Guerra en Europa del Este
Más de 100 mil hogares en Ucrania quedaron sin luz tras ataques rusos
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El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, informó que el ataque causó cortes de electricidad en las regiones de Poltava, Sumi y Chernígov. Hace dos semanas, el Ejército ruso avanzó al noreste de Pokrovsk hacia Dobropilia, en la región del Donbás, obligando a la gente a huir del lugar.
El Ministerio de Energía ucraniano informó este miércoles de ataques nocturnos rusos contra infraestructuras energéticas en seis regiones del país -Poltava, Sumi, Chernígov, Járkov, Donetsk y Zaporiyia-, en el centro, norte, este y sur-, que según el presidente Volodímir Zelenski dejaron temporalmente sin electricidad a unos 100.000 hogares.

"El ataque causó cortes de electricidad en las regiones de Poltava, Sumi y Chernígov, dejando a más de 100.000 hogares sin electricidad. Todos los servicios de emergencia están trabajando sobre el terreno para restablecer el suministro lo antes posible", escribió Zelenski en X.
Casi un centenar de drones rusos fueron lanzados esta noche contra territorio ucraniano, con el objetivo deliberado de dañar la infraestructura civil, afirmó. "Hacen falta nuevos pasos para incrementar la presión sobre Rusia para detener los ataques y para dar unas garantías de seguridad reales. Estamos trabajando con nuestros socios para ejercer esta presión", concluyó el presidente.
Poco antes, el Ministerio de Energía ucraniano había indicado que los drones rusos atacaron de forma deliberada infraestructuras de la energía y del transporte de gas y habló de un "masivo ataque terrorista".
En la región de Sumi, según habían adelantado las autoridades regionales, buena parte de los particulares y de las empresas de la capital homónima se quedaron sin electricidad después de que un dron impactara en una subestación clave sobre la 1:00 hora local. En la región de Poltava, se llevó a cabo un ataque contra unas infraestructuras de transporte de gas, causando "daños significativos".
"Vemos los ataques rusos como una continuación de la política deliberada de la Federación Rusa de destruir la infraestructura civil de Ucrania en la antesala de la estación fría. Este es otro acto de terror energético dirigido contra la población civil", remarcó el citado Ministerio en su comunicado.
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Evacuación peligrosa
"Estamos sentados sobre maletas", dice Natalia sobre su vida en Sviatohorivka, en el este de Ucrania. El pueblo se encuentra a las afueras de la ciudad de Dobropillya, en la región del Donbás, donde el Ejército de Rusia ha avanzado casi diez kilómetros. Aunque los soldados ucranianos lograron liberar algunas localidades, las circundantes permanecen bajo constante bombardeo.

Natalia no se va de Sviatohorivka solo porque sus padres, ya mayores, rechazan una evacuación. "Mi padre dice: 'Nací aquí y aquí también moriré'. Entonces le digo: 'Vas a morir, ¿pero quién te enterrará cuanto todos se vayan?'", cuenta Natalia, en un pueblo prácticamente abandonado, durante una evacuación realizada por policías del grupo Ángeles Blancos, junto con voluntarios.
Como la evacuación en el Donbás es peligrosa, un grupo de periodistas viaja en un vehículo blindado, con un equipo de guerra electrónico. Mientras conduce David, voluntario de la misión benéfica Aura, el agente de policía Ilya Maltsev consulta el mapa.
Deben visitar dos domicilios en Sviatohorivka. En el primer domicilio, María, de 74 años, espera con todas sus cosas ya empacadas. Un policía lleva sus maletas y un voluntario ayuda a la mujer, que apenas puede caminar apoyándose en un bastón. María finalmente sube al coche, respirando con dificultad.
"Los drones vuelan directo hacia nosotros. En realidad, no quería irme, pensaba que ya estoy vieja. Pero la vida me obliga. Es insoportable; solo queda un vecino en nuestra calle; todos los demás se han ido", dice.
La dirección de Tetiana, de 70 años, quien está en la lista de evacuados, es difícil de hallar. Finalmente, un policía la encuentra en una de las casas abandonadas, donde buscó refugio hace una semana, después de que su casa en la cercana Dobropilia fuera destruida por los bombardeos. "Tuve que dejar mis cosas allí", se lamenta Tetiana.