Tendencia santafesina
General López: muchos más votantes en las comunas que en las ciudades

Mientras en el promedio provincial apenas votó el 52% del padrón, en numerosos pueblos la concurrencia a las urnas fue masiva. En el sur-sur, por ejemplo, las comunas tuvieron casi 20 puntos más de participación que las urbes más pobladas.
En las elecciones provinciales del domingo 29 de junio, la baja participación fue el dato que más preocupó a dirigentes y analistas de todo el arco político santafesino. Apenas el 52% del electorado emitió su voto, lo que confirma un fenómeno de desapego creciente.
Sin embargo, al mirar más de cerca los números localidad por localidad, surge una clara diferencia: la apatía tiene una marca geográfica definida y su epicentro está en las ciudades. En cambio, las pequeñas localidades -sobre todo aquellas donde hubo competencia electoral en las comisiones comunales- registraron índices de participación muy por encima del promedio.
En total, según un relevamiento del diario El Litoral, fueron 98 las comunas santafesinas donde sufragó más del 60% del padrón, y entre ellas, 66 superaron el 70%. Incluso hubo casos notables, como el de Casalengo (departamento San Jerónimo), donde votó el 87,9% de los inscriptos; o Eustolia, Coronel Fraga, Vila y Cañada Rica, todas con niveles superiores al 80%. En este mismo grupo se inscriben sendas comunas del sur-sur: Christophersen (82,20%) y Labordeboy (81,52%).
El escenario del sur-sur
Este patrón se repitió en el conjunto del departamento General López, donde conviven cinco ciudades y 26 comunas. En promedio, las grandes urbes regionales (Venado Tuerto, Firmat, Rufino, Villa Cañás y Teodelina) tuvieron una participación del 45,74%, bastante por debajo del promedio provincial. Pero en las 26 localidades restantes, el promedio se elevó al 64,94%, casi 20 puntos más.
Los ejemplos abundan. Además de las citadas Christophersen y Labordeboy, en Aarón Castellanos votó el 78,66% del padrón; en Cafferata, el 75,91%; en Chovet, el 72,41%; en San Gregorio, el 76,63%. En contraste, en ciudades como Firmat el porcentaje de votantes alcanzó el 51,47%, Venado Tuerto y Rufino muestran participaciones del 42,29% y 42,38%, respectivamente; Villa Cañás fue aún más baja, con apenas un 37,46%. En cambio, Teodelina, en pleno proceso de transición de categoría (de comuna a ciudad), es el de mejor concurrencia de electores, con el 55,09%.
Este fenómeno invita a repensar la relación entre ciudadanía y política, en especial en los ámbitos urbanos. ¿Se trata solo de una cuestión de tamaño poblacional o de un vínculo más profundo con el ejercicio democrático? Las cifras parecen señalar que, en los pueblos, donde el vínculo entre votante y candidato es más cercano y palpable, todavía se valora el acto de votar como una responsabilidad colectiva, mientras en las ciudades más populosas, el distanciamiento se vuelve más notorio, comicio tras comicio.