Fórmula 1
Franco Colapinto, tras una Q2 infartante: "Era como manejar sobre hielo"
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La lluvia convirtió al circuito nocturno de Las Vegas en un desafío extremo. Colapinto, que logró pasar a la Q2, reconoció que la falta de adherencia y el riesgo constante marcaron una de sus jornadas más difíciles en la categoría.
Franco Colapinto vivió una de sus jornadas más exigentes desde su llegada a la Fórmula 1 durante la clasificación del Gran Premio de Las Vegas, una sesión que se disputó en condiciones inusuales para el trazado del desierto: lluvia, pista fría y un agarre prácticamente nulo.
Pese a ello, el piloto argentino logró avanzar a la Q2, donde finalmente culminó en la 15ª posición tras una vuelta final en la que estuvo cerca de perder el control del auto.
La primera parte de la clasificación ya había dado señales de las dificultades que enfrentarían los pilotos. El agua persistente sobre el asfalto urbano, sumada a las líneas blancas extremadamente resbaladizas, complicó la estabilidad de todos los autos, obligando a una conducción milimétrica. Colapinto destacó que, a pesar del desafío, pudo encontrar ritmo en Q1 y avanzar con solvencia.
Mejoras
Ya en la Q2, el argentino venía construyendo una vuelta que lo posicionaba cerca del 11° lugar. Sin embargo, un deslizamiento en la última curva tras tocar uno de los pianos le impidió cerrar su intento.
Colapinto: “Fueron las peores condiciones que manejé en Fórmula 1”. Crédito: Reuters/Daniel Cole
“Estaba muy cerca, más o menos para quedar 11°, creo. Fue una lástima. Toqué el piano antes de la recta y tuve un gran deslizamiento, perdí la vuelta y se terminó la sesión. Era muy complicado ahí afuera”, relató.
Colapinto insistió en que las condiciones eran extremadamente desafiantes, incluso para un circuito que, en seco, suele ofrecer poco agarre. “Tuve mucho deslizamiento. La Q1 fue difícil, la Q2 de nuevo, mucho bloqueo. Con las líneas blancas no podés tocarlas, es imposible. No estoy contento con la última parte”, reconoció.
Consultado sobre si esta había sido una de sus peores experiencias en la categoría, no dudó: “Probablemente las peores. No fue agradable manejar hoy y creo que para todos fue igual. Había que ir con la punta de los dedos, deslizando todo el tiempo. Se sentía como hielo. Ojalá no tengamos que manejar así de nuevo”.
Uno de los principales problemas estuvo en las marcas de pintura del circuito. Según explicó, la pintura no estaba preparada para lluvia, y al no ser líneas continuas, los pilotos se encontraban con ellas por sorpresa, lo que incrementaba el riesgo de trompos y pérdidas de control.
Condiciones complicadas
“Es súper difícil. De repente las encontrás y de repente no. La pintura era para seco, no para mojado, y es un desierto… no debería estar lloviendo, así que fue bastante extraño lo que pasó”, ironizó.
La visibilidad tampoco ayudó. Si bien el nivel de agua en pista no era extremo, la combinación de superficie fría y la imposibilidad de llevar los neumáticos a temperatura generó un cóctel riesgoso.
Colapinto: “Fueron las peores condiciones que manejé en Fórmula 1”. Crédito: Reuters/Daniel Cole
“Fue bastante mala al inicio. No había tanta agua, pero estaba tan resbaladiza y tan fría que no podíamos calentar las gomas”, explicó. Incluso comparó con otras carreras bajo lluvia: “Brasil el año pasado tenía el triple de agua y estábamos con intermedios”.
Pese a la frustración por no concretar su última vuelta, Colapinto destacó el aprendizaje que deja una jornada tan difícil. “Nunca sabés qué es mejor, si intermedios o full wet. Todo se reduce a la última vuelta y yo no la logré, así que es culpa mía. Igualmente fue una buena experiencia. Ojalá mañana tengamos más agarre y podamos divertirnos más”.
Con la expectativa puesta en una carrera en seco, el argentino buscará capitalizar lo aprendido en una noche que, sin dudas, quedará marcada como una de las más complejas de su joven trayectoria en la Fórmula 1.

