Historias que inspiran
Pablo Saldaño y la pasión que lo lleva a recorrer el país arriba de su moto

El piloto de Enduro compite en el exigente Classic Series con recursos propios. Entrena a pulmón, ya consiguió podio en La Rioja y sueña con completar el campeonato.
Cinco años atrás, Pablo Saldaño se subía por primera vez a una moto para disputar una carrera de Enduro. Desde entonces, no dejó de acelerar. Hoy, con esfuerzo propio, una moto que él mismo mantiene y el respaldo de amigos y familia, se lanza a correr todo el calendario 2025 del Enduro Classic Series, uno de los campeonatos más duros del motociclismo nacional.

“Fui compitiendo en varias carreras de la provincia de Córdoba y algunas en San Luis. Después me metí en el Enduro Classic Series, que recorre todo el país con carreras de 3, 4, hasta 6 horas”, cuenta Pablo a Sur24, que corre con una Beta 300 2T.
Este año el torneo incluye nueve fechas. Ya se disputaron dos: Villa Larca (San Luis) y Chilecito (La Rioja). En esta última, el piloto logró subirse al podio con un tercer puesto entre un nivel altísimo de competidores. “Muy contento por ese resultado. La idea es seguir todo el año”, asegura.

Entre entrenamientos limitados y un circuito que no perdona
Entrenar en estas latitudes, con terrenos y ambientes poco similares a donde compite no es fácil. Pablo lo explica con la franqueza de quien conoce las limitaciones: “Es un tema complicado. Acá entreno en el gimnasio tres veces por semana, más una o dos veces en bicicleta, pero la moto la uso bastante poco porque no hay nada parecido”.
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Las carreras son otro mundo. “Cuando el presupuesto da, me hago una escapadita a Córdoba o a alguna carrera más económica por la zona, como para estar en movimiento”, dice. Su rutina, antes de cada fecha, incluye viaje, puesta a punto y un descanso estratégico: “Llegamos el viernes a la mañana, pruebo el circuito para ajustar suspensiones y detalles de la moto. El sábado intento descansar bien y alimentarme para largar el domingo, que siempre arranca muy temprano”.
Las competencias mínimamente duran cuatro horas. “Son circuitos muy exigentes, muy técnicos, no solo cansadores. Necesitás mucha técnica para poder trepar, hay bajadas muy complejas. Es realmente muy demandante para el físico”, explica.

Viajes largos, logística propia y el desafío de sostenerse
Detrás de cada carrera, hay una logística enorme. Y también mucho sacrificio. “Después de Córdoba, la próxima es Tartagal, en Salta, bien al norte, al límite con Bolivia. Ya ahí tenés dos días de viaje para ir y dos para volver. Es todo un tema. El trabajo se complica, hay que armar todo con mucha anticipación”, dice con la misma naturalidad con la que habla de herramientas, horarios o presupuestos.

Todo lo que tiene que ver con la moto lo hace él: mantenimiento, repuestos, service. “Corre todo por mi cuenta, y a veces amigos me dan una mano con el combustible, que es el gasto más grande. Si pudiera recibir alguna ayuda sería buenísimo, pero bueno, lo hago con muchas ganas, mucho entrenamiento y mucha dedicación”, resume.
Con dos fechas cumplidas y siete por delante, Pablo Saldaño encara el desafío de sostenerse y llegar hasta el final de la temporada. A pulmón, sin sponsors, pero con una pasión que lo empuja siempre hacia adelante.
