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Venado Tuerto, ¿más cerca del anillo energético que espera hace décadas?

El sur-sur provincial podría beneficiarse con la postergada línea de alta tensión de 500 kV entre Río Diamante, Charlone (conectaría con la red de media tensión que abastece a Rufino y, por extensión, a Venado Tuerto) y O’Higgins. La iniciativa forma parte de un ambicioso plan de “obras urgentes” de Nación para modernizar la red eléctrica, financiado por empresas privadas y orientado a resolver décadas de desinversión en el sector.
El sur-sur santafesino, y especialmente Venado Tuerto, viene reclamando desde hace años una solución energética estratégica: la construcción de una línea de alta tensión de 500 kV que refuerce el abastecimiento eléctrico de la región. Esa necesidad, históricamente postergada, podría comenzar a saldarse con la inclusión del tramo Río Diamante, en Mendoza, con las bonaerenses Charlone (partido de General Villegas) y O’Higgings (partido de Chacabuco), en el nuevo Plan Nacional de Ampliación del Transporte Eléctrico, recientemente presentado por el Gobierno nacional.
Este proyecto, que beneficiaría a localidades de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa, ya había estado en carpeta en múltiples ocasiones -la última vez en 2019- y fue pospuesta repetidamente por falta de financiamiento y crisis macroeconómicas. Esta vez, se espera que el mecanismo de financiación privada, mediante concesión de obra, le dé finalmente viabilidad.
Aunque es posible que el proyecto se rediseñe en su totalidad, la iniciativa original almacenada en la Secretaría de Energía de la Nación consta de 487 kilómetros de extensión (además de cinco líneas de subtransmisión en 132 kV, una de las cuales vincula la estación transformadora de Charlone con la vecina ciudad de Rufino) y figuraba como la primera licitación en este rubro a realizarse por el programa de Participación Pública Privada (PPP), hasta que la crisis de la época obligó a desactivar el emprendimiento.
En el caso de Venado Tuerto, ante cada ola de calor, el sistema de provisión de energía eléctrica siempre estuvo al límite del colapso en los últimos años, sobre todo, cuando la demanda superaba los 50 megavatios (MW). Tanto es así que en el Plan Estratégico Participativo (PEP) se incluyó entre las necesidades estratégicas de la ciudad el refuerzo del abastecimiento eléctrico, que literalmente pende de un hilo, más precisamente de una única línea radial de 132 kV, a través de la cual la Empresa Provincial de la Energía (EPE) transporta el fluido captado del Sistema Interconectado Nacional, en las adyacencias de Rosario.

Alternativa que resurge
Alberto Corradini, gerente técnico de la Cooperativa Eléctrica de Venado Tuerto, explicó tiempo atrás a Sur24 que “en el sur santafesino dependemos de la energía que la EPE toma del Sistema Interconectado Nacional en Rosario y se transporta mediante una línea de 132 kV, desde Rosario a Rufino. Como es una línea radial, cuando hay un fallo, el suministro se interrumpe en todas esas localidades”. Por eso, desde hace 20 años se insiste con la necesidad de construir una alternativa robusta, como esta nueva línea de 500 kV que ahora se reflota.
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El punto estratégico de la obra estaría en Coronel Charlone (noroeste bonaerense), donde se proyectaría una estación transformadora que baje de 500 a 132 kV, dando respaldo a todo el sistema regional. “Automáticamente, cuando hay una falla en una línea, entra en acción la línea alternativa”, señaló Corradini. Según el referente técnico de la CEVT, el proyecto ya estaba técnicamente resuelto desde hace años: “En 2008 visitamos la Secretaría de Energía de la Nación y este proyecto ya existía, incluso con el cálculo de costos. Los propios funcionarios reconocían la importancia y urgencia de ejecutarlo”, recordó.
Necesidad estratégica
El gerente de la Federación Santafesina de Cooperativas de Electricidad (Fescoe), Germán Casalino, también se había manifestado en su momento a favor de la reactivación del proyecto original de la línea de alta tensión entre Río Diamante y Ezeiza. “Tenemos que ser inteligentes y unir fuerzas, así como lo hicieron otras comunidades, privilegiando una necesidad estratégica. Esta red, con estación transformadora en Charlone, es la única solución definitiva”, decía el abogado. Y agregaba: “No podemos acompañar el crecimiento y el desarrollo de una ciudad como Venado Tuerto, ni de la región, si no contamos con la certeza de la provisión suficiente de un insumo básico como la energía, que a la vez se trata de una fortaleza competitiva, porque las grandes empresas, antes de decidir un eventual desembarco, averiguan, por ejemplo, si en ese lugar tendrán garantizada la provisión de sus necesidades energéticas”.
Ante la consulta de este medio, Casalino también aludió a la generación propia de energía eléctrica, y si bien observó que en algunas circunstancias puede ser un alivio, ratificó que “de ninguna manera la dirigencia local y regional debiera distraer la atención de la verdadera prioridad, que es la línea Río Diamante-Ezeiza”, más allá de refuerzos circunstanciales de la planta generadora del Parque Industrial, la planta de biomasa y los incipientes aportes de la energía solar.
Solución energética integral
Por su parte, el presidente del Parque Industrial “La Victoria”, Jorge Álvarez, ante la consulta de Sur24, valoró positivamente la resurrección del proyecto de ampliación del sistema de transporte eléctrico, una obra que se viene planificando desde hace casi dos décadas.
Aunque el anuncio oficial refiere al tramo “Río Diamante-Charlone-O’Higgins”, el dirigente recordó que el plan primitivo contempla el tendido de una línea de alta tensión desde el río Diamante hasta Ezeiza, con subestaciones intermedias, incluida una en Charlone, que permitiría una conexión con la red de media tensión que abastece a Rufino y, por extensión, a Venado Tuerto.

Según explicó Álvarez, se trata de una obra de gran envergadura -de 500 kilovoltios- cuyo consumo local no justifica por sí solo la inversión, pero que “tendría un impacto clave para resolver los problemas estructurales de distribución energética en la región”. Señaló además que “tanto desde el Parque Industrial, como desde otras instituciones, vienen solicitando esta infraestructura desde hace años”, aunque su ejecución siempre pareció lejana por motivos presupuestarios y de escala.
El referente de Conformados Metálicos remarcó que “si bien el proyecto parece técnicamente avanzado, probablemente deba ser actualizado con nuevas tecnologías”. Aun así, destacó que “su inclusión nuevamente en los planes oficiales representa un paso positivo”. No obstante, advirtió que no abandonarán la búsqueda de soluciones a corto plazo, “ya que esta no es la primera vez que la obra aparece en carpeta sin llegar a concretarse”.
Nuevo plan nacional
La obra que podrían beneficiar a Venado y la región se enmarca en un ambicioso plan de ampliación del transporte eléctrico presentado por el Gobierno, que incluye 17 grandes proyectos en todo el país, desde el AMBA hasta la Patagonia, el Norte Grande y zonas de frontera.
En total, se prevé sumar 5.610 kilómetros de nuevas líneas de alta tensión, lo que representa un aumento del 38,3% respecto a la infraestructura actual, con una inversión estimada en 6.600 millones de dólares.
El objetivo es mitigar los cortes de servicio, aliviar los cuellos de botella y garantizar el funcionamiento eficiente del sistema.
En el marco de licitaciones, las empresas privadas se encargarían de conseguir el financiamiento para construir, operar y mantener las líneas a través de un contrato de concesión a 30 años. Y la inversión se recuperaría a través de un canon que cobrarían en las tarifas de los usuarios beneficiados con la obra cuando finalice y comience su funcionamiento.