Una pirámide social cada vez más desigual
La mitad de los argentinos sobrevive con menos de $1,1 millones por hogar
Según la consultora Moiguer, el 6% de la población concentra ingresos promedio 17 veces superiores a los del 50% más vulnerable. La clase media se reduce y pierde poder de consumo.
Un reciente informe de la consultora Moiguer reveló la nueva estructura social argentina correspondiente al segundo trimestre de 2025, y los resultados son tan elocuentes como alarmantes: el país exhibe una pirámide cada vez más estrecha en su cúspide y más ancha en su base, con una brecha de ingresos que se ensancha a ritmo acelerado.
En el vértice de la pirámide se encuentra apenas el 6% de la población, que corresponde a los segmentos ABC1. Este sector ostenta ingresos promedio mensuales por hogar que superan los $20.500.000 (más de 17.000 dólares al tipo de cambio oficial), seguido por un subgrupo de clase media alta con ingresos cercanos a $9.105.000 (USD 7.836).
Ambos representan un crecimiento del 190% respecto a los niveles medios, evidenciando una distancia prácticamente insalvable respecto al resto del mapa de consumo nacional.
La clase media, en el centro de una fractura
La franja media de la pirámide agrupa al 44% de la población, distribuida entre los segmentos C2 y C3. El primer grupo, con ingresos por hogar de $3.122.836 (USD 2.687), apenas logra mantener ciertos consumos aspiracionales, mientras que el segundo (C3), con $1.564.000 (USD 1.346), ya experimenta restricciones para cubrir consumos no esenciales.
En ambos casos, la pérdida de poder adquisitivo respecto a trimestres anteriores reduce el margen de maniobra de estos sectores, tradicionalmente estabilizadores en el entramado social.
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El 50% de la población, sumido en la vulnerabilidad
La mitad de los hogares argentinos cae dentro de los segmentos D1 y D2/E, que conforman lo que el informe denomina directamente “clase baja”. El primero cuenta con ingresos promedio de $1.120.600 (USD 964), mientras que el grupo más afectado (D2/E) apenas alcanza $585.800 mensuales (USD 504).
Estos sectores han experimentado una caída acumulada del 30% al 50% en su poder adquisitivo, lo que los deja prácticamente fuera del consumo de bienes durables y servicios complementarios.
Una alerta para las políticas públicas
El gráfico elaborado por Moiguer expone con crudeza una realidad que muchos ya perciben en su vida cotidiana: la clase media se achica, mientras la base de la pirámide absorbe cada vez más familias que antes podían sostener niveles de vida modestos.
El “mapa de consumo” que se desprende de estos datos es más que un reflejo de ingresos: es una radiografía de oportunidades, acceso y expectativas. Y también una alerta para quienes diseñan políticas públicas: sin una redistribución eficaz y sostenida del ingreso, el tejido social seguirá resquebrajándose.
