Parque Nacional de Budj Bim
Indignación mundial tras el sacrificio de 700 koalas en Australia
Las autoridades locales argumentan que se trató de una medida urgente para acabar con el sufrimiento de los koalas. Otros plantean que se pudo haber hecho algo mejor por proteger esta especie, considerada en peligro.
En las últimas semanas, francotiradores australianos sobrevolaron con helicópteros el Parque Nacional de Budj Bim, al oeste del estado de Victoria, y abatieron a más de 700 koalas (Phascolarctos cinereus), una forma drástica de sacrificio que ha desatado muchas críticas en todo el mundo.
El koala es un animal nativo de Australia, que se alimenta principalmente de las hojas del eucalipto y que se encuentra calificado como "en peligro" en los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland y el Territorio de la Capital Australiana, debido a la destrucción de su hábitat y a los incendios forestales.

En Victoria, la población está considerada como "segura", aunque debido a la falta de árboles suelen concentrarse en un mismo lugar. Esto tiende a acabar con los pocos árboles que quedan, lo que los obliga a moverse a otros lados en búsqueda de alimentos.
Argumentos del Gobierno de Victoria
El Gobierno de Victoria justificó la medida argumentando que el sacrificio de estos animales era urgente, debido a un incendio ocurrido a mediados de marzo que quemó el 20 % del parque (2.200 hectáreas) y que dejó a koalas agonizando, con quemaduras y con escasas probabilidades de supervivencia.
"La trágica realidad es que los incendios forestales suelen provocar importantes pérdidas de vidas y sufrimiento a nuestra fauna salvaje, y la medida más compasiva para los animales que sufren quemaduras y lesiones graves suele ser la eutanasia", afirmó Lisa Palma, jefa ejecutiva de Wildlife Victoria, al diario The Guardian.
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Una respuesta "compasiva y misericordiosa"
James Todd, jefe de biodiversidad del Gobierno de Victoria, dijo al medio británico que la decisión de mandar a francotiradores en helicópteros "no fue tomada a la ligera".
El parque Budj Bim tiene un acceso difícil a pie, hay que pasar por un terreno rocoso, los koalas estaban en las copas de los árboles y existen otros riesgos derivados del reciente incendio.
Desley Whisson, ecologista especialista en koalas, opina que se trató de una "respuesta compasiva y misericordiosa", aunque reconoce que se trata de un "suicidio político" y que para las autoridades "habría sido más fácil marcharse y no hacer nada".
Críticas por la forma en que se sacrificaron los koalas
Sin embargo, muchos están en desacuerdo con la forma de sacrificio: "El método tiene una eficacia cuestionable para los animales más pequeños, especialmente en hábitats más densos", dicen conjuntamente las abogadas de la Universidad de Melbourne, Ashleigh Best y Liz Hicks, en una publicación en The Conversation.

Por lo demás, el estado de Victoria tiene lineamientos claros sobre la forma de acabar con la vida de los animales en situaciones de catástrofes. Por ejemplo, los koalas tienen que haber perdido dedos o patas, haber sufrido quemaduras de más de un 15 % de su cuerpo, ceguera y otras lesiones graves. Además, se debe revisar si las hembras podrían haber tenido crías en sus bolsas.
Decisiones tomadas sobre un helicóptero a 30 metros
Desde el helicóptero, los francotiradores se habrían posicionado a unos 30 metros de sus objetivos. Los koalas no son animales muy grandes, por lo que se requiere de gran precisión.
"Es probable que varios koalas resultaran gravemente heridos, pero no muertos. Pero los tiradores empleados por el departamento no pudieron verificar a fondo las heridas ni si había crías en las bolsas, porque estaban en el aire y, al parecer, a 30 metros o más", agregan Best y Hicks.
¿Cómo evitar estos escenarios en el futuro?
Las académicas proponen, por ejemplo, que para evitar la masacre e inanición de los koalas se les podría haber dado algún "alimento suplementario", como hojas frescas de chicle, un árbol que justamente se produce a nivel industrial en los alrededores del parque nacional.
Asimismo, plantean que las futuras operaciones en casos de incendios forestales podrían ser barajadas en consultas y trabajo conjunto con aborígenes, que tienen un conocimiento detallado de la distribución de las especies y los paisajes.
"El objetivo sería que los rescatistas pudieran llegar antes a los animales heridos y evitar más sacrificios aéreos masivos", concluyen las expertas.