Julián Miretto y la Turbina, una banda con sonido bien caliente y actitud demoledora

Gisela Mesa [email protected]
Julián Miretto y La Turbina es una banda de rock and roll formada en Rosario a principios del 2014 que supo instalar su identidad en el ámbito musical a través de un sonido que fusiona el puro rock de la vieja escuela. Liderada por Julián Miretto (fundador, cantante, guitarrista y compositor de El Vagón y El Caño) en voz y guitarra, Guido Di Paolo en guitarra y coros, Martín Pissanelli en bajo y Juan José Rivero en batería y coros. Con composiciones propias e influencias como AC/DC, Motorhead, ZZ Top, Pappo, Riff, Chuck Berry.
Mirador Provincial dialogó con Juan Rivero, baterista de la banda donde nos cuenta sus comienzos, lo que se viene, y que opinan de esta industria que a veces resulta injusta. Indudablemente en tiempos de pandemia, es urgente la necesidad de poder inundarnos de la cultura del buen rock.
Inicios
– ¿Cómo surge la idea de armar una banda de rock?
– La idea surge naturalmente de hacer música. Uno para hacer este tipo de género necesita de otras personas, si bien en esta era digital, y si uno sabe ejecutar otros instrumentos, es posible crear canciones en forma solitaria. La Turbina surge cuando Julián Miretto (ex cantante de El Vagón) se separa de El Caño y convoca a quien era su alumno Guido Di Paolo en guitarras, Manuel Carnero en bajo y Juan Rivero en batería. La idea era continuar haciendo rock clásico tracción a sangre como lo venía haciendo Julián en sus anteriores proyectos, pero con una identidad nueva, sonido bien caliente y actitud demoledora. Así surge La Turbina, una banda de rock local con una esencia bien marcada en la vieja escuela, y al día de hoy cuenta con Julián Miretto en voz principal, Martín Pissanelli en bajo y coros, Guido Di Paolo en guitarra y coros y Juan Rivero en batería y coros.
– ¿Cómo manejan los roles dentro de la banda, la creación de las letras?
– Mayormente Julián, que es una máquina de componer, trae las letras y los temas armados y trabajamos todos juntos sobre esas ideas, puliendo las vueltas y arreglos tanto en guitarras y bajos como en bases de batería y voces. Algunos temas quedan casi originales como en la primera idea de Julián y otros van mutando hasta encontrar el punto que más nos gusta a todos y le quede mejor a la canción. Sin embargo, también en los ensayos siempre surgen riffs o zapadas en el momento que muchas veces terminan en un tema nuevo. Es la magia que sucede cuando ensayamos.
Pandemia covid-19
– La pandemia puso patas para arriba a todo el planeta, ¿Cómo los afectó esta cuarentena a ustedes artísticamente? ¿Planes muy perturbados a causa del covid-19?
– La pandemia nos afectó como a todo el mundo, en nuestro caso en no poder ensayar ni juntarnos como lo veníamos haciendo normalmente todas las semanas. Cada vez que nos juntamos no sólo surgen ideas musicales, sino también temas referidos a los planes futuros de la banda, lo cual nos hizo postergar algunas cosas. No hacía mucho tiempo que habíamos largado nuestro primer disco y nuestra idea era continuar presentándolo en vivo en Rosario y la zona, pero todo eso se vio postergado. Particularmente nos agarró en plena composición de nuestro segundo material, pero aún a la distancia pudimos mantener el contacto y seguir con la composición y el armado de los temas gracias a que Juan, nuestro baterista, pudo armar las maquetas de los temas en su home studio, lo que nos permitió no parar y seguir trabajando y llegar hoy a estar con el disco nuevo casi terminado.
– La nueva realidad es toda virtual, ¿acercó más esta modalidad con sus fans?
