Tras la caída en la recaudación, Rosario prioriza servicios esenciales

La Municipalidad de Rosario enfrenta un escenario económico desafiante. Así lo reconocieron desde el área de Hacienda, al confirmar una marcada disminución en los ingresos propios durante los primeros meses del año. Esta situación, combinada con una caída en los recursos nacionales, obligó al municipio a activar mecanismos de control y ajuste.

El secretario de Hacienda, Diego Gómez, explicó que el primer cuatrimestre del año cerró con una baja del 17% en la recaudación local en términos reales, es decir, descontando el efecto inflacionario. “Venimos siguiendo mes a mes el comportamiento de los ingresos y, si bien abril fue algo mejor que marzo, la tendencia general sigue siendo descendente”, sostuvo.

Según los registros oficiales a los que accedió Mirador Provincial, la principal preocupación radica en la merma de la actividad económica en la ciudad, que impacta directamente sobre tributos como la TGI y el Drei. A esto se suma la caída de recursos coparticipables, vinculados al consumo y la recaudación nacional.

El funcionario aseguró que “la situación es compleja” y que ya se han tomado medidas administrativas para reorganizar partidas y priorizar gastos. Entre las primeras acciones se encuentra una revisión exhaustiva de los contratos y servicios tercerizados, así como un congelamiento en nuevas incorporaciones al plantel municipal.

“Tenemos la responsabilidad de sostener los servicios esenciales y garantizar el funcionamiento del Estado local. Por eso aplicamos criterios de eficiencia en el uso de los fondos públicos”, explicó Gómez, quien evitó hablar por ahora de una emergencia económica formal.

Consultado sobre si hay riesgo de que se afecte el pago de salarios, el secretario descartó esa posibilidad. “Los sueldos están garantizados. Lo que estamos haciendo es anticiparnos a posibles complicaciones mayores, porque vemos que el contexto nacional no ofrece señales claras de recuperación”, manifestó.

Desde el Palacio de los Leones reconocen que los indicadores de consumo, empleo y actividad privada no muestran repuntes consistentes, lo que complica la previsión de ingresos para el resto del año. “El panorama general no es optimista, por eso hay que actuar con responsabilidad”, insistió el secretario.

En paralelo, el municipio avanza con un plan de digitalización y modernización de procesos internos, lo que también contribuiría a reducir costos. Sin embargo, en el corto plazo, las medidas de austeridad serán clave para sostener el equilibrio fiscal.

Gómez indicó que el intendente Javkin fue informado en detalle de la situación y dio instrucciones para proteger áreas sensibles como salud, educación y servicios públicos. “La prioridad es cuidar a los rosarinos y no trasladar la crisis a los vecinos”, concluyó.

Mientras tanto, se analiza la posibilidad de convocar a una mesa técnica con representantes del Concejo Municipal para compartir información detallada sobre la ejecución presupuestaria y discutir eventuales modificaciones normativas que permitan mayor flexibilidad financiera.