Testigo uno
Juicio a los jefes de Policía: cuál fue el mensaje del gobernador a la tropa y qué dijo de la corrupción institucional

Maximiliano Pullaro fue el primero de una lista de más de 50 personas citadas para declarar en el juicio a los comisarios Odriozola y Grau. Dentro de la sala, se limitó a contestar preguntas. Afuera, marcó la cancha: “Volvimos a actuar de la misma manera”, dijo por el caso rosarino.
Por Juliano Salerno (El LItoral)
La primera semana de juicio oral a los exjefes de Policía, Omar Odriozola y Rafael Grau, acusados de comandar una asociación ilícita dedicada a lucrar con la reparación de móviles policiales entre 2015 y 2016, terminó con dos declaraciones altisonantes en los Tribunales de Santa Fe.
El viernes el tribunal que integran los jueces Celeste Minniti, Cecilia Labanca y Sebastián Szeifert, escucharon a un arrepentido -uno de los 9 condenados en la causa-, que describió con precisión y detalle cómo realizaban la maniobra delictiva. Pero además, complicó a los jefes que, según su versión, estaban al corriente de la trama.
Sus dichos deberán ser evaluados por el tribunal, en el contexto del juicio, en el que todavía falta que declaren unos 40 testigos y quedan por delante tres arduas semanas de audiencias.

Testigo uno
La otra declaración que tuvo amplia repercusión pública, fue la del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, “testigo uno” del debate, ya que siendo ministro de Seguridad provincial, denunció el hecho el 4 de mayo de 2016.
El jueves, apenas había comenzado el juicio, Pullaro estuvo dentro de la sala. Llegó acompañado por el actual ministro de Seguridad Pablo Cococcioni, se sentó frente al estrado, donde prestó juramento y se limitó a responder las preguntas del fiscal Ezequiel Hernández.
“Tenía que ser yo el que llevara adelante la denuncia”, dijo, al resaltar “la gravedad institucional” que implicaba el tema.
Recordó que asumió el Ministerio de Seguridad el 10 de diciembre de 2015 y terminó su mandato el 10 de diciembre de 2019, pero que a los 5 meses de estar en el cargo “me anoticio de un anónimo que llegó al Ministerio de Seguridad” en el cual “había datos específicos y certeros de corrupción institucional”. Allí se marcaban “vehículos, talleres y reparaciones que no se hacían”.
Mensaje a la tropa
En los pasillos de tribunales lo aguardaban los principales medios de la ciudad para entrevistarlo, ya no en carácter de testigo privilegiado, sino en su rol de gobernador de los santafesinos.
El mensaje fue claro y contundente y tuvo diferentes destinatarios. Le habló a la tropa cuando dijo que “la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de la policía de la provincia de Santa Fe son gente buena”.

Pero también a los que llevan charreteras, al recordarles que “ahora volvimos a actuar de la misma manera” (en alusión a la causa por robo de combustible en la Unidad Regional II de Rosario que tiene a 13 policías -4 comisarios- en prisión preventiva).
Y si bien el mensaje amplio estuvo dirigido a los ciudadanos de toda la bota, aprovechó para recordar a los funcionarios políticos qué es lo que se espera de ellos: “Cuando esas cuestiones llegan a la autoridad política, tiene que tener mucha, pero mucha ejemplaridad”.
“Con mi firma”
“Yo en ese momento me vi muy conmovido con lo que se me anoticiaba a través de un anónimo, muy certero, que venía de alguien que conocía la operatoria (...) que terminaba siendo una defraudación muy grande al Estado de la provincia de Santa Fe”, recordó el mandatario.
“Entendí que como ministro de Seguridad, pero fundamentalmente como máxima autoridad en ese momento de la seguridad pública de la provincia de Santa Fe, tenía que hacer esa denuncia y acompañé ese mensaje anónimo con mi firma”, destacó.
-¿Le preocupa que haya una matriz que se repite? -preguntó uno de los cronistas, en clara alusión a la causa combustibles de Rosario.
-Nosotros actuamos hace 9 años de una manera y ahora volvimos a actuar de la misma manera. Y tal vez llame la atención, pero estos dos casos suceden cuando estamos en gestión nosotros. ¿Por qué? Porque no toleramos la corrupción institucional.
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Hacer el zonzo
El ex ministro y hoy gobernador barajó las alternativas que tuvo en aquel momento y dijo que “tranquilamente yo me podría haber hecho el zonzo, podría haber tirado el anónimo y haberlo desconocido, si total nadie se iba a enterar”.
Reconoció que “ese tipo de hechos generan mucho ruido institucional”, especialmente “en una fuerza como la Policía o el Servicio Penitenciario”.
Episodios de ese calibre “le generan tensión a la autoridad política, pero si uno quiere mejores instituciones democráticas en la provincia de Santa Fe, en este caso para que pueda mejorar la seguridad pública, no puede permitir ningún tipo de corrupción”.
También le preguntaron por lo que significa este mensaje puertas adentro de la institución policial, a lo que el gobernador expresó su convicción en que “el mensaje es de profundo apoyo”. "Nosotros respaldamos a la policía para que tenga todo lo que tiene que tener, que no le falte nada, pero no vamos a tolerar nunca la corrupción”.
-¿Qué sintió usted? ¿Se sintió defraudado por quienes eran los máximos jefes en ese momento? -irrumpió otra periodista radial.
-Yo no siento nada, yo hago lo que tengo que hacer como funcionario público, que es no hacerse el boludo en estas cosas. Porque es mucho más fácil hacerse el zonzo y dejar que las cosas pasen y que no haya crisis institucionales. Entonces, parece que la cosa va derecha, pero en realidad va torcida y cada vez se va torciendo más.

Luego volvió a referirse a “los hombres y mujeres de la fuerza de seguridad” que “lo tomaron como un respaldo porque la policía no es mala. La inmensa mayoría de los hombres y mujeres de la policía de la provincia de Santa Fe son gente buena, gente trabajadora, gente honesta”.
Por último apostó a “mejorar las instituciones democráticas” en pos de “un Estado más eficiente” y aseguró que “mientras sea gobernador todos los funcionarios tienen la obligación de denunciar”.