– La nueva realidad no nos gusta para nada. A las bandas emergentes como nosotros nos quitó la posibilidad del contacto cara a cara con nuestros seguidores que nos brindaban nuestros shows en vivo. Para la música no hay nada como el contacto humano. El mundo virtual sólo sirve para aquellas bandas y músicos con la capacidad económica de poder solventar los gastos no sólo de publicidad en las redes sociales, como también la infraestructura de recitales vía streaming. Para nosotros los shows en vivo son fundamentales ya que no sólo nos permite mantener el vínculo con nuestro público, sino también la única forma de poder solventar los gastos necesarios para llevar a cabo nuestros proyectos. Y no sólo a nosotros como músicos, sino también a nuestro staff y todo lo que está detrás de escena, como sonidistas, fotógrafos, entre tantas otras personas que son su medio de vida y hoy se ven imposibilitados de trabajar.
Banda
– ¿Cuáles fueron las satisfacciones más grandes que sintieron como banda?
– En lo cotidiano para nosotros la satisfacción que nos generan los ensayos y las reuniones post ensayo son el motor que nos mantiene con energía, no solo como banda, sino también en lo personal de cada uno. Pero hablando en general, la satisfacción más grande para nosotros es poder tocar en vivo, dar un buen show y ver que la gente está feliz pasando un buen momento como nosotros. Y escuchar que cantan y se sienten identificados con nuestros temas es el pico máximo de satisfacción.
– Rosario tiene un público exigente a nivel cultural, musical también ¿Cómo se llevan con esta idea y con los rosarinos?
– Creemos que el público rosarino es exigente, pero a la vez tiene tendencia a no aceptar tanto lo nuevo, como una especie de barrera que los hace refugiarse en las bandas de covers. Esto se ve reflejado en que hay muy buenas bandas nuevas en el under rosarino y no logran despegar por la falta de este apoyo, al menos en estos últimos años. En nuestro caso, notamos que ya casi no quedan bandas que hagan rock de la vieja escuela como nosotros y eso nos está impulsando a que se nos esté prestando un poco más de atención. De a poco vamos ganando seguidores y la concurrencia a nuestros últimos shows nos hace sentir que vamos por el buen camino.
Balance
– ¿Cómo han visto su evolución desde sus inicios hasta ahora?
– Si bien la esencia es la misma desde el comienzo, fuimos creciendo en lo musical, creativo, en producción y también fuera del escenario se armó un hermoso equipo de trabajo, ahora estamos más ajustados y trabajando como una máquina bien aceitada.
– Un 19 de mayo de 2018 fueron teloneros del show de la renga en el estadio de Newell’s. ¿Qué recuerdan de ese momento?
– Ese fue un momento mágico para nosotros. Todo empezó gracias al contacto de nuestro hermano Cristian Natale (mánager, stage mánager y pilar de la banda) se contactó con Manu de La Renga para felicitarlos por la fecha de San Luis en abril de ese año y la noticia de la fecha en Rosario y gracias a su amistad y gran corazón consiguió que pudiéramos tocar como teloneros de lo que fue esa increíble fecha. Esa noticia fue una sorpresa maravillosa para nosotros y todo lo que vivimos luego una experiencia inolvidable. Un sueño hecho realidad y un honor haber podido tocar en nuestra ciudad con una de las bandas más legendarias de nuestro rock nacional y referentes nuestros en materia musical. Los días previos al show fueron de mucha alegría y de mucho ensayo, para poder dar la mejor actuación frente a semejante público. El día del show fue inolvidable, un día hermoso, donde pudimos conocer el detrás de escena de La Renga y el gran profesionalismo con el que trabajan. Nuestro show salió perfecto y nos sentimos muy reconfortados con el cariño que nos demostró el público de La Renga. Un recuerdo imborrable para nosotros.
Los medios y el rock
– ¿Por qué el rock no tiene más presencia en los medios? ¿Creen que ahora lo que mueve la industria es música pochoclera?
