No frenan las medidas
Irán suspende cooperación con OIEA tras ataques a instalaciones nucleares
La Asamblea Consultiva Islámica aprobó por abrumadora mayoría un proyecto que detiene las inspecciones del organismo de la ONU luego de bombardeos israelíes y estadounidenses.
El parlamento iraní votó este miércoles 25 de junio una ley para suspender toda colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), bloqueando la instalación de cámaras, las inspecciones y el envío de reportes. El resultado fue contundente: 221 votos a favor, solo uno en contra y una abstención.
La medida llega tras una serie de ataques a sus instalaciones nucleares, atribuídos a Estados Unidos e Israel. Los legisladores argumentan que, luego de ese conflicto, la agencia “ha puesto en duda su credibilidad internacional” al no condenar esos ataques.
Ahora la ley debe ser ratificada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán y el líder supremo, Alí Jamenei, antes de entrar en vigencia.
El portavoz parlamentario Mohammad Baqer Qalibaf afirmó que la suspensión se mantendrá “hasta que se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares” y añadió que el país avanzará “a un ritmo más acelerado con su programa nuclear pacífico”.
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El director general del OIEA, Rafael Grossi, rechazó la medida como un golpe a los controles internacionales y solicitó retomar negociaciones con Teherán lo antes posible, advirtiendo sobre la importancia de mantener activa la vigilancia sobre el programa nuclear iraní.
Clima de tensión y prospectiva regional
Este quiebre formal con la agencia se enmarca en un clima de elevada tensión: el alto el fuego entre Israel e Irán de los últimos días continúa siendo frágil, y las recientes bombas norteamericanas solo habrían ganado unos meses en el retraso del avance nuclear iraní . Además, la negativa de Teherán a retomar la cooperación agrava los temores de una escalada regional y pone en riesgo los intentos diplomáticos en curso .
En este escenario sensible, todo dependerá de la respuesta internacional al desafío de un Irán decidido a continuar su programa atómico con mayor autonomía y menor transparencia.
