H3N2: la “súper gripe” que podría intensificar la temporada de influenza en 2026

La variante A (H3N2), particularmente un subclado denominado K por su expansión en países del hemisferio norte, ha impulsado brotes más tempranos y con mayor transmisión que en temporadas anteriores, según datos de la Organización Mundial de la Salud y reportes de vigilancia internacional.

En Europa y Norteamérica, esta variante ha predominado e inició circulación entre tres y seis semanas antes de lo habitual, con aumentos de consultas, hospitalizaciones y congestión en los servicios sanitarios.

La súper gripe H3N2 recibe este nombre por su mayor capacidad de contagio comparada con influenza estacional tradicional.

Especialistas señalan que la mutación del virus —en particular cambios en la proteína hemaglutinina— facilita la transmisión comunitaria e incrementa su presencia en población expuesta, aun cuando no implique necesariamente cuadros clínicos más graves en cada individuo infectado.

Esta situación ya se reflejó en Estados Unidos y Europa con aumento sostenido de casos, y autoridades sanitarias han destacado que, aunque los síntomas y la evolución de la enfermedad no difieren en lo fundamental de una gripe común, la alta transmisibilidad y la baja inmunidad poblacional acumulada podrían ejercer presión sobre los sistemas de salud al incrementarse la demanda de atención.

Se confirmaron casos del subclado H3N2 K en México y se declaró alerta en Perú ante la posibilidad de diseminación más amplia, dos señales que indican que el virus ya cruza fronteras más allá del hemisferio norte.

En este contexto, la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) emitió un llamado a los países de las Américas para fortalecer la vigilancia epidemiológica y genómica del virus, reforzar estrategias de vacunación y asegurar la preparación de los sistemas sanitarios ante un posible aumento de la actividad respiratoria en 2026, sin que hasta el momento se reporte circulación significativa de esta variante en Sudamérica.

Situación en Argentina

Hasta el cierre de 2025, en Argentina no se registraron casos confirmados ni circulación establecida del subclado K de la gripe A (H3N2). Las autoridades sanitarias nacionales mantienen la vigilancia epidemiológica reforzada, pero no informaron aún sobre casos locales de esta variante específica.

Expertos consultados por medios nacionales ponen el foco en la estacionalidad de la gripe: si bien el país no ha detectado circulación ahora, la temporada gripal típicamente comienza con el cambio de estación —finales de verano e inicio de otoño— y podría adelantarse o intensificarse hacia febrero o marzo, sobre todo en viajeros que regresan del hemisferio norte donde la transmisión está más activa.

La vigilancia reforzada se articula con organismos internacionales, hospitales y provincias para detectar tempranamente brotes, clasificar virus circulantes y así ajustar la respuesta sanitaria. En algunas jurisdicciones se impulsan estrategias para adelantar o gestionar la llegada anticipada de vacunas antigripales destinadas a la próxima temporada.

¿Qué implica para la población?

Los profesionales de salud recuerdan que la vacuna antigripal es una herramienta clave para reducir las formas graves de la enfermedad y la presión sobre el sistema sanitario, aunque su efectividad puede variar según el grado de concordancia entre las cepas vacunales y los virus circulantes.

Aun con cierto desajuste antigénico observado en estudios globales, la vacunación continúa ofreciendo protección significativa contra hospitalizaciones y complicaciones, especialmente en grupos de riesgo.

Tanto la PAHO como especialistas locales coinciden en que mantener alta la cobertura de vacunación ayudará a mitigar el impacto, junto con otras medidas preventivas: lavado frecuente de manos, ventilación de espacios cerrados y evitar la concurrencia a lugares públicos si se presentan síntomas respiratorios.

Grupos prioritarios para vacunación

La vacunación contra la influenza es especialmente recomendada para personas con mayor probabilidad de complicaciones si contraen la enfermedad. Entre los grupos que deben priorizarse se encuentran:

Adultos mayores, especialmente quienes superan los 65 años.

Personas con enfermedades crónicas como diabetes, afecciones respiratorias o cardiovasculares.

Embarazadas, por su mayor riesgo de complicaciones.

Niños pequeños, particularmente menores de 5 años.

Personal de salud y cuidadores de adultos mayores o personas vulnerables.

Estas recomendaciones se suman a las campañas habituales de inmunización estacional que buscan reducir la circulación de gripe A y B y la carga sobre servicios de atención primaria y hospitales.

Preparación para 2026

Aunque la llegada de la súper gripe H3N2 a Argentina no ha sido confirmada, la trayectoria global del virus y su rápida expansión indican la necesidad de anticipar y fortalecer la respuesta sanitaria.

La combinación de vigilancia activa, campañas de vacunación dirigidas a grupos de riesgo y medidas de prevención básicas es la estrategia recomendada por organismos internacionales y profesionales de salud para disminuir el impacto de la gripe en la próxima temporada.