¿Precandidatos a intendente en las bancas?
Pellegrini y Taddia, los protagonistas del Concejo que viene

La elección venadense dejó un escenario inédito: Unidos se quedó con cuatro bancas y tendrá mayoría abrumadora de ocho ediles. Ciudad Futura se afirmó como única oposición, con dos bancas, mientras el peronismo quedó fuera de carrera. La próxima pugna electoral ya empezó, y será desde dentro del recinto.
Las elecciones legislativas locales del domingo 29 de junio dejaron varias certezas, algunas sorpresas y un claro ganador: Unidos para Cambiar Santa Fe. La coalición oficialista no solo retuvo las tres bancas que ponía en juego en el Concejo Municipal de Venado Tuerto, sino que sumó una más, logrando una mayoría inédita de 8 de los 10 escaños legislativos a estrenar en diciembre.
Desde temprano, apenas se filtraron los resultados de las primeras mesas, se confirmó que la disputa central iba a girar en torno a la quinta banca. Cuatro lugares parecían asegurados desde el vamos -tres para Unidos y uno para Ciudad Futura-, mientras que el suspenso -como lo sugirió este medio en los días previos- se instaló sobre esa concejalía restante, que coqueteaba con distintos sectores, hasta que los números madrugadores limitaron el enigma a La Libertad Avanza y el oficialismo. Finalmente, la socialista Angelina Pascual -alineada con la diputada provincial Rosana Bellatti- se impuso por una decena de votos -en el sistema D'Hont- sobre la libertaria Mariel Fabiani, completando un contundente 4 a 1 a favor de la “U”. Sin embargo, este martes, en el inicio del segundo semestre, comenzará en la ciudad capital de la provincia el escrutinio definitivo, y los representantes de Javier Milei en la Esmeralda del Sur estarán atentos y vigilantes.
Puede interesarte
Motivos para celebrar
Unidos superó la prueba con creces, en una elección de medio término, sin el efecto arrastre de una candidatura a la Intendencia (aun cuando se apeló a la estrategia de plebiscitar la gestión municipal), frente a una oferta electoral atomizada (nueve listas en total) y con una participación más baja incluso que la registrada en los comicios de convencionales de abril. Juan Ignacio Pellegrini, primer candidato de la nómina oficialista, emerge como uno de los grandes triunfadores de la jornada y con este resultado consolida su trayectoria política y se perfila, sin objeciones, como la principal figura de la "U" para disputar la Intendencia en 2027, siempre y cuando se confirme que Leonel Chiarella no buscará un tercer mandato (consecutivo).
Ciudad Futura también tiene motivos para celebrar. No solo retuvo su banca, sino que se estableció como segunda fuerza local con el 20% de los votos. Su referente, Bruno Taddia, reelecto, aparece como un potencial contendiente por el Sillón de Aufranc en las próximas elecciones ejecutivas. Desde el próximo fin de año, además, será -junto a su compañera de bloque Florencia Giacometti- la única oposición en el recinto de Sarmiento y Alem.
Puede interesarte
La Libertad Avanza, debutante en la competencia legislativa local, acarició la preciada quinta banca y estuvo a un paso de conquistarla, superando el desempeño general del mileismo en distintos puntos de la provincia. Incluso, como quedó dicho, aún mantiene expectativas en el escrutinio definitivo. Pero aun sin representación, su desempeño fue superior al del histórico Partido Justicialista, que transitó una de sus peores elecciones locales desde la recuperación democrática. Sebastián Roma quedó relegado al cuarto puesto y el PJ perdió su única banca. Por primera vez desde 1983, el peronismo venadense no tendrá presencia institucional en el Concejo a partir del 10 de diciembre. Con su fragmentación a la vista -Janina Ferreyra por un lado, Roma por otro- y sin representación en el edificio de Vías y Obras, el justicialismo local parece haber tocado fondo. Será tiempo de repensar estrategias, tal vez mirando hacia modelos de articulación como el que un sector del peronismo rosarino ensayó con éxito junto a Juan Monteverde, referente de Ciudad Futura y próximo candidato a intendente de dicha ciudad.
Puede interesarte
Postulantes frente a frente
De cara al futuro inmediato, el Concejo venadense tendrá a dos de sus principales figuras empoderadas como virtuales precandidatos a la Intendencia en 2027: Pellegrini (todo hace presumir que Leonel Chiarella no buscará la re-reelección) y Taddia compartirán recinto y protagonismo, lo que podría anticipar un debate político más entretenido en el ámbito legislativo.
Puede interesarte
La gran incógnita será cómo se administra el poder desde esa nueva composición. En primer lugar, el oficialismo deberá resistir la tentación de cerrarse sobre su mayoría automática; por el contrario, la responsabilidad política exige apertura, escucha y construcción democrática. Ciudad Futura, por su parte, deberá diseñar una estrategia que le permita trascender su rol de minoría numérica y construir un perfil opositor con iniciativa, buscando asegurar -además del trabajo territorial- una imprescindible visibilidad institucional.
Señal de alarma que no debe ignorarse
Pese al impacto político de los resultados, hay un dato que debiera preocupar a toda la dirigencia, sin importar colores ni cargos: la participación electoral en Venado Tuerto apenas superó el 42% (en el territorio provincial llegó al 50%). Se trata de una de las cifras más bajas desde el retorno de la democracia, y confirma una tendencia que atraviesa al país: el desapego creciente de la ciudadanía hacia los procesos electorales y, más profundamente, hacia la política como herramienta de transformación colectiva.
Este fenómeno no puede leerse sólo como desinterés o fatiga democrática, mucho menos culpar a las adversidades climáticas. Hay detrás una lógica social más compleja, marcada por el desencanto, la desconfianza y un individualismo exacerbado, que encuentra eco en un clima de época donde la política institucional aparece cada vez más distante de las urgencias cotidianas.

La baja participación no es un dato más: es una advertencia. Porque en ese vacío de representación se puede incubar una deriva autoritaria, donde los consensos democráticos pierden fuerza y los liderazgos con vocación de imponer reemplazan al diálogo, la sensatez y el equilibrio.
Muchos sectores tienen motivos para celebrar los resultados del domingo. Pero toda la dirigencia política, sin excepción, tiene la obligación de no mirar para otro lado. Reevaluar estrategias, reconectar con la ciudadanía, abrir canales reales de participación y representar con honestidad, son tareas urgentes si se quiere frenar esta peligrosa pendiente. La democracia no se sostiene sólo con triunfos electorales: se fortalece con más participación, más voces y más responsabilidad política.