– La industria es la que define qué es lo que vende y lo que no. La gente se encarga de consumir lo que la industria le vende. Y hace tiempo que lo que vende es la música comercial, géneros como la cumbia, el reggaetón y sus derivados, el pop y lo melódico. No son otra cosa que productos ultra procesados donde lo único que se busca es vender. Es un negocio que genera muchos ingresos a los productores y personas involucradas, pero lo que se vende es descartable. Aún en este contexto, creemos que hay un público para cada cosa. El rock es uno de los géneros más auténticos que existen y desde siempre fue en contra de eso, como de lo político, de lo que estaba mal en el mundo, siempre trata de dejar un mensaje en quien lo escucha, y eso no vende, o al menos no conviene venderlo para no avivar giles. Por eso es que tampoco no tiene presencia en los medios. Sin embargo siempre va a haber gente que se sienta identificada con el rock, con ese espíritu de rebeldía y con ganas de escuchar música real tocada por seres humanos.
Hablamos de la escena del rock
– ¿Cómo ven la situación del rock en Argentina?
– Creemos que a nivel nacional queda muy poco rock. Los que están son las mismas bandas o solistas de hace 30 o 40 años, casi no hay bandas nuevas que lleguen, porque no hay difusión ni espacio en el mercado y a eso se suma que también le llaman rock a cualquier cosa que tenga guitarra eléctrica, aunque no tenga ni espíritu ni sonido de rock. Eso entorpece un poco la ecuación. Si bien existen buenas bandas que están tratando de emerger, éstas no lo logran por ese contexto. La falta de lugares para tocar, las restricciones, incluso la poca colaboración entre las bandas para poder generar un circuito donde tocar y darse a conocer también influyen en que hoy el rock en Argentina esté atravesando un mal momento. Y no es de ahora, hace más de 15 años que Pappo advertía exactamente lo mismo, y la situación sólo se agravó.
– Remontémonos a sus inicios individuales… ¿Qué los hizo agarrar un instrumento por primera vez? Después de saber la cantidad de trabajo, estudio y sacrificio que implica ¿volverían a hacerlo?
– Nuestros inicios musicales en general vienen de familia. Hay gente que elige ser músico, pero nosotros lo tenemos incorporado en nuestro ADN. Es nuestro estilo de vida y es algo que elegimos día a día, vivir con la música. No caben dudas que si no tuviéramos amor por lo que hacemos, no seguiríamos tocando ni componiendo. Es nuestro escape, nuestro lugar. Nuestros trabajos son una circunstancia, es lo que nos permite mantenernos económicamente, pero una vez que salimos de ahí realmente hacemos lo que nos gusta. Es un esfuerzo muy grande, pero a su vez nos reconforta mucho y nos da muchas alegrías y satisfacciones.
– ¿Qué músicos han sido sus influencias?
– Nuestras influencias son numerosas y muy variadas, desde folklore, metal, rock nacional e internacional. Pero a su vez coincidimos en muchas entre los integrantes de La Turbina. Las más importantes y que definen quizás el sonido y espíritu de la banda son AC/DC, Motorhead, ZZ Top; Pappo, Riff, Chuck Berry, entre otros tantos artistas y bandas.
– ¿Con qué banda les gustaría compartir escenario?
– Tuvimos la suerte y el gusto de compartir fechas con varias bandas importantes que somos seguidores como Viticus, La Renga, Vudú, Los Vándalos, Chevy Rockets, entre otras tantas locales y del resto del país y la zona, pero quizás un sueño para nosotros hubiese sido compartir un escenario con Pappo por todo lo que él significa para nosotros y para el rock nacional.
– La letra De tocar parece dar en el ángulo pandémico del momento. ¿No?
– De tocar define lo que nos pasa en cada ensayo y en cada recital. Son esas ganas de no querer dejar de tocar, que no termine nunca el show, donde uno se olvida de todos los problemas, donde lo único que importa es el momento, el aquí y ahora. Y esa sensación en estos momentos pandémicos es muy importante ya que lo hace a uno olvidar de la realidad tan mala que vivimos. Y cuando todo esto termine esas ganas de no parar de tocar se van a potenciar mucho más, no sólo en nosotros, sino también en la gente que va a estar sedienta de escuchar rock en vivo.
– ¿La Turbina podría definirse como un generador de rock nacional y del bueno?
