Cheques sin fondos y deudas millonarias
La droguería que develó la trama sobre "La ruta del Fentanilo"

A través de Alfarma, García Furfaro retiró fondos de las cuentas, lo que provocó que al menos 131 cheques, por un total de $ 1.123.168.267,05 (pesos mil ciento veintitrés millones), fueran rechazados. El vaciamiento se produjo cinco días antes de que el ANMAT denuncie ante la Justicia, por lo que la presentación de la provincia de Santa Fe como querellante puede dinamizar una causa que, hasta el momento, no tiene imputados, ni detenidos, ni certezas.
Por Pablo Benito
Ariel García Furfaro, jefe de lo que podría definirse como un cartel de medicamentos —ya que era propietario de laboratorios, droguerías y mantenía fluidas relaciones con funcionarios públicos y prestadores de salud privada— preparaba su retirada en un verdadero “festival” de emisión de cheques que encontraron las cuentas ya sin fondos.
Este proceso comenzó cinco días antes de iniciarse la causa que investiga 54 muertes vinculadas al fentanilo contaminado.


El pasado 6 de junio, Alfarma S.R.L. fue suspendida por la ANMAT e inhabilitada su licencia tras detectarse “deficiencias graves” durante una inspección de verificación de Buenas Prácticas de Distribución. Esta inspección se realizó junto a inspectoras del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe, por orden del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak.

Según consta en el acta de la Disposición 3989/2025 de la ANMAT, que resolvió la inhabilitación de la droguería, “la comisión fue recibida por el Sr. Oscar Ruffinengo (DNI 10.636.073), en carácter de apoderado de la firma”.
Ruffinengo fue uno de los socios que, vendió sus acciones a García Furfaro en 2020.

Con Laboratorios Ramallo y HLB Pharma, sumados a una de las principales droguerías proveedoras del Estado en diversas provincias y de efectores privados, da un indicio de que la trazabilidad de los productos habría quedado en manos de particulares.
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“Ante el requerimiento de esa documentación en términos generales, la empresa manifestó que no contaba con ninguno de los registros vinculados a la distribución en el establecimiento al momento de la inspección —indicó la ANMAT—. Esto comprendía todos los procedimientos escritos, manuales, contratos, comprobantes de facturación y cualquier otro documento relacionado con la operatoria de distribución, ya sea en formato físico o digital, los cuales deben estar disponibles para la autoridad sanitaria y poder recuperarse con facilidad.”
Los responsables de Alfarma tampoco lograron presentar registros confiables del movimiento de las dosis correspondientes al lote 31.202 de fentanilo producido por HLB Pharma, en ampollas de 0,05 mg/ml de 5 ml. Este lote está directamente vinculado con más de 60 casos de infecciones bacterianas detectadas en 16 centros de salud que reportaron pacientes afectados o fallecidos. Según expuso la ANMAT, los datos digitalizados sobre la circulación del producto no coincidían con los comprobantes de origen.

“La consulta del lote 31.202 en el sistema informático reflejó un ingreso total de 64.400 unidades y la salida de 50.000 unidades destinadas al Consejo Provincial de Salud Pública de la provincia de Río Negro, junto con 14.400 unidades enviadas a la Unidad de Compras e Insumos Medicinales”, informó la ANMAT.
No obstante, en la factura y el remito emitidos por HLB Pharma constaba que se habían entregado 15.000 unidades de ese lote a la droguería. “El director técnico indicó que el laboratorio había confeccionado por error el remito y que se había solicitado su corrección, pero no contaba con el primer remito original donde figuraban las 64.400 unidades” y, además, “señaló que únicamente se distribuyeron las partidas destinadas a la Unidad de Compras e Insumos Medicinales, lo que no coincidía con la información registrada en el sistema informático”, detalló la autoridad regulatoria ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 3 de La Plata.

Será suficiente
La investigación a cargo del juez Ernesto Kreplak aún no tiene imputados. La desaparición de información, el vaciamiento de las empresas, la cesación de pagos a proveedores y trabajadores bajo la responsabilidad de Ariel García Furfaro, y la imposibilidad de que sus acreedores den con su paradero, deberían ser motivos suficientes para ordenar la detención.