Fuertes tormentas en el norte santafesino
“Vera vivió una catástrofe total”, dijo la intendenta Paula Mitre

El temporal dejó un registro de más 420 mm de lluvia en pocas horas, lo que hizo que la ciudad colapsara, provocando anegamientos masivos, evacuaciones y grandes pérdidas materiales.
Una tormenta histórica golpeó a la ciudad de Vera, al norte de la provincia de Santa Fe, en la noche y madrugada de este lunes. En apenas seis horas y media cayeron más de 420 milímetros de agua, cifra que supera ampliamente cualquier antecedente en la zona. El fenómeno dejó a la ciudad literalmente bajo agua, con viviendas inundadas, calles intransitables, cortes de energía parcial y decenas de evacuados.
“Hemos vivido una catástrofe total. Nunca antes vimos una lluvia de esta intensidad. En algunos barrios el agua ingresó en casas donde jamás había entrado”, declaró visiblemente conmocionada Paula Mitre, intendenta de Vera.
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Según detalló Mitre, los pronósticos anticipaban lluvias muy por debajo de lo que finalmente ocurrió: se esperaban apenas 16 mm para el domingo y 8 mm para el lunes. Recién entre las 17 y las 18 del domingo llegó una alerta meteorológica de corto plazo que declaraba a Vera, General Obligado y San Javier bajo alerta naranja, pero para ese momento ya era tarde: la celda convectiva que desató el temporal se había estacionado sobre el casco urbano y descargó toda su intensidad.
“No creo que haya ciudad en el país preparada para resistir esta cantidad de agua en tan poco tiempo sin consecuencias graves”, explicó la mandataria.

Pérdidas totales
A la situación crítica provocada por la lluvia se sumaron problemas estructurales que agravaron el panorama. La Ruta Nacional 11, que atraviesa el límite sureste de la ciudad, carece de un sistema de alcantarillado actualizado y eso dificultó drásticamente el drenaje del agua. “Las alcantarillas están desactualizadas y mal mantenidas. A pesar de las gestiones que hicimos, esta situación se repite en todas las localidades que crecieron al borde de la Ruta 11”, denunció Mitre.
Actualmente, hay 117 personas evacuadas distribuidas en tres centros habilitados por el municipio, aunque la cifra real de afectados es mucho mayor. “La mayoría de las familias decidieron no dejar sus casas. Muchas perdieron todo: muebles, colchones, electrodomésticos. Y ahora enfrentan la llegada de una ola polar que nos preocupa enormemente”, agregó.
También se informó que el Hospital Regional de Vera atendió a unas 25 personas por afecciones derivadas del evento climático, desde cuadros respiratorios hasta lesiones leves.

Preocupación por lo que viene
La intendenta advirtió que, si bien el escurrimiento del agua avanza, tomará varias horas más para que la ciudad se normalice. “En el transcurso del día deberíamos lograr desagotar por completo, aunque ya estamos atendiendo las consecuencias sociales y sanitarias que esto deja: aparición de alacranes, serpientes, y el riesgo de infecciones o enfermedades respiratorias, ahora que viene el frío”, alertó.
El municipio dispuso un refuerzo en los seis comedores locales, cinco municipales y uno institucional, para garantizar un plato caliente a quienes no pueden cocinar en sus viviendas. Además, trabajan en coordinación con Protección Civil de la Provincia, Bomberos Zapadores y Voluntarios, Policía, Salud y el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano.
“En Vera hay mucha informalidad laboral. Hay personas que viven del día a día, de oficios, del carbón, la leña, el ladrillo. Hoy no pueden salir a trabajar, y no tienen otra fuente de ingreso. A eso le sumamos una situación económica nacional muy crítica”, expresó Mitre, marcando la gravedad del contexto.
Llamado a la solidaridad
Desde la comuna se habilitó un punto de recepción de donaciones en la Estación del Ferrocarril, en Rivadavia y Corrientes, donde se reciben frazadas, pañales, kits de limpieza, ropa de abrigo y alimentos. “Toda ayuda será bien recibida. El pueblo verense es solidario, pero también necesitamos del apoyo del resto de la provincia”, sostuvo la intendenta.
Mitre agradeció especialmente el acompañamiento del gobernador Maximiliano Pullaro, su gabinete y el compromiso provincial desde el inicio del fenómeno. “Estamos sin dormir, pero en pie. Es una prueba más que nos pone la vida, y estoy segura de que saldremos adelante, como comunidad”, concluyó.