Con una herida de bala
Hallan muerto al exministro ruso echado por Putin: investigan las causas

Roman Starovoit fue encontrado con un disparo en su auto, horas después de su remoción del cargo. Las autoridades investigan un presunto suicidio. No sería un caso aislado.
Roman Starovoit, hasta hoy ministro de Transporte de Rusia, fue hallado muerto este lunes en su vehículo con una herida de bala. El hallazgo ocurrió en Odintsovo, una localidad cercana a Moscú, apenas unas horas después de que el presidente Vladimir Putin firmara su decreto de destitución.
Según informó el Comité de Investigación de Rusia, la principal hipótesis es el suicidio. “El cuerpo del exministro Roman Vladimirovich Starovoit fue hallado en su automóvil con una herida de bala”, indicaron las autoridades. La prensa estatal replicó que se habría tratado de un disparo autoinfligido.
Starovoit, de 53 años, había sido designado ministro de Transporte en mayo de 2023. Antes, fue gobernador de la región de Kursk, una de las zonas más tensas en el frente del conflicto con Ucrania. En los últimos meses, se lo vinculó con causas por presunta corrupción vinculada a obras de fortificación en esa frontera.

Un despido inesperado y un sucesor en funciones
Horas antes del hallazgo, el Kremlin anunció su destitución mediante un decreto firmado por Putin, sin ofrecer explicaciones. Algunos medios sugirieron que la decisión podría tener relación con las investigaciones en su contra. Sin embargo, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, negó que se debiera a una "pérdida de confianza".
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En su reemplazo, Putin designó a Andrei Nikitin como ministro interino. Según fuentes del sector, su nombramiento estaba previsto desde antes del Foro Económico de San Petersburgo. Durante su primer encuentro con el presidente, Nikitin planteó la necesidad de digitalizar el sistema de transporte ruso.

Una figura en declive y una región marcada por escándalos
Starovoit perdió respaldo no por su gestión en el ministerio, sino por las causas judiciales que emergieron tras su paso por Kursk. En esa región, en mayo de 2023, se produjo la mayor incursión ucraniana en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, varios exfuncionarios locales fueron detenidos por corrupción.
En abril, el sucesor de Starovoit como gobernador, Alexei Smirnov, fue formalmente acusado de malversar fondos públicos. La sospecha sobre el destino del dinero destinado a infraestructura defensiva creció dentro del Kremlin.

Un patrón de muertes en el entorno del poder
La muerte de Starovoit no es un caso aislado. Apenas el viernes pasado, Andrei Badalov, vicepresidente de Transneft, murió al caer desde la ventana de su casa. También fue catalogado como un suicidio. Su familia se encontraba en el domicilio al momento del hecho.
En octubre pasado, Mikhail Rogachev, exvicepresidente de la petrolera Yukos, también cayó al vacío desde su departamento en Moscú. Su cuerpo fue hallado por un agente del SVR, el servicio de inteligencia exterior. Como en otros casos, no presentaba antecedentes médicos ni signos de depresión, según allegados.
Desde 2022, al menos una decena de figuras del poder económico y político ruso han muerto en circunstancias similares. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Ravil Maganov, presidente de Lukoil, quien cayó desde la ventana de un hospital en septiembre de ese año.