“Este grupo se lo merecía”: la emoción de Javier Osella tras el título de Studebaker

Studebaker volvió a gritar campeón de la Liga Venadense de Fútbol y la celebración en Villa Cañás tuvo un nombre propio entre los protagonistas: Javier Osella. El entrenador, con tono sereno pero con la emoción a flor de piel, describió lo que significó este logro y el camino que lo llevó hasta aquí.

Un título que recompensa el trabajo

“Una alegría grande. Creo que incluso lo merecía”, soltó Osella, casi como un desahogo en los micrófonos de Radio Jota. “Hicimos las cosas muy bien. Trabajamos muy bien, muy cómodo. Nos cumplen todo. Y a veces una pelota pega en el palo y se va y a lo mejor no te da el campeonato”.

El técnico recordó el golpe que significó haber perdido la Copa de la Liga, un tropezón que, según confesó, fortaleció al grupo. “Queríamos ganar, creo que la merecíamos a la final con muchísima autoridad”, remarcó sobre la conquista lograda este domingo.

El sacrificio detrás de la alegría

Si algo dejó en claro Osella es que cada trofeo llega con su propia historia. La de este título tiene un costado íntimo y familiar.

“El sacrificio que hago. Estoy mucho tiempo alejado de mi familia. Hoy está acá. Y todo lo que hago, lo hago por ellos. Vivo de esto, me encanta lo que hago”, confesó, con la voz cargada de orgullo.

Además, tuvo palabras de agradecimiento para los clubes donde trabajó antes de llegar a Villa Cañás. “Soy muy agradecido a los clubes que estuve anteriormente, tanto a Peñarol como a Sportivo Rivadavia. Me trataron excelentemente bien. Son amigos que tengo. Y hoy acá estoy escribiendo una historia junto con todos los chicos, ¿no? Porque los verdaderos protagonistas son ellos.”

Un club que le abrió las puertas

El entrenador resaltó que el contexto que le brindó Studebaker fue clave para el éxito: “Encontré un club que me da las comodidades para poder hacerlo. Y creo que lo merecíamos con todo el esfuerzo que se hizo durante el año”.

Más allá de la estrella, Osella valoró la calidad humana que encontró en el vestuario y con la que seguirá vinculado: “Personalmente uno cosecha amigos más que dirigentes”.

A celebrar… pero sin perder el eje

El fútbol no da respiro, y el técnico lo sabe. “Ahora a disfrutar un poquito nomás, y el fútbol es así”, dijo entre sonrisas, aunque de inmediato volvió a su perfil bajo: “La alegría yo quería que se le diera a este grupo porque se lo merecía. Yo lo disfruto hoy y para mí ya está. Soy feliz estando con los míos”.

Con la mirada en el futuro, dejó claro que el éxito no cambiará su forma de trabajar:
“Siempre me manejé con respeto, con humildad y trato… y no va a cambiar. Voy a seguir así”.

El título se festeja, sí. Pero para Javier Osella, la satisfacción más grande ya está dada: un grupo campeón que honra el esfuerzo y un técnico que escribe una nueva página de su carrera, con los pies sobre la tierra y el corazón lleno.