Idas y vueltas
Ucrania y Rusia retoman el diálogo: Turquía media en busca de un alto el fuego

Cumplidos los tres años y rumbo al cuarto de “una de las guerras más cruentas del siglo XXI”, siguen las complejas negociaciones con la figura de peso de Estados Unidos y la incursión de Turquía.
Gustavo Ocampo y Gonzalo Fracchia
Han pasado 3 años, 2 meses y 17 días desde el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició la invasión a Ucrania, en un mundo que recién se acoplaba a la realidad post Covid-19. Lo que pretendía ser una guerra relámpago hasta Kiev, se terminó estancando.
“Una de las guerras más cruentas del siglo XXI”, así lo definió Joaquín Bernardis, columnista de CyD Litoral en conversación con Gustavo Ocampo.
Las dolorosas cifras lo avalan. Los desplazados son más de 10 millones de personas, con 3,7 millones a nivel interno y 6,9 fuera del territorio ucraniano, según la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH). Este área agrega además que se registraron al menos 12.600 civiles muertos y más de 29.000 heridos.
En lo que respecta a las bajas militares, la ONU también estima que han sido 600 mil los muertos del bando ruso y 480 mil del ucraniano, con un gasto aproximado de 300.000 millones de dólares. Sobre las bajas, ya se trata de un panorama peor al de las guerras civiles en Siria y Congo.
Jueves 15 de mayo como fecha clave
En medio de lanzamientos de drones rusos y con un historial de propuestas caídas, esta semana comienza con una nueva esperanza de acuerdo entre Rusia y Ucrania, con importantes mediadores interviniendo.
Bernardis, del Observatorio de Política Internacional de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), detalló sobre los posibles avances del diálogo: “Parece que a partir de este fin de semana están empezando con las tratativas de negociaciones de paz directas entre ambas partes. Todo comenzó con un discurso de Vladimir Putin el sábado por la noche, que anunciaba la intención de Rusia de negociar directamente con Ucrania la paz con mediación de Turquía como un actor importante en la región”.

"Se estableció como fecha este jueves 15 de mayo”, agrega el especialista sobre el encuentro que podría presidir Recep Tayyip Erdoğan, presidente turco, quien casi siempre “queda bien parado” en la mayoría de las negociaciones.
La Turquía de Erdogan
Está en la OTAN, pero le compra misiles a Rusia. En Siria instó a derrocar a Bashar al-Ásad, pero atacó a los kurdos. Sigue en conflicto con Grecia por Chipre, pero pretende ingresar a la Unión Europea. Cuestiona a Irán e Israel casi en simultáneo.
Sobre los pormenores de la negociación, Bernardis explica: “Luego de ese anuncio (el de Putin el sábado) empezaron una serie de idas y vueltas, como suele pasar siempre que hay conversaciones de paz en este conflicto, respecto a un alto el fuego de 30 días”.

“Lo que pidió Ucrania con los principales países europeos es establecer un alto el fuego de 30 días en el frente de combate como para dar un marco de paz para estas negociaciones que puedan encauzar algún tipo de solución a pedidos que tienen ambas naciones”, indicó el columnista sobre la reunión que Volodimir Zelensky tuvo en Kiev junto a Emmanuel Macron (Francia), Friedrich Merz (Alemania), Donald Tusk (Polonia) y Keir Starmer (Gran Bretaña).
En relación las pretensiones y metas de cada uno respondió: “Ucrania quiere garantías de seguridad para que Rusia no la vuelva a invadir y Rusia quiere un paraguas de seguridad para que Ucrania no ingrese a la OTAN y tenga la menor garantía posible, con un objetivo a largo plazo”.
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“Nunca se llegó a ningún tipo de solución”, indicó Bernardis y luego se explayó sobre la pregunta en torno a quién debe ceder: “En febrero, en ese famoso encuentro entre Zelensky y Trump, el estadounidense le dijo que Ucrania no tiene las cartas. Está esa cuestión obviamente preocupa a Zelensky”.
Por el lado de Moscú, parece ser que las complicaciones económicas representan un drama a largo plazo. A pesar de establecer nuevas redes en los últimos tres años, la UE pretende implementar nuevas sanciones antes del jueves, según su jefa de diplomacia Kaja Kallas, algo que el Kremlin cuestionó rumbo a la cumbre.

Estudios de centros como el de Estudios Políticos Penta de Kiev o el Ukrainian Meridian entienden que la elección de Estambul como sede es una nueva jugada de Putin con el objetivo de emular el pedido de rendición del 2022 y remarcar la intención de establecer sus propias reglas de juego.
Las tierras raras
Uno de los aspectos que inclinan la balanza en la negociación y ya condicionan a Ucrania es el acuerdo por las tierras raras, un deseo casi incontenible de Washington como condición para colaborar con la reconstrucción. Teóricos y conspiranoicos ya escriben alrededor de este punto en concreto.
Bernardis destacó también este plano: “Veamos distintos puntos que fueron avanzando a la par. La semana pasada se logró un acuerdo sobre minerales. El famoso acuerdo que Zelensky fue a firmar con Trump en febrero y luego ocurrió ese encuentro en el salón oval de la Casa Blanca, se terminó firmando.”
“Ahí los Estados Unidos cumplieron con su objetivo postconflicto de lograr tener un lugar privilegiado en la reconstrucción de Ucrania y el acceso a esas tierras raras. Ahora quedará que ambas partes lleguen a algún tipo de solución”, comentó el licenciado en Relaciones Internacionales.
El pasado jueves, la Rada Suprema, el parlamento ucraniano, aprobó un fondo común de inversión con Estados Unidos con las ganancias de la extracción de los minerales en cuestión. Fue con 338 votos a favor de los 347 legisladores presentes.