– Nuestro objetivo es poder seguir creciendo día a día, tanto en lo musical como en todos los aspectos artísticos para poder brindar lo mejor de nosotros y así generar contenido de calidad. Es un trabajo constante y a pesar que no nos dedicamos 100% a vivir de la música ni poder ensayar todos los días, creemos que lo que hacemos es bueno y lo hacemos con el corazón y de la mejor manera posible a nuestro alcance.
La voz del cantante
– ¿Cómo es el proceso de cuidado de la voz? ¿Un resfriado y a la cama con té y limón u miel o licor y a seguir cantando?
– El cuidado de la voz es muy importante y es un trabajo de todos los días. Cuidarse de los fríos, no gritar tanto, precalentar antes de cantar o ensayar son fundamentales a la hora de mantener la voz en condiciones. Claro que no todo el tiempo uno lo hace, pero son cuidados básicos si uno quiere estar al 100% y llegar a un recital de la mejor manera. Las emociones tienen un claro impacto también en el desempeño de la voz, a veces cuando uno no está bien repercute enseguida en la voz. En situaciones de resfriado depende mucho de la intensidad, pero en general un buen té con jengibre y miel y descansar bien es suficiente para recuperarse de los machaques del resfrío en la voz.
– ¿Hay algún tema dedicado a algún viejo amor?
– Siempre hay alguna experiencia personal mezclada en las canciones. No todas hablan de amor, pero sí de alguna anécdota o situación vivida en el pasado que se mezcla con la imaginación y queda plasmada en la canción.
La industria musical mundo difícil
– La industria a veces censura ciertos temas, ¿Qué opinan de eso?
– Desde nuestro punto de vista el arte en cualquiera de sus formas no debe ser censurado. El público luego es quien debe decidir si escuchar o no lo que el artista desea transmitir.
– ¿Piensan que en la música todo vale? ¿Quién debe poner los límites?
– Los únicos límites los ponen la creatividad y la imaginación del artista. Lo que en el presente puede ser interpretado como algo sin sentido o completamente descabellado, en el futuro quizás sea algo completamente revolucionario. Es un poco la tarea del artista trasgredir la “normalidad” para transformar lo que nos rodea y convertirlo en algo mejor.
Lo que se viene
– Háblenme del disco “Sin Ley”.
– “Sin Ley” es nuestro primer material discográfico. Fue grabado en Buenos Aires en Estudio Humano (baterías), con Luciano Villacé en los controles; voces, guitarras, bajo y mezcla en Magia Producciones de la ciudad de Rosario, editado por Ernesto Aldaz en el año 2018 con la producción de Javier Robledo, baterista de Cielo Razzo. En este disco, los bajos fueron grabados por Manuel Carnero, bajista original de La Turbina, quien luego dejaría de ser miembro de la banda, pero que sigue siendo un hermano y amigo muy querido por nosotros. Es un disco muy sólido, de gran sonido y producción que transmite un mensaje positivo y de alegría, y encuadra perfectamente lo felices que fuimos durante el proceso de composición en los inicios de la banda.
– Ahora sí para los fanáticos de la banda, ¿Qué pueden adelantarnos del segundo disco?
– Del próximo disco podemos adelantar que va a ser una producción 100% independiente, de principio a fin, y que contiene una gran cantidad de arte que no sólo va por lo auditivo, sino también por lo visual, rompiendo un poco los esquemas del formato de los discos convencionales. Cuenta con la participación de excelentes artistas rosarinos y de la zona amigos nuestros que se han ido sumando a este proyecto que tantas ganas tenemos de sacar a la luz. Ya hay subidos en nuestras redes sociales y en nuestro perfil de YouTube cuatro temas de adelanto tocados en un live session para que puedan ir escuchando.
– Hay bandas en el extranjero que les han dedicado tema al covid-19, ¿Se animarían a hablar del virus o es un tema que no se debe meter en la música?
– Quizás sea un tema muy particular y controversial del cual hablar o dedicar una canción. Si bien somos críticos de muchas cosas de la realidad que nos toca vivir, en este momento y sobre todo en nuestro próximo disco no incluimos esta temática en nuestros temas.