Salud
No se consiguen las hormonas que usó Messi en su tratamiento para el crecimiento

Los niños que necesitan somatropina no tienen acceso a la misma desde hace semanas y los principales laboratorios que la producen prevén faltante, al menos, hasta fin de año.
Innumerable cantidad de veces se habló sobre Lionel Messi y su periplo infantil para encontrar el apoyo médico que le permita desarrollar su organismo con los suplementos necesarios para seguir los estándares de los demás niños de la misma edad. También de los inconvenientes desligados de una falta de contención institucional, acompañada por un sistema sanitario que no estaba a la altura de las necesidades que debía responder y que terminaron con el crack argentino en España. Hoy, casi tres décadas después, gran cantidad de niños están en la misma situación.
La somatropina es la droga que sirve para cubrir el faltante natural de la hormona del crecimiento humano, que se produce en la glándula pituitaria y tiene un rol preponderante con el sistema endocrino para el desarrollo del organismo humano. Según los últimos indicadores en la materia, alrededor del 10% de los niños argentinos tienen la necesidad de acceder a un tratamiento con esta proteína. Pese a esa cifra, ahora no sólo no se inician tratamientos nuevos, sino que tampoco se continúan los que ya se habían comenzado.
El laboratorio Novo Nordisk es el que produce la "primera marca" que presenta a la hormona mencionada y desde hace varios meses hay quejas de faltante en diversas partes del mundo. Ahora, la misma situación fue aceptada en Argentina, un país de trascendencia en el caso por la situación del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
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Según pudo saber este medio, desde la firma ya anticiparon que el panorama es desalentador para los próximos tiempos, ya que “no se prevé un cambio significativo en su producción”.
Lo que más fastidia a los pacientes y sus familiares es que parecerían existir alternativas a ese medicamento pero que, por las típicas presiones y acuerdos entre el sector médico y el farmacéutico, no logran acceder a las recetas que les permita un tratamiento genérico. De hecho, una forma de resolver el caso de los factores de coagulación – que no eran intercambiables – fue una licitación del gobierno que rompió esa exclusividad, colocando a todos en la misma canasta. Con el caso de las hormonas todavía no se tomó una decisión acorde que sirva de salida al momento coyuntural.
Más allá de evaluar un “salto de marca” como segunda opción, los especialistas consultados también destacan que “la hormona de crecimiento, una vez iniciado el tratamiento, no debería ser intercambiada salvo excepciones”, lo que pone aún más el foco en los laboratorios que la desarrollan. Esto último se debe a que “el cambio de drogas aumenta la resistencia a sus efectos y estos pueden reducirse o tornarse contrarios”. Es decir, en medio de tantos intereses, los pacientes son víctimas - además - de un círculo vicioso que los aleja del tratamiento.