista Pablo O. Scholz de Clarín que, en realidad, fue el 6 de junio de aquel año.
Para Frey, los fanáticos de la película que pueblan las redes sociales nunca aceptaron nunca esa fecha. Y, como dice John Ford en "El hombre que mató a Liberty Valance", si la leyenda es mejor que la realidad, que se imprima la leyenda.
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
Más allá de ese dato de color, lo cierto es que 40 años después, la película sigue tan viva (o más), que el día que llegó a los cines, sea 6/5 o 6/6. Tal vez porque, a fin de cuentas, los argentinos no cambiamos mucho.
Citada, estudiada, venerada y hasta reproducida en memes, es una radiografía de la sociedad argentina de los años '80. Pero sortea toda referencia a la coyuntura y se vuelve universal.
Espejo de lo social
Basada en la obra de teatro de Jacobo Langsner, "Esperando la carroza" usa herramientas del grotesco criollo para retratar a una familia de clase media baja en crisis.
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
Como en una obra de Shakespeare, las miserias humanas están a flor de piel. El egoísmo, la hipocresía, la negación, el miedo provocan carcajadas, incomodidad y reconocimiento.
Este humor incómodo, que a veces llega a lo trágico, funciona como un espejo distorsionado. Pero, como en la serie "Black Mirror", da miedo en tanto se refiere a situaciones posibles.
Doria logra algo construir personajes caricaturescos pero con una humanidad impresionante: cada frase parece haber salido de la sobremesa familiar de un asado familiar dominguero.
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
Talento y mitología popular
Una de las claves del éxito es el elenco. Antonio Gasalla como Mamá Cora encarna la desprotección de una anciana ninguneada, pero que también tiene su costado terrorífico.
China Zorrilla, como Elvira, ofrece una performance memorable. Casi le pertenece el film. Y junto a ella, actores como Luis Brandoni, Julio De Grazia, Betiana Blum, Juan Manuel Tenuta y Enrique Pinti.
El timing cómico de cada intérprete, el ritmo coral de las escenas y la forma de decir verdades hirientes sin perder la risa generaron frases que están grabadas en la cultura popular.
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
"¿Dónde está mi amiga?", "¡Tres empanadas!", "Yo hago puchero, ella hace puchero… yo hago ravioles, ella hace ravioles", se volvieron parte de la mitología argenta.
Vejez, abandono y lo no dicho
Una premisa de la película es la mirada sobre la vejez. Mamá Cora representa a todas las madres y abuelas que, tras una vida de sacrificio, quedan en un lugar marginal.
El debate sobre quién debe cuidarla (léase "deshacerse de ella") expone una verdad incómoda que atraviesa generaciones: el temor a envejecer. La pregunta ¿Qué hacemos con nuestros viejos? es dura, inevitable.
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
Una sátira en la democracia recuperada
Estrenada apenas dos años después del regreso democrático, "Esperando la carroza" dialoga, aunque no en forma directa, con el trauma de la todavía reciente dictadura militar.
La familia Musicardi no habla de política. Apenas hay alguna referencia velada a los negocios oscuros de Antonio Musicardi. Pero el desmembramiento, la desconfianza, la sospecha, la simulación y el miedo se cuelan en los vínculos.
En ese sentido, puede pensarse en paralelo a otras películas del período post-dictadura que, desde distintos registros, hablaron del pasado reciente: "La historia oficial", "Darse cuenta" o "En retirada".
Rosafrey, Susy Suranyi y Asociados
Aunque "Esperando la carroza" no afronta de manera explícita la represión, muestra un tejido social roto, donde nadie se preocupa por el prójimo para salvar lo propio.
Realismo político y experimentación
Los años "80 fueron un gran momento para el cine argentino. Tras años de censura, surgieron películas que buscaron recuperar la memoria, explorar los traumas y también experimentar con nuevos lenguajes.
Trabajos como "La película del rey", con su tono metaficcional, o la transgresora "Kindergarten", que escandalizó a la crítica, dan cuenta de esa diversidad.
Gentileza
En ese marco, la película de Doria ocupó un lugar singular: pudo sintetizar, en clave de humor, muchas tensiones sociales de una Argentina que salía de la oscuridad.
Una película viva
Hoy, "Esperando la carroza" forma parte de la memoria emocional de millones. Cientos de miles de usuarios reproducen escenas, citan diálogos, comparten imágenes.
No es nostalgia, es que la película sigue diciendo cosas que los argentinos todavía no resolvimos como sociedad.