Escenario electoral
Para contener sus partes, Unidos podría decretar "libertad de acción" en octubre

La premisa máxima es evitar que la contienda legislativa nacional genere algún tipo de ruido interno o riesgo en la integridad de la coalición gobernante. La posibilidad de que cada partido resuelva de manera individual es hasta aquí la salida que se muestra como la menos lesiva.
Aun cuando toda la atención esté centrada en los comicios locales del próximo 29 de junio, otra contienda electoral empieza a ocupar las agendas de quienes diseñan en Santa Fe las principales estrategias políticas. Se trata de los comicios legislativos nacionales que se celebrarán el próximo 26 de octubre y que, en el caso de la provincia, permitirá renovar nueve bancas de diputados nacionales.
Oficialismo y oposición adaptan sus tácticas en función de los contextos y panoramas internos. En Santa Fe, pareciera pasar por la coalición gobernante de Unidos uno de los escenarios más desafiantes. Es que al igual que en la previa de otras contiendas electorales, vuelve agitarse la chance de que el frente abra sus fronteras y le dé cabida a otras fuerzas partidarias, como La Libertad Avanza. En el oficialismo hay quienes promueven tal posibilidad desde hace tiempo, como el titular de la UCR, Felipe Michlig; o la vicegobernadora, Gisela Scaglia.
Para ambos, quienes "piensan lo mismo, tienen que estar juntos". Sin embargo, para otros actores de Unidos, la síntesis sería casi una invitación a la ruptura. Es el caso de los socialistas, que se sienten ideológicamente en las antípodas de los libertarios.
Unidos en Santa Fe explora la "libertad de acción" como estrategia para octubre. Crédito: Mirador
Opción
Frente a ese panorama, la idea que madura en el seno de Unidos y que podría convertirse en la estrategia electoral de octubre pasaría por dejar en una especie de "libertad de acción" a todos sus miembros, para que cada uno defina y elija de acuerdo con lo que considere más pertinente.
El planteo esbozado respecto del Socialismo no es el único escollo para quienes imaginan una alianza "extra large"; también suma complejidad la situación interna que atraviesa el PRO después de quedar tercero en las elecciones porteñas, con una dispersión que todavía no parece haber finalizado. La UCR suma sus matices, sobretodo, si centra el análisis en que ése es el partido del gobernador Maximiliano Pullaro, quien por decisión, ha preferido no confrontar de manera beligerante con el presidente de la Nación, Javier Milei, excepto en temáticas puntuales que impliquen perjuicio para la provincia.
Dispuestos de ese modo los principales actores, la premisa con la que todos concuerdan es la de salvar la integridad y unidad de la coalición gobernante; que la contienda nacional no contamine ni genere riesgos de fracturas en el seno de Unidos. De allí, que se piense en la libertad de acción como el mejor camino posible a recorrer, en términos de estrategias electorales.
Escenario electoral. Crédito: Mirador
La salida tampoco es innovadora; es similar a la que ya se había adoptado en los comicios nacionales de 2023, cuando el Partido Socialista -por ejemplo- decidió como fuerza sumarse y respaldar la candidatura a presidente de la Nación del cordobés Juan Schiaretti.
En la misma elección, el actual gobernador había sumado su apoyo a la candidata a presidenta en representación de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.