Previo al cónclave
Tradición del Vaticano: destruyeron el añillo y el sello de plomo que usaba el papa Francisco
La Iglesia Católica de Roma sigue adelante con su protocolo para cerrar el pontificado de Bergoglio y preparar la Santa Sede para el nuevo líder del Vaticano.
Este martes, en la última reunión pre-cónclave, anularon -rompieron- el anillo del pescador de Francisco y su sello de plomo que utilizaba para firmar documentos. 16 días después de la muerte del papa, se realizó este acto simbólico ante 173 cardenales, marcando el fin de su pontificado y reflejando el espíritu de reforma e inclusión que predicaba Bergoglio.

El significado de estos símbolos
El Anillo del Pescador (Anulus Piscatoris) es un emblema del poder pontificio que representa la sucesión de San Pedro. Tradicionalmente, el anillo es destruido para evitar su uso fraudulento en documentos oficiales. En esta ocasión, el camarlengo retiró el anillo del dedo del Papa Francisco y supervisó su inutilización, siguiendo las prácticas establecidas por la Iglesia.
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Junto al anillo, también se destruyó el sello de plomo utilizado por Francisco para autenticar documentos papales. Este sello, que lleva el escudo papal, es otro símbolo de la autoridad pontificia y su destrucción asegura que no se puedan emitir documentos falsificados en nombre del Papa fallecido.

El cierre de un ciclo
El proceso se logra golpeándolo con un martillo (posiblemente de plata), o haciéndole una cruz, que fue lo que se hizo en 2013 con el de Benedicto XVI una vez que dejó vacante la Santa Sede.
Esta acción, realizada por el camarlengo Kevin Farrell, es parte del protocolo establecido en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis de 1996, que regula el periodo de sede vacante tras la muerte o renuncia de un papa.
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La transición hacia el nuevo pontificado
Con la destrucción de estos símbolos, el Vaticano ha cerrado oficialmente el pontificado de Francisco y se prepara para el cónclave que comenzará el 7 de mayo de 2025. En este proceso, 135 cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del Papa Francisco, en un ambiente de estricta confidencialidad y seguridad.

Un legado de austeridad
El Papa Francisco, conocido por su estilo austero, eligió en 2013 un anillo de plata dorada, en lugar del tradicional oro macizo, reflejando su compromiso con la simplicidad y la humildad. Este gesto también marcó una diferencia con sus predecesores y dejó una huella en la historia reciente de la Iglesia Católica.